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¿Qué ha pasado hoy, 14 de marzo, en Extremadura?

«Al final, ganó mi familia»

José Manuel Calderón | Ya exjugador de baloncesto ·

El base extremeño afirma que decidió dejar el baloncesto hace apenas unos días y que tuvo ofertas hasta última hora, pero su nuevo trabajo para la Asociación de Jugadores de la NBA era una opción irrechazable en lo personal

Miércoles, 6 de noviembre 2019

Partido de los Raptors en marzo de 2007 en la pista de Boston. Jorge Garbajosa intenta taponar a Al Jefferson y al caer apoya mal el pie destrozándose el tobillo. Los gritos de dolor se escuchan hasta en España. El resto de compañeros de Toronto, entonces el equipo del '4' madrileño, huyen despavoridos porque la visión de su pierna es dantesca, más apropiada de un atentado terrorista que de un deporte. Todos menos uno, José Manuel Calderón, que le sujeta la cabeza como diciéndole «mejor no lo mires, amigo», al tiempo que, con el rostro desencajado y tenso, trata de calmarle mientras le atienden las asistencias médicas. Es una de las imágenes que mejor definen la personalidad del baloncestista extremeño, una compañía ideal para compartir vestuario porque siempre pensará más en el beneficio colectivo que en el individual. Hace una semana, el de Villanueva de la Serena decidió poner punto y final a una dilatada carrera plagada de éxitos y una trascendencia que serán difíciles de repetir por estos lares. Cuelga las botas el mejor deportista extremeño de la historia, que un día después de que el Washington Post (Ben Oliver) anunciara su retirada y 'traspaso' para trabajar con la Asociación de Jugadores de la NBA, atiende a HOY desde Nueva York, mientras ve entrenar a su hijo Manuel.

-¿Cómo te sientes?

-Está siendo todo muy abrumador. No me he dado cuenta estos días de que no es que empezara a trabajar en otro sitio u otra cosa. Es que estoy dejando el baloncesto, y eso ha tenido mucha repercusión, sobre todo en España. He recibido miles de mensajes, peticiones de los medios, etc. Ha sido todo más grande de lo que pensaba. Pero estoy muy contento.

-Tenía que llegar tarde o temprano tu adiós al baloncesto aunque siempre quisiste culminar con la temporada número 15.

-Sí. Nada estaba planificado y todo era ver las opciones que había. El tiempo hizo que fuera pensando en la mejor opción. Estaba un poco cansado de tener el mismo rol de tercer base siempre preparado por si me dan minutos, viajar mucho, perder muchos partidos… Estar en el banquillo iba a ser duro otra vez. Pensaba en si sumar un año más de verdad añadía algo a mi carrera o no.

-En realidad es solo un número. Lo importante es ser feliz donde estés.

-Exacto. Llegar a 15 era guay, pero quería ser más importante. Yo siempre he sido muy competitivo. Hubiera sido diferente de haber tenido detrás a algún equipo de los grandes con opciones de Anillo, pero los equipos con los que contacté hasta el final no me llenaban como para seguir perdiéndome cosas de mi familia. Al mismo tiempo que ocurría esto yo me iba reuniendo con gente para ver cuáles podrían ser mis planes de futuro y en una de esas reuniones Michelle, la directora ejecutiva de la Asociación de Jugadores de la NBA me ofrece un trabajo que encajaba en todo lo que yo buscaba y con el timing perfecto, siguiendo conectado con el baloncesto, aprendiendo mucho y un puesto alto para estar en la toma de decisiones.

-¿Se habló de esta posibilidad cuando en 2016 ayudaste con la asociación a hacer la sala de juegos en los hospitales extremeños?

-No, eran cosas distintas, son beneficios que tenemos los jugadores de la NBA para colaborar con proyectos como el de los dos hospitales y que se seguirán haciendo. Lo puede hacer cualquier jugador si lo solicita y se aprueba. Se hacen muchas cosas porque tiene mucho poder. Es una gran organización. Tienen unas oficinas magníficas en Manhattan y estoy a una parada de metro de mi casa. Mis hijos lo agradecerán y podré volver a mi tierra en Navidad, que llevo 15 años sin hacerlo.

-Es un puesto que se acaba de crear.

-Sí, no existía y quieren que yo sea el primero para poner las bases de otros jugadores que vengan luego. En principio estaré un año. Soy asistente especial de la directora para poder ofrecerle la visión de los jugadores en ciertos temas. Por ejemplo, me piden ayuda para que opine sobre una aplicación que quieren sacar para los jugadores, cosas así. Hemos hablado de un año de momento porque yo no me cierro las puertas y sigo teniendo contactos con empresas o compañías porque no sé en qué trabajaré el día de mañana, a lo mejor soy asesor de una empresa tecnológica. Pero esto es perfecto para conocer el otro lado de un negocio en el que he estado tanto tiempo, para seguir en contacto con la NBA, puedo ir a ver todos los partidos de los Knicks con un pase que tengo y hablar con todos.

Gráfico.

-Seguro que en la decisión ha tenido mucho que ver el aspecto familiar.

-Muchísimo. Hacía muchísimo que no estaba en una fiesta de Halloween con los amigos de mi hijo Manuel, aquí cerca a una hora de New York. Nos volvimos a las once y media de la noche y era muy tarde, pero daba igual porque al día siguiente no tenía que entrenar. Hace años que llevo preparándome para dar este paso, pero ahora ha coincidido en el mejor momento. Los equipos con lo que he hablado no me convencían y esto encajaba perfecto y a una parada de metro. No podía rechazarlo.

-Hay quien te retiraba antes de tiempo. ¿En qué momento exacto tomas la decisión, porque tú seguías entrenando con la esperanza de que sonara el teléfono desde donde tú querías?

-He estado entrenando y hablando con equipos hasta hace nada, cuatro o cinco días. Hace una semana lo pensé definitivamente te podría decir. Mi idea era esperar al comienzo de la temporada, porque los equipos pueden necesitar algo, hay lesiones y huecos en algún puesto. Ahora mismo no había oportunidad de algún equipo con opción a Anillo, puede que lo hubiera después, y no podía perder esta ocasión por la enorme libertad que me dan y por que estaré con mi familia, así que lo hablé con mi agente. Hubiera aguantado un poco más, entrenando y esperando, pero tenía que hacerlo. También hubo conversaciones para entrar con los general managers de algunos equipos, o como asistente técnico, pero no sabía si eso me iba a gustar y hubo ofrecimientos pero no dije que sí por si tenía que dejarlo.

-¿Hubo franquicias de verdad interesadas?, ¿lo tuviste casi hecho con Atlanta?

-Sí las hubo, pero prefiero no hacer público los nombres, nunca lo he hecho. Hubo varias que no me convencían e incluso alguna con muchas opciones de ganar que estuvimos esperando pero al final no salió. En algunas hubo opciones de firmar y en otras había que esperar, y todo muy hasta el final. Esto ha sido hace días. Al final ganó mi familia porque además el dinero no es lo importante.

-Es curioso que un empresario como tú acabe en un sindicato.

-Sí, para que veas (Se ríe). Pero me ven como alguien que viene de fuera y me lo tomo de otra forma aunque al final es verdad que es un sindicato. Pero no es un sitio cualquiera y estaré junto a la directora y a los que mandan, por eso tenía que dar el sí.

-Tienes a Pau Gasol por ahí como vicepresidente

-Sí, Pau está en la ejecutiva como vicepresidente, el presidente es Chris Paul. De hecho, todos tuvieron que dar el visto bueno cuando les ofrecieron mi contratación. Decidieron en horas porque estaban encantados de que un jugador estuviera ahí en el día a día y de que fuera yo.

Regreso al pasado

-Volvamos al pasado. Cuando con trece años te marchas a Vitoria, ¿eras consciente de que tendrías una carrera de 20 años y 14 de ellos en la NBA?

-Pues no. Al revés, era inconsciente y me metí en eso porque me gustaba el baloncesto, pero sin saber lo que iba a pasar. Igual que cuando de Vitoria me voy a la NBA, nunca sabes lo que va a pasar.

-¿Mereció la pena que Ivanovic te hiciera llorar?

-Sí, al final se aprende de todos. Con Ivanovic tuve mis cosas en el TAU, pero aprendí mucho y me hice más fuerte. Al final viví muchas experiencias e hice muchos amigos y con eso es con lo que me quedo. La carrera baloncestística es secundaria.

-Habrá miles, pero, ¿si tuvieras que quedarte con algún recuerdo o algún detalle de tu trayectoria?

-Hay muchos buenos. Ya he dicho que el Europeo de 2011 porque tuve que perderme el anterior. O el debut en la NBA, que fue muy especial. El Mundial del 2006 por supuesto, con aquel tiro libre para pasar a la final. Son muchas anécdotas con la selección española, o con los compañeros que he tenido en la NBA: los Nowitzki, Vince Carter, Marion, Wade, Chris Bosh, Carmelo Anthony, LeBron James…, que son jugadores increíbles.

-Se puede hacer un All Star con esos nombres.

-Sí, sí, ha sido una gozada.

-Ya sé que lo de mirar tu estadística no es lo tuyo, pero supongo que guardarás un gran recuerdo de la temporada 2008, cuando te asomaste al All Star Game.

-Fue bonito estar cerca, sí, pero nunca me he considerado un all star, no soy un jugador de highlights, espectacular de los que gustan allí. Yo estaba en otras cosas.

-Otro momento agradable sería la despedida que te hicieron en la cancha de Toronto, el destino donde más brillaste.

-Claro, estuve allí ocho años, dejé muchos amigos y fui muy feliz. Además, estaba con mi hijo aquel día y lo disfruté más.

-¿La placa que te dio la NBA por tu récord histórico de tiros libres dónde la guardas?

-La tengo aquí todavía. Esa no ha ido todavía para España, igual que los balones de los 'triples-dobles' y ese tipo de cosas. Algún día las tendré que juntar con las otras, las medallas de la selección y eso, que las tengo allí.

-Aunque tuviste una aparición en una final de la NBA con los Cavs, ¿no te da pena no haber ganado tantos títulos o al menos alguno como lo hiciste con España?

-El Anillo es importante, era el objetivo por el que me fui allí, pero luego piensas en que hubo gente como Steve Nash o Stockton que lo intentaron sin lograrlo, porque es muy difícil. Estuve en una final cuando hay mucha gente que nunca la ha jugado. Las medallas de la selección me daban el ánimo y la felicidad de tu trabajo que muchas veces la NBA me quitaba por no poder llegar a competir por todo. Me ayudó a mantenerme hasta el final.

-¿Hubieras cambiado alguna medalla por un título de la NBA?

-No. Me hubiera gustado ganarlo, pero no lo cambio aunque sea quizá la única espinita que me quedo. Es verdad que si no hubiera ganado tantas medallas a lo mejor me hubiera venido a jugar a España porque quería ganar. Las medallas me mantuvieron allí.

-Tus nietos dirán en el colegio que su abuelo jugó con un tal Lebron James.

-Y para mí es increíble que mis hijos han podido verme jugar y jugar con él. Todas estas cosas en el futuro serán muy especiales.

-¿Crees que la principal huella que has dejado en el baloncesto es el inmenso respeto que te tienen todos y no solo en lo baloncestístico?

-Sí. Alguien decía hoy que no he dejado ningún enemigo en el baloncesto. He competido y he dado el máximo dentro de la pista pero creo que fuera me he ganado el respeto de todos, por cómo me educaron mis padres, por cómo soy como persona, porque creo que siempre he sido el mismo. Y para mi, eso es más importante que ganar títulos o un Anillo, que se quede eso en la gente o todos los mensajes que he recibido estos dos días. Eso significa que he hecho bien las cosas.

-Mensajes de compañeros de equipo o selección es lógico, e incluso de 'enemigos' archiconocidos como Tony Parker.

-Ha sido fantástico. Jugadores europeos como Doncic, Dragic, Vucevic, también jugadores de aquí, ha sido genial.

-Hay jugadores buenísimos, con mucho pasado, pero se retiran y poco más. No es tu caso por los valores que siempre has encarnado y que son tan importantes como lo deportivo.

-Para mí más. Es lo que te queda de una persona. Habrá quien te guste más o menos cómo juega al baloncesto, pero que puedas ir a los sitios y en todos dejes amigos es más importante, porque es lo más difícil de hacer. Por eso hoy estoy tan feliz de ver todo esto.

-¿Eres consciente de que será muy difícil que alguien en Extremadura repita una trayectoria como la tuya.

-El tiempo lo dirá. Vamos a esperar porque nunca se sabe. Lo importante es que, igual que yo soy de Villanueva de la Serena y he llegado donde he llegado, hay que pensar que alguien puede hacerlo igual. Salir fuera y perseguir tu sueño. Eso sí, trabajando y entrenando mucho. ¿Pero por qué no? También se pensaba que nunca íbamos a ganar un Mundial y se ganó y se ha vuelto ganar otra vez. Si hay niños que me quieren tener como ejemplo, pues aquí estoy. Cuando tenía ocho años, en Villanueva, nunca pensábamos que llegaríamos hasta aquí.

-Bueno, ahora mismo estás con tu hijo en el entrenamiento, ¿le ves maneras?

-Tiene mucho vicio, jeje. Pero es pronto y ahora además hace fútbol por los amigos, aunque el basket lo hace más y lo controla y ve muchos partidos. Los otros dos niños no tienen ningún interés en el baloncesto, pero de momento.

-De momento. Y si el mayor te preguntara qué ha sido lo mejor de ser un baloncestista profesional como tú, ¿qué le dirías?

-Pues que lo mejor son las experiencias que he vivido, poder competir todos los días y cruzar caminos con tanta gente, jugar en la selección y representar a tu país. Son las experiencias que obtienes gracias al baloncesto más que el baloncesto en sí.

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