![El Cáceres toca fondo en su feudo](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202212/17/media/cortadas/175910578--1248x830.jpg)
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J. CEPEDA
Viernes, 16 de diciembre 2022, 23:12
Tango suicida en el Multiusos. Lo que en un principio debería haber sido un vals para la reconciliación con sus propios aficionados, acabó siendo un desacompasado, triste y fútil ejercicio baloncestístico. En efecto, el Cáceres acabó este viernes con la paciencia de sus aficionados tras ... sufrir en su propio feudo y ante el colista una sonrojante derrota (tanto en lo numérico como en sensaciones) por 60-86. Sin duda, una de las noches más tristes entre todas le acaecidas en la avenida Pierre de Coubertin.
De esta forma, el equipo de Roberto Blanco, obligado a introducir cambios en su plantel si quiere mantener la categoría, hace saltar todas las alarmas y continúa sin conocer el triunfo como local.
El conjunto verdinegro ya inició el encuentro con mal pie en unos primeros compases en los que el equipo visitante tuvo más acierto ofensivo, especialmente desde el perímetro. La buena puesta en escena de los de Mikel Odriozola no fue anecdótica, pues los de Azkoitia tuvieron la suficiente clarividencia como para marcharse al término del primer cuarto con ventaja (14-19).
No pareció el Cáceres entender ese mensaje a navegantes, pues los extremeños no supieron reponerse en un segundo cuarto en el que, lejos de levantar el vuelo, los locales vieron profanado su aro una y otra vez. Los sistemas propuestos por Roberto Blanco no acababan de funcionar en ninguna de las dos partes de la cancha, lo que propició que el equipo vasco fuese confiando, con el paso de los minutos, en certificar su segundo triunfo de la temporada. Ni Vecvagars ni Lysander Bracey suponían, por entonces, una seria amenaza para los visitantes. Tampoco el juego interior de los locales otorgaba la suficiente prestancia. Por el contrario, tanto Nathan Hoover como Kevin Buckingham hacían del Multiusos su particular jardín, hasta el hecho de acabar el encuentro con 23 y 25 puntos, respectivamente. En el Cáceres, en cambio, nadie pudo librarse de la quema, ni siquiera en el aspecto individual.
Cáceres
Dani Rodríguez (8), Lysander Bracey (10), Carlos Toledo (6), Bercy (8) y Cepukaitis (5) -cinco inicial- Lafuente (2), Isiani (7), Jarumbauskas (0), Olaizola (2), Pablo Sánchez (2) y Vecvagars (10).
60
-
86
Iraurgi
Sy (3), Hevia (3), Ansorregui (9), Nathan Hoover (23) y Buckingham (25) -cinco inicial- Magassa (5), Ierai (4), Íñigo Royo (10), Gielen (0) y Gurdi (4).
Marcador: 14-19, 29-47 (descanso), 44-63 y 60-86 (final).
Árbitros: Morales Ruiz, Franquesa Vázquez y y Colomer Catelló. Sin eliminados.
Incidencias: Alrededor de 900 espectadores en el Multiusos.
Desalmado y sin capacidad alguna para la reacción, los verdinegros se fueron a los vestuarios con una sonrojante desventaja de 18 puntos a los vestuarios (29-47).
Si en el Multiusos, después de lo visto hasta el momento, todavía había algún creyente en la remontada, el propio Cáceres se encargó de acabar con esa ensoñación a las primeras de cambio. Con 36-60 para los visitantes a falta de poco más de tres minutos y medio para finalizar el tercer cuarto, los pitidos se hicieron notar en el Multiusos. Muchos de ellos dirigidos al palco, con voces críticas que mostraban su disconformidad por la confección de una plantilla que no acaba de dar un nivel acorde no ya al esperado, sino al mínimo exigido para salvar la categoría.
Entre tanto, el Iraurgi no tuvo especiales problemas para cerrar este acto con un favorable 44-63. Unos números dantescos para el Cáceres, especialmente teniendo en cuenta las expectativas con las que los verdinegros afrontaban este envite.
Entre ánimos irónicos de los aficionados locales, el partido languideció hasta el definitivo 60-86. Un resultado que, si bien no es el más abultado sufrido por el Cáceres como local a lo largo de los últimos cursos, sí dejará huella entre los aficionados, teniendo en cuenta que el equipo vasco había logrado una única victoria en sus 11 partidos anteriores.
La próxima estación con parada para el conjunto verdinegro será Lleida este próximo martes.
Ya en sala de prensa, el entrenador del Cáceres, Roberto Blanco, se mostró lapidario. «Ellos han tenido más ilusión, más hambre, más ganas, más tranquilidad y más de todo. Hemos hecho el ridículo en nuestra casa y duele bastante. Ha sido un cúmulo de despropósitos desde el minuto uno hasta el 40. No hemos sido dignos de llevar este escudo», lamentó.
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