Jhon Hernández, con el Mideba Extremadura en un partido en La Granadilla. J. V. Arnelas
BSR

El último samurái del Mideba

Jhon Hernández se une a la lista de históricos que se marchan de un club pacense que ya no puede retener a sus jugadores franquicia

Marco A. Rodríguez

Badajoz

Martes, 28 de mayo 2024, 20:55

El mexicano 'Chava' Zavala, su compatriota Salvador Sandoval, los británicos Phil Pratt y George Bates, el norteamericano Matt Scott, el luso Hugo Lourenço, ... La lista de jugadores contemporáneos que hicieron historia en el Mideba Extremadura es extensa y a la misma hay que sumar desde ... ya al colombiano Jhon Hernández, que pone fin a su trayectoria midebista tras temporadas en las que se echó el equipo a la espalda. El club pacense navega sobre aguas de superación de una grave crisis económica que hasta puso en duda su supervivencia de cara a la última temporada y ya no puede retener a sus estandartes. El 'cucuteño', que rozó el cielo en la campaña de su estreno y ha vivido otras dos más de caída libre del club, regresa a un Bilbao BSR donde podrá competir a mayor nivel, incluso en Europa.

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Hernández sigue los pasos de Sandoval, quien tuvo que marcharse el verano anterior porque el Mideba trataba de levantar la deuda y le cuesta retener a sus hombres franquicia. Le llamaron desde Bilbao preguntando si podía volver, le han ofrecido ayuda con un trabajo para su mujer y mejores condiciones económicas. «Es un club muy organizado y es una buena oportunidad. Es un tema más familiar y deportivo que económico, porque las condiciones son mejores pero tampoco por mucho. Me pagarán un poquito más que aquí. Creo que había que pasar página, era una decisión tomada hace tiempo, aunque me costó mucho. Quiero competir, volver a jugar la Champions, y en Bilbao podré hacerlo porque en Badajoz costará unos años que vuelva a ser el Mideba de antes», comenta el colombiano. «Es una pena. En Badajoz estuve muy bien y me costó irme, pero uno nunca sabe las vueltas que da la vida y puede que en un futuro vuelva otra vez».

El alero sale del Mideba siendo su máximo anotador de estos tres años, con 20,3, 21,3 y casi 18 puntos por partido, además de colaborar en otras facetas como rebotes y asistencias. Reemplazarle será una misión casi imposible, aunque él tiene fe en que la entidad pacense retome el exitoso rumbo del pasado. «El tema del deporte es así. Siempre hay un motivo por el que uno se va. El club sabe que el deporte es así. El tema económico es muy importante y al club le falta algo de organización, pero espero y me hace ilusión que las cosas vayan a mejor, el club esté bien y más pronto que tarde pueda ocupar el sitio que tenía antes, el próximo año pueda competir y en más tiempo volver a pelear por el título».

Respecto a la reciente temporada, considera que fue menos angustiosa que la anterior, cuando apareció la grieta de los números rojos. Aduce también que se cumplió con el objetivo de la permanencia, porque no había cotas mucho más altas que escalar. «La anterior fue más gris por todo lo que ocurrió en el tema económico. Este año, aunque seguíamos con la deuda, el nuevo presidente ha intentado que la situación mejore y se logró mantener al equipo, que era la idea, más no se podía con el presupuesto y los pocos jugadores que había para una liga como la española que es la más fuerte del mundo. Esperemos que la cosas mejoren para el próximo año, que ya no habrá tanta deuda», sopesa el baloncestista, quien muestra su tristeza por tener que abandonar el barco. «Me gusta el rol que tuve aquí, me gusta Jorge como entrenador, creo que le he dado un disgusto, pero lo entenderá. Y la ciudad me encanta, me han tratado muy bien ciudad y club. Como familia –tiene mujer y una hija– estábamos muy bien aquí».

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«Es una pena. En Badajoz estuve muy bien y me costó irme, pero uno nunca sabe las vueltas que da la vida y puede que en un futuro vuelva otra vez»

Jhon Hernández

Ex del Mideba

Son tres sus temporadas en el Mideba. En la 2021/22 fue segundo en liga peleando el campeonato hasta la última jornada en dura pugna con el todopoderoso Albacete. Entonces no había Final Four. Pero justo después apareció la crisis y el Mideba bajó demasiados escalones. De pelear por lo máximo a hacerlo por salvar la categoría en el noveno puesto, algo similar a lo acontecido en esta 23/24 donde finalizó también noveno.

Fuera de nuestras fronteras, confiesa que le dolió mucho que Colombia no sellara el pasaporte para la Paralimpiada. «Era un reto importante para mí, hubo dos semanas que lo pasé muy mal, me hundí totalmente y aún me duele, pero el tiempo lo cura todo».

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Al baloncesto por casualidad

Jhon se enroló en el baloncesto en silla de ruedas casi por accidente porque su interés se encaminaba a los 15 años a la natación. La casualidad de que una piscina donde se dirigía estuviera cerrada, unida al encuentro con un compañero y un entrenador de BSR, hizo que probara fortuna en el deporte de la canasta. Fue subirse a una silla y desde entonces no quiso bajarse. Se marcó objetivos y a base de puro esfuerzo llegaron las conquistas, como el interés desde España, aterrizando en Zaragoza. «Me encantaba el fútbol y el baloncesto en silla de ruedas era como jugar al fútbol y me enganchó. Fue todo trabajo porque lo mío no es talento sino disciplina», reconoce.

Nacido el 7 de octubre de 1992 en Cúcuta (Colombia), sufrió un cáncer de huesos en la rodilla a sus 14 años y tuvieron que amputarle la pierna derecha. El baloncesto, icono de su gremio, acabó siendo su profesión. «En la discapacidad el baloncesto es top, es lo máximo. El fútbol está creciendo pero le falta mucho para estar tan arriba como el baloncesto», cierra Jhon Hernández, el último samurái del Mideba.

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