El Cáceres inicia la reconciliación con el Multiusos con un cómodo triunfo

Los verdinegros regresaban, cinco meses después de su último compromiso en competición oficial, al Multiusos, esa fábrica de sueños que quedó completamente despojada de su mística tras un año para el olvido.

Las ganas de agradar y de romper con ese nefasto recuerdo reciente eran las dos caras de la misma moneda que podían fusionar dos ingredientes tan incompatibles como la motivación y la precipitación. Especialmente en un equipo tierno aún, con muchos ajustes tácticos por implementar para alcanzar la versión más óptima. Ya avisó Adrià Alonso en el primer precedente de esta campaña que era importante incidir en las posibles desconexiones que de manera limitada ya detectó en Azpeitia siete días antes.

No estuvo exento de esa fase el conjunto extremeño, que entró algo frío a su pabellón y fue el único momento en el que el Caja 87 pudo aprovechar para decantar la balanza a su favor. La rebelión hispalense quedó neutralizada en pocos minutos y esos parciales engrosaron el anecdotario de un encuentro dominado con solvencia por la escuadra cacereña.

Y esa es una de las señas de identidad que pueden atribuirse a este nuevo Cáceres, colmillo, orgullo y capacidad de respuesta cuando el guion lo exige. Se dejó ir en el último cuarto, cuando los andaluces pudieron maquillar el resultado, pero eran los minutos de la basura de un choque decidido mucho antes y en el que se contabilizaron en algunos tramos ventajas de más de 20 puntos, cerrándose con el 80-68 definitivo.

A nivel estadístico, resaltó el dominio de la pintura en ambas canastas, con una superioridad en el rebote que sentó las bases del triunfo. El Cáceres mejoró desde la línea de personal alcanzando un 72% de acierto, uno de los puntos negros de su debut ante el Biele. Desde el perímetro, los guarismos se mantienen en unos registros muy decentes, con un 35% de éxito de media, pero especialmente reseñable es que está siendo un recurso muy utilizado para castigar las defensas rivales.

El pasado sábado probaron suerte desde más allá del arco en 37 ocasiones, ningún equipo en toda la jornada lanzó más desde esas posiciones. Una faceta ofensiva de mucho protagonismo para el Cáceres y que sobre todo encarnaron Kalinicenko y Rubén Salas con seis (anotaron dos), aunque en esta ocasión el más inspirado fue Adekoya, con un 4/5 desde el 6,25, aportando 17 puntos con muy buenos porcentajes en todas las vertientes del juego.

Aportó tres rebotes, una asistencia, dos balones robados para un cómputo global de 19 de valoración que lo convirtieron en el jugador más diferencial de todo el encuentro. Hubo hasta cuatro verdinegros que alcanzaron los dobles dígitos en la anotación y seis en valoración general.