Feliciano Guisado ha pasado los últimos siete años buceando en bibliotecas y archivos para recopilar la centenaria historia del fútbol en Barcarrota. Desde los años 20 hasta nuestros días. De la Sociedad Deportiva Barcarrota al Hernando de Soto. En 'Historia del fútbol en Barcarrota' pone en valor el peso que tuvo la localidad en el fútbol extremeño como uno de los fundadores de la Federación Extremeña en 1924 y del Colegio de Árbitros un año después. El autor aporta documentación y artículos de periódicos de la época para rescatar un hecho histórico, que por otra parte desmonta la versión 'oficial' que el propio organismo regional mantiene sobre sus orígenes. Parte de la recaudación del libro será destinada a la Asociación Española Contra el Cáncer.
–Cuando se aborda un trabajo de investigación de esta envergadura, ¿por dónde se empieza?
–Empecé por un documento que me dio Juan González Benegas, que era del periódico Madrid Sport y donde venían resultados de la Sociedad Deportiva Barcarrota de la primera temporada 1924-25. Posteriormente en ese mismo periódico aparecía un artículo que se llamaba 'Extremadura, nuevo departamento futbolístico' que es cuando se fundó la Federación Extremeña de Fútbol. El tema me gustó y el gusanillo me lo entró en el cuerpo Juan. Al principio lo que pensaba era no dejar en el olvido la época dorada del fútbol en Barcarrota de 1970 a 1980. Me metí con algunas fotos que tenía de los tiempos de Cuerda y Adelardo de los años 50 y 60 y fui a hablar con Pepe Pluma que tenía todos los carteles de esa época. Y llegué a un punto que me interesó mucho el origen del fútbol en Barcarrota en el año 1920 con Alberto de Sinsenat. Un personaje que llegó al pueblo sin conocerle nadie ni se sabía de dónde era ni dónde se fue. Ese hombre fundó el club. Se hizo corresponsal del periódico que había entonces, El Correo de la Mañana, hizo una obra de teatro titulada 'La mujer fuerte' para recaudar fondos para poner los asientos en el campo de fútbol y cerrarlo. Ahí se unieron otras personas aficionadas al fútbol como era José Barriga, que fue uno de los fundadores de la Federación Extremeña.
–Un personaje misterioso ese Alberto de Sinsenat.
–Aparte del fútbol fundó la revista Barcarrota. Editó diez números con Victorio Enciso, que era un maestro de la época. En el libro recojo el acta fundacional de la SD Barcarrota y tenía tres finalidades: el fútbol, un gimnasio y pista de tenis. He intentado averiguar algo de aquel gimnasio y de la pista de tenis y no ha habido forma. Este hombre estuvo año y medio, se piró y nunca más se supo. Se decía que este hombre era argentino y médico, pero médico no era. Lo que sí era es un artista.
«Su nieto estaba un poco molesto porque había visto la publicación de los 75 años de la Federación Extremeña y su abuelo no aparecía»
BALANZATEGUI, PRIMER ÁRBITRO
–En el libro contrasta y documenta el origen de la FExF con Barcarrota como uno de sus fundadores, un hecho que en la versión de la propia Federación está llena de imprecisiones.
–La fundación de la Federación Extremeña está ahí más que documentada. José Barriga fue vicepresidente de la primera directiva que tuvo. Por eso, al ser de Barcarrota este hombre tuve yo más interés en conocer los orígenes de la Federación. También encontré que por esas fechas había árbitros como un tal Evelio Iglesias, que era de aquí. Pero la publicación por los 75 años de la Federación se basa en la Guía Industrial de Andalucía y no hace referencia a nada de eso.
–Incluso se va a Don Benito a hablar con Ángel Coria, autor del libro 'El Deportivo', porque para la Federación el primer presidente fue Vicente Sanz.
–Hablé con Ángel para contrastar ese dato y me documenté también con su libro. La Federación se trasladó a Don Benito cuando fue Vicente Sanz presidente, pero en el año 1929. El Don Benito se fundó en 1928 y por tanto no podía ser Vicente Sanz el primer presidente de la Federación en 1924.
–Y también Barcarrota está presente en los inicios del colegio de árbitros.
–Evelio Iglesias interviene en varios partidos en la Federación. Antes de constituirse el colegio de árbitros en Extremadura vinieron de Madrid a examinar a los árbitros extremeños. En Badajoz había otro club también importante, que era el Deportivo Extremeño, lo que pasa es que su presidente creo que era un poco díscolo y tuvo problemas con la Federación. Ese club se fue a la Andaluza. Cuando se creó el colegio de árbitros los partidos que se jugaron para seleccionar a los árbitros fueron entre el Sport Badajoz y el Deportivo Extremeño. Está documentado que el Colegio de Árbitros se fundó en 1925. Era lógico porque si el primer campeonato es de 1924-25 tenía que haber árbitros federados. Y en la publicación de la Federación dice que se fundó en 1938, en plena Guerra Civil, lo que no tiene sentido.
«Adelardo venía en taxi y se quedaba en casa de Cuerda»
JUGÓ EN EL HERNANDO
–También localiza a un descendiente del primer presidente de los árbitros, Mario Balanzategui.
–Sabía que en Mérida había una farmacia que era Balanzategui y fui a hablar con él para preguntarle si tenía relación con ese hombre, me dijo que sí, que era su abuelo. De hecho me proporcionó la foto que aparece en el libro. Estaba un poco molesto porque había visto la publicación de la Federación Extremeña y su abuelo no aparecía por ningún lado. El día que Miguel Pérez le llevó la invitación para la presentación del libro dijo que no estaba seguro de asistir. Luego cuando vio la carta, que las envíe personalizadas con una copia de la página donde aparecía cada uno en el libro, y vio la documentación en la que aparecía su abuelo no lo dudó y estuvo presente. Fui a hablar con él sin saber si era, pero me lo imaginaba porque el apellido Balanzategui no es muy corriente. Es curioso porque su abuelo se llamaba Mario Balanzategui, el padre era Mario Balanzategui y él también, tres generaciones de Mario Balanzategui.
–Ahora otro barcarroteño, Dani Sánchez Mata, es el director de la escuela de entrenadores.
–Y antes de Dani estuvo Antonio Cuerda como profesor de la escuela. Barcarrota siempre ha estado muy vinculada al fútbol extremeño. En nuestra época, en los 70, había diez árbitros de Barcarrota encabezados por Quico Lara, que era un buen árbitro, lo que pasa es que tuvo mala suerte. De hecho, en los años 80 se celebró un curso de entrenadores en Barcarrota.
–Y también en el fútbol femenino.
–También fuimos pioneros con Yuni (Mari Ángeles) en el mítico Puebla Patria. Prácticamente Barcarrota ha estado presente en los inicios de toda la historia del fútbol regional en todos los niveles. En la Federación, el colegio de árbitros, colegio de entrenadores, fútbol femenino... Hay épocas buenas y épocas malas. El Sport Badajoz, Extremadura, Cacereño, Emérita y Barcarrota eran los únicos cinco equipos que había en el año 1924 en Extremadura con el campo cerrado porque había otros como el Zafra o el Montijo que no lo tenían y jugaban en segunda categoría. Barcarrota tuvo mucha importancia. Ahora puede ser el momento de que la gente siga ilusionada.
«Aquel año quedamos subcampeones de Preferente y nos invitaron. Esa noche le dimos lata al Badajoz»
TROFEO LUIS BERMEJO
–También contactó con el mítico Adelardo. ¿Cómo fue ese encuentro?
–Vino a Badajoz con motivo de un acuerdo con el Flecha. Me dio su teléfono su hermano Paco, que hizo conmigo el curso de entrenador, le conté lo que quería y me dijo que hablara con él porque Adelardo tenía muy buenos recuerdos de Barcarrota y le iba a dar una alegría. Así que quedé con él en La Marina y me atendió estupendamente. En el libro aparece una carta manuscrita por él con el escudo del Atlético de Madrid. Estuvimos hablando de Cuerda, de Pepe Pluma... Venía a Barcarrota a jugar en un taxi y se quedaba en casa de Cuerda. En la foto que aparece en el libro tendría 16 ó 17 años y al año siguiente creo que se fue al Atlético. Ahora para la presentación me llamó, al principio iba a venir, pero al cambiarse de fecha por el coronavirus y con estas circunstancias lamentó no poder asistir.
–Tanto peso tenía que hasta el Hernando estuvo en una presentación del Badajoz en 1978 en el reconocido Trofeo Luis Bermejo.
–Pero es que aquel año quedamos subcampeones de Preferente detrás del Villanovense, que fue el que ascendió. Fuimos el equipo revelación de la temporada y por eso nos invitaron. Y le dimos lata al Badajoz aquella noche. Pero pasaba otra cosa. Nosotros cuando jugábamos no había campos de hierba en Extremadura, estaba el campo del Badajoz, el del Extremadura, Don Benito y el Mérida, no había más. Cuando jugábamos en césped nos poníamos unas Marco y a la mitad del partido algunos como Albarca se las tenían que quitar porque no las aguantaban. Nos poníamos las de tacos de goma y los resbalones eran tremendos. En Cáceres no había ninguno de hierba. Eran peores que el nuestro. El nuestro cuando hicieron la reforma al subir a Preferente quedó estupendo, era una lama mezclada con tierra que era muy bueno. Como curiosidad en el primer campeonato quedamos los últimos porque creo que la SD Barcarrota solo ganó un partido. Pero claro, eran el Sport Club Badajoz entonces, el Extremadura, el Cacereño, el Emerita y la SD Barcarrota. Eran los únicos cinco equipos que había en el año 1924 en Extremadura con el campo cerrado porque había otros como el Zafra o el Montijo que no tenían el campo cerrado y jugaban en segunda categoría. Barcarrota tuvo mucha importancia.
–¿Qué es lo que más le ha llamado la atención a la hora de indagar para recopilar la historia del fítbol en Barcarrota?
–Lo que más me ha llamado la atención y donde más tiempo he invertido es en la época de la Sociedad Deportiva Barcarrota, buscar las crónicas de los primeros cinco partidos, todo el tema de la Federación y de los árbitros. La suerte es que ahora los periódicos están digitalizados y por entonces tenían cinco o seis páginas nada más, pero te los tenías que ver todo. Eran dos periódicos los que más información tenían, El Periódico de la Montaña, que se editaba en Cáceres, y El Correo de la Mañana, que era de Badajoz. Ahí aparecían todas las crónicas, además del día antes del ambiente que había y del post-partido.
–A la hora de poner en orden los datos y estructurar los temas del libro, ¿qué recuerdos lee han asaltado?
–Hay una cosa que he puesto en facebook dando las gracias porque me emocionó bastante. Es curioso. Hay una foto de una alineación de 1964 que en la presentación del libro nos juntamos siete de ese equipo. Estaba Pedro García, Eugenio Gordillo, Antonio Torres, Julio Murillo, Pepe Montero, que es mi cuñado, Luis Pérez y yo. Me emocioné y me faltó que en ese momento no se me ocurrió que es habernos hecho una foto los siete tantos años después. De la mitad de las cosas no me acordaba, pero cuando empiezas a ver los acontecimientos se te refresca la memoria.
–Va tirando del hilo y salen cada vez más cosas, ¿cómo se pone fin? ¿cuál es el momento que dice aquí ya se cierra el libro?
–Otra fuente de información buena es la revista de la feria, sobre todo en tiempos de Pepe Larios. En la revista El Jacho también, aunque más moderno. Ya tenía la estructura hecha, la Sociedad Deportiva Barcarrota, el período del primer Hernando de Soto de los 50-60 que no estuvo federado, la otra época de transición... Pero ha habido algo que no he sido capaz de encontrarlo. Hicimos un campeonato local en 1969 y sacamos una hoja deportiva con los resultados y clasificaciones. Aquello lo hicimos con una máquina multicopista que nos dejaba Fernando Duque, que fue el primer jefe de Extensión Agraria que vino a Barcarrota. Pero aquello se borraba porque era alcohol y tinta en un papel especial. Eso no lo pude recuperar. Tenía todo estructurado por épocas. Después de la guerra se empezó a jugar al fútbol otra vez en el campo de Villamartín, en la carretera de Higuera. Todo ese período de los 40 hasta la época de Adelardo me lo cuenta casualmente Lima Ballesteros. Y en los 70-80 es donde más información había y pasaron todos los equipos grandes por aquí. También había mucha información en las tres revistas que se hicieron del Hernando, con jugadores, partidos, clasificaciones... También metí el Trofeo Hernando de Soto, de gran éxito en aquella época y otro Trofeo Cadetes Antonio Cuerda que tuvo menos recorrido. Le he querido dedicar un capítulo a José González, creo que se lo merecía. Una persona que cuando nadie quería saber nada de fútbol mantuvo la llama viva, sin cobrar un duro y pendiente de los bocadillos, sacrificándose y sacando adelante al Hernando con juveniles, infantiles y todo.
–Durante la presentación del libro se resaltó la labor de Antonio Cuerda, consiguió hacer del Hernando una familia.
–En la época buena nos juntábamos en El Muelle a las diez y nos íbamos al campo a ver si estaba Timoteo y le echábamos una mano con las cuerdas y los balones. A las dos comíamos en casa y a las tres eatábamos en marcha. Después del partido coincidíamos en el bar Turismo que hacían una carne con tomate estupenda. Hemos mantenido la amistad desde entonces, no solo los del pueblo, sino con los de La Albuera. Era un ambiente muy bonito. Aquí siempre ha habido mucha afición. Otro de los temas que le he puesto mucho interés es el capítulo de los genes. Son muchas generaciones, de abuelos a nietos. La familia de José Antonio Hernández, por ejemplo. Ya su padre fue secretario de la Socdiedad Deportiva Barcarrota y ya están los bisnietos jugando como el hijo y la hija de Susi (Carmen Hernández en el Santa Teresa).
–Después de varios años dedicado solo con el fútbol base, el fútbol parece volver a cobrar fuerza en Barcarrota. La buena noticia es que este año el Hernando vuelve a competir.
–Ahora con el campo que hay y la gran labor que está haciendo Miguel García se están sentando las bases para tener un equipo en unos años. Tienen infantiles, cadetes... unas instalaciones, estructura y gente como Chico, Jorge Zafra... Y la afición de este año era de los mejores tiempos, de 300 personas en el campo. El fútbol en Barcarrota está en los genes. Desde los años de Anacleto Pérez. El que no ha sido jugador, ha sido entrenador, árbitro o su padre directivo. Prácticamente toda la sociedad de Barcarrota están vinculadas con el fútbol. Hay que intentar atraer a muchachos de pueblos de alrededor que no tienen fútbol, con las instalaciones que hay ahora aquí para que los jóvenes disfruten, siempre hay algún muchacho interesante. El año que subimos a Preferente en el 74 al año siguiente entró un equipo de juveniles en Primera Regional con Miguel Pérez, Pedro Carlos, Ramón de La Albuera, el portero Enrique de Almendral, Lenadro... Ese equipo de juveniles estaba jugando con el Vasco Núñez, Calamonte, Santa Marta, Burguillos... Pedro Carlos debutó con nosotros con 15 años en Don Benito. Luego había otro equipo de juveniles y otro de cadetes y sin tener medios ni poder entrenar porque no había luz en el campo. Con Cuerda entrenábamos todos juntos, hasta Manolo Elvira se ponía a correr. El poso está ahí.
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