Simeone saca brillo al fondo de armario colchonero

El técnico argentino dio con la tecla para virar el rumbo de un duelo que, avanzada la segunda parte, amenazaba con sentenciar la semifinal copera en favor del Barça. El explosivo inicio del Atlético, con los tantos de Julián Álvarez y Griezmann, una estelar pareja de ataque que promete muchas alegrías a la afición colchonera, se había quedado en nada ante la espectacular reacción del conjunto azulgrana, una máquina de hacer goles este curso.

Y es que una nueva exhibición de Lamine Yamal estaba desbordando por completo al esforzado Javi Galán, relevado al inicio de la segunda parte por Reinildo a la vez que Lino tomaba el testigo de Giuliano para transformar el modelo hacia una defensa con tres hombres por dentro y Llorente y el propio Lino como carrileros.

Este primer movimiento táctico frenó provisionalmente la sangría rojiblanca, pero fue el segundo giro de timón el que propició el postrero arreón del Atlético, siempre resistente en mitad del sufrimiento. A veinte minutos del final, poco antes del cuarto gol azulgrana, el que firmó Lewandowski tras un jugadón de Lamine Yamal, Simeone renovó el frente de ataque con la entrada de Correa y Sorloth, todo un lujo para el banquillo, y ambos le dieron la vuelta al calcetín en un epílogo emocionante.

El argentino ejerció de revulsivo por enésima vez, pero desde la posición de interior derecho en la que sustituyó a su compatriota De Paul. Indetectable entre líneas, por sus botas pasó el inicio de muchas de las jugadas de peligro del Atlético. Por su parte, el noruego dinamitó el partido bajo el mismo rol que ya ejerció en el duelo liguero de Montjuic en diciembre.

Clásico ariete, poderoso en el juego de espaldas a puerta y generoso en el trabajo para fabricar espacios a los jugadores de segunda línea, Sorloth vio puerta pronto, aunque el tanto fue anulado por fuera de juego previo de Llorente. El duelo le reservaba el papel de héroe rojiblanco ya en el descuento, tras aprovechar el servicio de Lino, otro hombre de reserva que le cambió la cara al encuentro con su verticalidad por el carril izquierdo.

«Rodrigo (De Paul) se estaba saliendo, pero necesitaba piernas ahí dentro, con Marcos (Llorente) y con Ángel (Correa), que nos daban esa valentía que provoca dificultades en el rival. Sorloth le dio al equipo mordiente, Lino entró muy bien y el equipo empezó a sentirse más cómodo en el partido», analizó tras el partido Simeone, un especialista en sacar brillo a su ahora amplio fondo de armario.