Felicidad a pesar de una histórica goleada del Betis

«Nosotros decíamos en la previa que ya habíamos ganado por enfrentarnos al Betis», reconocía Felipe Gallego, de los pocos entrenadores que puede ser feliz después de encajar 12 goles. Con 0-9 se marchaba el partido al descanso y la arenga del técnico en el vestuario fue pedirles que, al menos, marcaran un gol. Y lo hicieron, regalando una inmensa alegría entre los más de 11.500 espectadores del Francisco de la Hera. «Lo han celebrado hasta los béticos», decía entre risas Gallego, que confesaba que se había llevado una camiseta del extremeño Rodri.

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Ya en la zona mixta, el futbolista de Talayuela reconocía su felicidad por jugar en casa. «Es bonito jugar contra paisanos y gente que nos admira; los goles le han dado un chute de adrenalina a mi familia y a mis paisanos que me quieren», reconocía feliz tras marcar su primer 'hat-trick' en el fútbol profesional. Rodri Sánchez se sintió como en casa en todos los sentidos; no obstante, el Francisco de la Hera se convirtió en un pequeño Benito Villamarín con la presencia de miles de aficionados béticos.

Junto al '17' verdiblanco, en la zona mixta estaba Canito, al que no dudó en saludar ante los medios. «El cabrón no paraba de correr», decía el meta del Hernán Cortés arrancando la carcajada de Rodri. «Ha parado unas cuantas y un penalti, ha tenido varias paradas de mérito», le respondía, al tiempo que añadía que también le había gustado mucho «el 6 del Hernán Cortés». Un buen piropo para Lynconl, que se tuvo que retirar lesionado en el 26.

«Veníamos a disfrutar, lo hemos intentado, pero el salto de cinco categorías está ahí», se lamentaba, sin perder la sonrisa, Canito. El portero fue uno de los jugadores más aclamados por la hinchada verdiblanca que trató de animar al futbolista que se marchó en el minuto 57 con una cerrada ovación. «Lo que me llevo es el penalti que le he parado a Willian José, a un jugador de Primera», expresaba todavía con el brillo en los ojos del que ha vivido una noche inolvidable.

Todavía sobre el campo, apenas dos minutos antes de ser sustituido por Galeano, Canito pudo vivir la celebración del gol anotado por Kike. El primero, quién sabe si el último, del Hernán Cortés en la Copa del Rey. «Se ha caído el estadio, lo han celebrado todos y eso es bonito; creo que ha sido lo mejor de la noche, no imaginábamos hacer un gol al Betis», proseguía el guardameta. «Esto nos lo llevamos para toda la vida y contarlo a nuestros hijos», concluía Canito, «creo que es el día más feliz de nuestras vidas». Qué cosas tiene la Copa. Pero ahora ya la vida sigue, para el Betis en Primera División y para el Hernán Cortés en Primera División... Extremeña.