Un sorbo de dos minutos

Óscar Cano reservaba de inicio a Gorka Santamaría, David Concha, Isi Gómez y Zelu, además del cambio en la portería de Limones por Gonzalo Crettaz. En cambio, puso en liza a toda su retaguardia disponible con Pardo, Gorka Pérez, Miguel Núñez, Aitor Pascual, Jilmar y Barri. Vicente Parras, por su parte, dejaba en el banquillo a los dos viejos conocidos por el Nuevo Vivero, el pacense Fran Miranda y Toni Abad, y al emeritense y ex del Extremadura Dani Vega.

Pero no dio tiempo a coger el sitio en el campo porque a los dos minutos el Alcoyano le hizo la misma que la SD Logroñés hace tres días. En un córner que cabeceaba de nuevo un central, en este caso Raúl, en el primer palo lo sacó de puños Limones y el rechace lo recogía Mourad para fusilar la portería blanquiengra. Mazazo considerable para los pacenses sin tiempo para entrar en calor y para un Nuevo Vivero ya desangelado de por sí. Pobre entrada para la necesidad de ingresos del club. Y es que el partido era más importante para la entidad que para el equipo en lo deportivo, teniendo en cuenta la plaga de bajas que presentaba y la exigencia de la Primera RFEF. Aunque los de Óscar Cano llegaban a la cita con urgencias de una victoria que se les resiste desde hace cuatro semanas y con esa intención de cambiar la dinámica se tomaba el duelo copero. Quería ganar, más allá del premio de pasar de ronda. Pero el Alcoyano cogía la Copa con inercia positiva. Y cuando se está de dulce sale todo. Impuso su autoridad en el centro del campo y mandaba en casi todos los lances del juego. Cada saque de esquina contrario era un runrún en la grada.

El Badajoz andaba perdido por el césped, con muchas imprecisiones para sacar la pelota. Le costó 20 minutos intimidar al Alcoyano en una combinación entre Sergio Benito y Tahiru que la defensa cortó in extremis. A partir de ahí empezó a parecerse a ese equipo dominador del juego y con presencia en el área rival. Tahiru trataba de explotar su diabólico esprint, pero las contras morían en el dique de Alcoi. En una de las apariciones de Tahiru conseguía colgarla al segundo palo, pero a la dejada de Jilmar al área pequeña no acudió nadie a rematar. Tímidamente se reclamó una mano, pero sin consecuencias para el colegiado madrileño. Sergio Benito también daba corriente al encuentro con su potencia, pero el equipo pacense estaba desconectado.

El conjunto extremeño había cambiado el guion del partido. Pero no llegaba con la claridad de otras veces. Más por deseo que peligro y así vio cómo se le esfumaba el primer acto sin poner en aprietos a José Juan, el héroe de la eliminación del Real Madrid hace diez meses.

El Badajoz salió decidido a neutralizar la ventaja contraria. Pero la circulación no era suficiente y los centros laterales no encontraban rematador. Y aun así la mejor ocasión fue para el Alcoyano en una contra de Ángel Sánchez que se perfiló por la izquierda y soltó un zurdazo que Limones desvió lo justo en una gran estirada para que saliera rozando el poste, aunque el árbitro señaló saque de puerta.

Óscar Cano no se lo pensó y dio entrada a Isi Gómez para adelantar líneas. Los blanquinegros pisaban más el área rival. Tahiru avisó con un potente disparo desde el vértice derecho que salió acariciando el poste izquierdo. Después lo intentaría con un remate dentro del área que golpeó en la zaga visitante.

Ante el acoso pacense, el Alcoyano lo fiaba todo a balón parado. Y ahí temblaban las piernas. Porque todas las segundas jugadas y rechaces caían del lado alicantino. En ese terreno jugaba con el reloj ante la desesperación del Nuevo Vivero. El técnico blanquinegro recurrió a la chistera de David Concha y le colocó de enganche arriba. Poco después tiró con todo con Gorka Santamaría y Zelu. Vicente Parras también movió ficha para contener la ofensiva pacense con Dani Vega, Carbonell, Fran Miranda y Jona.

Pero al Badajoz no le dio tiempo a probar las prestaciones de un once más parecido al titular porque en el 77 el colegiado señaló un penalti muy discutido de Pardo que Jona se encargó de transformar. Poco más hizo el Alcoyano en la segunda parte, pero el marcador era claro contra el Badajoz. Y cruel. Aunque tampoco es que los pacenses probaran las virtudes de José Juan. Incluso puso la puntilla en el 83 con un tanto de Ángel López ante la impotencia blanquinegra.

El Badajoz sigue sin carburar y ni la Copa le alivia su tormento.