La Real cumple el trámite ante el Omonia con suspense

Victoria sin brillo de una espesa Real Sociedad que a punto estuvo de tirar por la borda su victoria de la semana pasada en Mánchester. Porque a falta de diez minutos para el final el marcador señalaba un empate (1-1) y la grada estaba bastante enojada con los suyos. Ahí apareció salvador Sorloth para marcar el segundo tras pase de Kubo y devolver la lógica al resultado ante un cuadro chipriota muy inferior que ha hecho su partido.

El encuentro estuvo condicionado por el once que presentó Imanol, lleno de rotaciones con hasta ocho cambios respecto al que presentó el domingo en Getafe. Se notó en un menor producción en lo que a juego se refiere. Tan fácil lo ha debió ver el oriotarra que solo Remiro, Sola y Merino repitieron de inicio, quedándose en el banquillo Zubimendi, Silva, Kubo, Sorloth y compañía.

Así las cosas, con un Omonia Nicosia que daba para lo que daba y una Real sin subir las pulsaciones, la primera parte se jugó a un ritmo bajo en la que apenas pasaron cosas de interés en las áreas. En la de Remiro, desde luego, nada de nada, y en la chipriota hubo algo más de movimiento, pero sin someter a Fabiano a un asedio.

En el minuto tres pudo marcar Brais tras robar un balón a Kitsos dentro del área visitante pero su duro disparo fue bien repelido por Fabiano. En el veinte, una buena internada por la derecha de Sola no encontró rematador y, tres más tarde, un centro desde la derecha a pierna cambiada de Merino fue cabeceado por Aritz en inmejorable posición pero sin coger portería.

Después la Real fue perdiendo fuelle pero a la media hora se encontró con el gol de Guevara con el que encarriló el partido. Todo vino de un córner forzado por Rico en una carrera por la izquierda. Brais la colgó al área para que Miletic despejará hasta en dos ocasiones de cabeza, pero el rechace cayó a Guevara, que la alojó lejos del alcance de Fabiano con un fenomenal disparo desde el borde del área.

En la segunda parte se mascó la tragedia cuando en plena siesta a la Real le empataron en una jugada en la que Aritz y Remiro se durmieron ante Bruno Felipe para que el brasileño marcara a portería vacía. Era el minuto 71 y Anoeta enmudeció ante lo que estaba viendo. Para alivio local, en una jugada aislada Kubo estuvo rápido para profundizar por la derecha y Sorloth atento para enviar dentro el centro del japonés. Evitó un ridículo que habría sido histórico.

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