
Sabino, el obrero del gol que ahora gobierna
LAS CARAS DEL DEPORTE ·
El mítico delantero extremeño, que pasó por CD Badajoz, Mérida UD y Extremadura UD, es concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Los Santos de Maimona y entrenador de La EstrellaSecciones
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LAS CARAS DEL DEPORTE ·
El mítico delantero extremeño, que pasó por CD Badajoz, Mérida UD y Extremadura UD, es concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Los Santos de Maimona y entrenador de La EstrellaPocos delanteros más icónicos han salido de esta región en las últimas décadas. Sabino Sánchez Parra (Los Santos de Maimona, 1978) era uno de esos obreros del gol que, sin acaparar los focos de otros, hizo del área contraria su hábitat natural. Estuvo hasta el último momento de su carrera deportiva haciendo lo que mejor sabía hacer: zafarse de defensas rivales, encarar la portería contraria y enviar la pelota al fondo de la red. Hasta 164 veces lo hizo en partido oficial. En Primera, en Segunda, en Segunda B, en Tercera y hasta en Preferente.
No se le cayeron los anillos cuando volvió a bajarse al barro de nuevo para ascender al equipo de su pueblo, tras haber saboreado la gloria del fútbol profesional. Durante toda su trayectoria, sin importar la categoría en la que estuviese, trabajó con la misma humildad y profesionalidad que le llevaron hasta la élite. Y son probablemente esas cualidades las que han conseguido que a día de hoy se le siga recordando con cariño entre la afición del Badajoz, del Mérida y del Extremadura al mismo tiempo, una 'rara avis' dentro del fútbol extremeño. La clave, dice, estuvo en defender al máximo el escudo y los colores que llevaba encima.
Sabino también asegura que labrar esa carrera deportiva le ha costado mucho más sacrificio del que la gente se pueda llegar a imaginar. Conciliar sus obligaciones con su vida familiar no fue fácil en algunos momentos. «Cuando nació mi hija Daniela, en 2007, yo quería volverme a la región. Llegué al Mérida, pensando que me podía quedar aquí muchos años ya. Fueron dos temporadas maravillosas, pero el club descendió por impagos y me tuve que marchar otra vez», se lamenta el santeño.
Y fichó por el Benidorm, donde vivió una campaña complicada: «Fue duro, especialmente para mi mujer, con mi hija pequeña de dos años. Yo ahí me di cuenta de que tenía que volver, que había otras cosas en la vida más importantes que el fútbol. Mi familia había estado conmigo siempre siguiendo mis pasos y sacrificándose por mí, y ahora me tocaba a mí sacrificar también algo por ella. Tenía ya 32 años y quise buscar un equipo cerca de casa«. Así fue como llegó al Extremadura en el verano de 2010, aunque por entonces todavía no era consciente aún del giro radical que daría su vida en los próximos meses.
Sabino llegó a la política de rebote. Fue a inicios del 2011, a las puertas de unas elecciones municipales que decidirían si el Ayuntamiento de Los Santos de Maimona seguía gobernado por el PSOE o experimentaba un cambio de partido. Él ya había regresado definitivamente a su pueblo y le propusieron formar parte de la candidatura que iba a presentar el Partido Popular, encabezada por el actual alcalde, Manuel Lavado, para ayudar en los asuntos relacionados con la parcela deportiva. «La política era algo que yo no me había planteado nunca, mi idea era seguir vinculado al fútbol porque era lo que me gustaba y lo que yo había hecho siempre. Cuando me hicieron esta propuesta, al principio me pareció incompatible con mi situación, porque yo seguía jugando a nivel profesional, pero empecé a sopesar la idea y al final me fui convenciendo poco a poco de dar el paso», recuerda el extremeño.
Ocupó el sexto lugar de la lista presentada por el PP. Su partido ganó las elecciones, pero obtuvo solo 5 de los 13 concejales de la corporación municipal, por lo que Sabino se quedó fuera del equipo de Gobierno. Dos años después, a mitad de legislatura, uno de sus compañeros renunció por motivos laborales y en marzo de 2013 se convirtió en el nuevo concejal de Deportes del Ayuntamiento.
En pocas semanas cumplirá ocho años en el cargo -en el que ahora se ocupa también de la Concejalía de Servicios Generales-, a pesar de los dos comicios que se han celebrado de por medio. En los de 2015, el PP ganó con mayoría absoluta en el municipio y en 2019 volvió a revalidarla. La experiencia está siendo todo un descubrimiento para él y le está aportando una satisfacción plena. «Es una etapa totalmente diferente de mi vida. Me está permitiendo conocer el funcionamiento del Ayuntamiento desde dentro, que es mucho más complejo de lo que parece, y la verdad es que es muy bonito trabajar por y para mi pueblo. Tiene su sacrificio y hay cosas complicadas, pero al final lo que queremos es mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos«, señala.
Añade, además, que la gestión local no tiene nada que ver con el espectáculo que genera la política nacional. «Aquí hay muchísima más cercanía. Mucha gente no vota a los partidos, vota a las personas, y nosotros lo que tratamos es de escuchar a todo el mundo, saber los problemas que tienen e intentar darles una solución», detalla.
Sus primeros años como concejal los compaginó aún con los últimos de su carrera futbolística. En 2015 volvió al equipo de su pueblo, La Estrella, donde dos décadas antes había comenzado su trayectoria. Y allí cerró el círculo. Tuvo la mejor retirada posible, la que siempre había deseado: ascender a 'la Yeyi' a Tercera División. 'El último gran servicio de una estrella', tituló Javi Pérez en el merecido homenaje que le hizo en las páginas de este periódico. «Era otra de las cosas que tenía claras: que si podía, quería retirarme en el equipo de mi pueblo. Afortunadamente salió todo perfecto y pude cumplir ese sueño», explica.
Colgó las botas, pero no se alejó de los terrenos de juego. La temporada siguiente terminó de formarse como entrenador, aprobando el nivel 3 que le faltaba. Y, en 2017, con La Estrella de vuelta en Preferente tras su fugaz paso por Tercera, cogió las riendas del equipo. Hasta hoy, en la que es ya la cuarta temporada dirigiendo el banquillo del conjunto santeño. «Estoy muy contento de entrenar aquí. Disfruto mucho de los jugadores que tengo y aprendo de ellos cada día», recalca.
Escuchándole hablar, no es difícil darse cuenta de que es feliz haciendo lo que hace, de que está donde quiere estar, y de que en estos momentos tampoco aspira a más: «Mi ambición es seguir trabajando cada día por mejorar mi pueblo, y llegar hasta el final de esta legislatura con la misma ilusión y las mismas ganas de trabajar por mi gente. Y en el fútbol, seguir mejorando como entrenador y ya se irá viendo hasta donde puede llegar uno. Pero ahora mismo no me veo en otro sitio que no sea en Los Santos de Maimona, la verdad«.
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Lucía Palacios | Madrid
María Díaz y Álex Sánchez
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