Plasencia se pasea ante Martorell

El Extremadura Plasencia ya tiene la segunda en el bolsillo. No es un mal bagaje si se tiene que solo se llevan disputadas tres jornadas y que se trata de un recién ascendido. Bien podía haber sumado tres de tres, pero será mejor olvidar cuanto antes la increíble derrota sufrida la semana pasada en Baskonia, con prórroga incluida.

Los de Carlos Díaz demostraron haber enterrado a dos metros bajo tierra aquel traspié, ya que ante el Martorell solucionó el partido por la vía rápida. O dicho de otra forma, se paseó durante treinta minutos y se echó a descansar en los últimos diez (78-60).

El Extremadura Plasencia, ya en la rueda de calentamiento, se topó con una agradable sorpresa (horrible para los catalanes): el egipcio Bebo Khalaf, jugador franquicia del Martorell y MVP de la segunda jornada en la LEB Plata, ni siquiera se había quitado el chándal por una lesión de rodilla. Con la ausencia de Khalaf, al Martorell no le quedó otra que quemar todos sus cartuchos con Deng Mayot -pívot de 2,18 pero algo limitado técnicamente- y con tiros desde el perímetro que nunca presentaron un porcentaje aceptable.

El Plasencia siempre dominó en el marcador, aunque permitió cierta incertidumbre con la segunda de Seydou y su retirada al banquillo tras estar solo 02:26 en pista. Mario Álvarez volvió a tirar del carro para dejar el 15-12 al final del primer cuarto.

En el segundo parcial, Adrià Alonso decidió apostar por '3-4' altos como Albert Homs y Nil Bria para encarar la canasta. Con 24-21, Carlos Díaz decidió parar el partido y ordenar el regreso de Seydou. Y ahí, en ese momento, se acabó el partido. La mera presencia del marfileño liberó a sus compañeros y taponó las penetraciones de su rival. Con 39-25 se llegó al descanso.

Con esas mismas premisas (Seydou+compañeros liberados), el Extremadura Plasencia se puso las botas para exhibirse en el tercer cuarto. Incluso, este tramo ayudó para que jugadores algo apagados en el inicio de liga, como Eirk Kinney o Richard Peters, fueran cogiendo sensaciones. En este escenario, la máxima se plasmó con el final del tercer cuarto: 68-38.

Los últimos diez minutos fueron para olvidar, ni para un improvisado entrenamiento sirvieron. El Plasencia perdió concentración y el Martorell lo aprovechó para maquillar el marcador sin hacer demasiados alardes.