Celebración en el vestuario verdinegro tras el último triunfo ante el Ponferrada. Cáceres Basket
Segunda FEB

El Cáceres se abona al suspense con finales de infarto

Los verdinegros siguen apuntalando su liderato, pero los resultados cortos y las prórrogas se han convertido en escenarios habituales

Manuel García

Badajoz

Martes, 17 de diciembre 2024, 20:22

El Cáceres ha saldado con nota un tramo de repunte de exigencia del calendario. Acumulaba tres citas consecutivas en algo más de una semana y encima dos de ellas lejos del Multiusos, incluyendo un desplazamiento de largo recorrido como el de Logroño, además ... de la visita a Ponferrada. El conjunto verdinegro sacó los tres partidos, se llevó los respectivos triunfos y reforzó su liderato.

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Este arduo periplo ha permitido borrar de un plumazo las dudas que surgieron tras la derrota en Huelva y reforzar el apartado anímico de una plantilla a la que parece pesarle en algunas fases la responsabilidad. El propio técnico, Adrià Alonso, reconoció que la ansiedad se estaba convirtiendo en un factor con cierto protagonismo y en uno de los rivales a batir. Ese intruso silencioso parecía agarrotar piernas, encoger muñecas y embotar mentes traduciéndose en estadísticas con guarismos atípicos para ciertos jugadores, que en algunas fases registraban porcentajes que oscilaban el 50% de efectividad desde la línea de personal. También estaban incurriendo en errores en tiros liberados que podían allanar el camino y desatascar marcadores apretados.

Fue el caso de Edu Gatell en aquel lanzamiento que falló cuando agonizaba el choque ante el Clavijo. Sin embargo, ese lance zarandeó y se convirtió en motor de cambio. Porque a partir de ese contratiempo se exacerbó un sentimiento de unión que permitió poner el capital humano al servicio de un baloncesto que atravesaba fases de irregularidad. Ese triunfo por la mínima (78-80) con prórroga incluida liberó y dio un respiro necesario.

El Cáceres demostró que responde a la adversidad con fortaleza, porque el pasado domingo supo reponerse a un revés anímico en Ponferrada, tras perder a Edu Gatell por una lesión de tobillo. El pívot catalán es una pieza capital en estos momentos.

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Los verdinegros se han habituado a convivir con situaciones críticas que implican determinación y cabeza fría. Lejos quedan las victorias con holgura que salpicaban los primeros pasos en la categoría. El Cáceres comenzaba su travesía mandando un mensaje rotundo, ya que en cuatro de las cinco primeras jornadas decantó la balanza a su favor por más de diez puntos. Venció 73-90 al Biele, que actualmente es segundo y su máximo opositor en la pugna por el cetro en la tabla; ganó por 80-68 al Caja 87; por 81-55 al Melilla y por 52-66 al Albacete. Intercalado entre esos choques encajó sus primer tropiezo ante la Cultural Leonesa (75-68).

A partir de esa secuencia de resultados, la tónica se invirtió por completo y los márgenes se estrecharon al mínimo, hasta el punto de que los extremeños se han acostumbrado a finales de infarto; no en vano, tres duelos se han resuelto por uno o dos puntos. Sin ir más lejos, el último precedente, la visita al Ponferrada. El partido parecía controlado para los visitantes con una ventaja de diez puntos al finalizar el tercer cuarto, pero los leoneses estrecharon el cerco y pusieron contra las cuerdas a los cacereños. El acierto del artillero Samar y la escasa proyección ofensiva de los hombres de Adrià Alonso permitió a los locales incluso dar la vuelta al marcador. En el intercambio de golpes la moneda salió cara para los verdinegros, que coleccionaron otro partido apretado, como ocurriera frente al Clavijo unos días antes, aunque en ese duelo necesitaron el tiempo extra.

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Episodios recurrentes

Hasta en cuatro ocasiones esta temporada el luminoso ha reflejado unas tablas al cumplirse los 40 minutos reglamentarios, dos en el campeonato liguero y otras dos en la Copa. Además del compromiso de Logroño, también sudó el Cáceres para llevarse el choque ante el Coto Córdoba (68-67). En la Copa de España, en el mes de noviembre, el Cáceres planteó batalla en la pista del Flexicar Fuenlabrada, líder de Primera FEB y uno de los favoritos a lograr el ascenso a la máxima categoría. Los madrileños se impusieron finalmente en la prórroga (92-90), pero los cacereños dejaron su impronta. Misma coyuntura, pero con signo opuesto resultó el duelo del mes de septiembre ante el Albacete, que cayó del lado de los extremeños por 68-72 en un partido para sacar pocas conclusiones al estar aún muy verde el proyecto.

En esa tendencia de desenlaces con suspense, la excepción más reciente se vivió el pasado miércoles en el Multiusos ante La Salud Archena (74-64). El Cáceres fluyó, dominó el ritmo y no dejó ningún resquicio a su contrincante. Partido sin sobresaltos, por fin, un escenario poco corriente este curso en Segunda FEB.

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