Copa del Rey

La gran noche del Hernán Cortés

Nadie les podría haber dicho a los jugadores del Hernán Cortés hace apenas unas semanas que este 1 de noviembre estarían recibiendo al Real Betis en un estadio Francisco de la Hera que registrará un lleno histórico en Copa del Rey.

Esta localidad, de poco más de 900 habitantes, se desplazará casi en su totalidad para arropar a unos jugadores que se sentirán como futbolistas de Primera ya desde por la mañana. «El día lo hemos planteado para que nuestros jugadores se sientan por un día como un equipo de Primera División», explica Felipe Gallego, entrenador del equipo cortesino.

La intención es llegar pronto al estadio, disfrutar del ambiente y de cómo se van llenando las gradas. En definitiva, vivir su gran noche de Copa, esa que se les ha presentado tras mucho esfuerzo y pese a lo amargo de quedarse fuera de la fase de ascenso. «Parecía que habíamos hecho una mala temporada y ahora estamos viviendo algo que seguramente será más que jugar la fase de ascenso», recordaba Gallego en la previa. Pero al margen de esa concentración especial, el Hernán Cortés no ha cambiado nada esta semana, «hemos trabajado como en cualquier partido».

Tampoco en lo deportivo, conscientes de la diferencia de categoría entre ambos equipos. «El objetivo es disfrutar y que sea un día para el recuerdo; pero si damos la sorpresa, sería la bomba», dice sin esconder la sonrisa un Felipe Gallego que reconoce el dolor de cabeza que supone que seis de sus jugadores no puedan jugar, «espero que lo entiendan».

Así, también entiende a Pellegrini en cuanto a las ausencias, «es lógico que dé descanso a los más importantes». Pero advierte: «Ellos tienen mucho que perder y muy poco que ganar; en el fútbol no te puedes fiar de nadie».

La ausencia de Isco sí que ha sido un golpe para el vestuario cortesino, «porque nos hubiese encantado enfrentarnos a él o verle en el banquillo». Lo dice Juan José Moruno, jugador del Hernán Cortés, que confiesa que pese a ello «parecemos niños chicos estos días, ves a los compañeros con una ilusión enorme y hablando de con quién queremos una foto o su camiseta».

La veteranía de Moruno es la misma que la de Sergio Álvarez, capitán cortesino. «Puede que sea mi último año y es un premio», dice a horas de jugar el que será el partido de su vida. «Mentiría si dijese que estamos tranquilos», añade Moruno que desvela algunos sueños de las últimas noches: «yo en la cama ya he jugado el partido tres veces». Y, cuidado, porque en la Copa del Rey a veces los sueños se cumplen.

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