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Calderón, junto a su entrenador Derek Fisher
Calderón se queda solo en New York

Calderón se queda solo en New York

No fue traspasado en la fecha límite y terminará el curso en unos Knicks que amplían el solar con la baja definitiva de 'Melo'

Marco A. Rodríguez

Viernes, 20 de febrero 2015, 07:35

Si los Knicks fueran un barco no se cumpliría aquello de 'las mujeres y los niños primeros'. La nave neoyorkina, a la deriva esta temporada porque sus capitanes sólo avistan el verano de 2015, no traspasó a José Manuel Calderón -anoche era la fecha límite para cerrar traspasos- y volvió a sumar una baja definitiva para lo que queda de 'regular season'. Y no es cualquiera sino la de su máxima estrella, Carmelo Anthony, cuya operación de rodilla se anuncia cuatro días después de que apareciera en el All Star del Madison.

Calderón se queda en los Knicks, al menos un par de meses más. Hasta los playoffs. Es lo que él quiere y lo que manifestó ayer tras una sesión de entrenamiento en el MSG Training Center donde la cabeza la tendría en otro sitio pues nada está en su mano. Su agente ya dijo que el extremeño nunca pidió su inclusión en alguna operación, algo que el propio base confirma: «Creo que los Knicks están construyendo algo y quiero ser parte de ello», comentaba a la prensa norteamericana. La estabilidad familiar que disfrutó siete años en Toronto se esfumó con tanto viaje a Detroit, Dallas y ahora Nueva York, por lo que no desea más maletas.

Su presidente, el mítico Phil Jackson, afirma estar muy satisfecho con su juego ofensivo una vez superada la lesión de noviembre y avanza que debe mostrar su liderazgo ahora que el equipo tiene muchas bajas, tanto físicas como de finalización de contrato. «Es el pegamento que mantiene al equipo unido y espero que siga siendo así», argumenta el general manager. Jackson descartaba que el extremeño fuera ofrecido en algún intercambio aunque todos dan por hecho que este verano deberá estar pendiente del móvil.

Calderón se queda, pero se queda solo. Casi abandonado. Ya ni siquiera cuenta con su mejor amigo Pablo Prigioni, que dejó anoche Manhattan rumbo a Houston. Con las recientes ausencias de Carmelo y Stoudemire, el de Villanueva es el jugador con más caché de los que cada noche intentan salvar el honor de la histórica franquicia de la NBA, la segunda más valorada (2.500 millones de dólares) tras Lakers (2.600). Llama la atención que tres titulares del encuentro contra Hornets de finales de enero -Thomas, Galloway y Amundson- tuvieran contratos de 10 días. En New York, con el peor balance de la liga (10-43) sólo se mira al futuro.

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