De los campos de tierra al golazo contra el Real Madrid

«Recuerdo aquella época, que fueron años muy bonitos. Alguna bronca me llevé de Víctor, que fue un gran entrenador y del que aprendí mucho. Era muy joven. Por suerte, ahora soy un jugador muy diferente al de entonces. He mantenido contacto con él y habla conmigo de mi progresión», comenta entre risas el carrilero del Huesca. Tan diferente que se ha adueñado por completo del flanco zurdo del cuadro oscense de Primera, un título casi de su propiedad por méritos propios. Además, el dibujo con cinco defensas de su actual entrenador, Pacheta, le beneficia en su juego porque le permite adelantar metros con su velocidad sin dejar desguarnecida la parcela defensiva. «La verdad es que me siento muy agusto aquí, en el club, que es muy familiar, la ciudad... La adaptación fue muy buena desde que vine. El primer año hubo más rotación, pero en éste estoy teniendo mucha continuidad y estoy muy contento. El sistema me ayuda. Con Míchel también. Sabes que puedes avanzar pero tienes las espaldas cubiertas».

Desde ese carril izquierdo partió la obra de arte del exblanquinegro. En una rápida salida en la que cogieron fuera de posición a la zaga madridista, el esférico cruza de banda a banda hacia su costado hasta que Galán arma la pierna y le pega con tanta potencia como colocación. Allá donde duermen las arañas, como se suele decir y cero posibilidades para Courtois de oponer resistencia. «Fue muy rápido. Mikel Rico abre en profundidad a Okazaki y como carrilero puedo llegar a zona de remate, la controlo y le pego a bote pronto y la meto», describe.

Javi Galán no recuerda haber anotado un tanto como ese en el Badajoz, donde actuaba como extremo. «Marqué alguno, pero tan bonito no creo. La pena es que no sirvió para la victoria, pero es mi primer gol en Primera y estoy muy contento. He recibido muchas llamadas desde mi tierra de amigos, familiares, etc. Tengo el móvil hasta arriba».

El futbolista pacense considera que la situación en la tabla de su actual equipo no se corresponde con la realidad de lo que sucede en los terrenos de juego. «Aunque en la clasificación vayamos últimos, si al final ves todos los partidos en casi todos competimos aunque luego por algunas circunstancias se nos escapen».

Sigue muy de cerca el ilusinante momento que atraviesa el CD Badajoz desde el aterrizaje de Joaquín Parra. «He visto algunos partidos, lo sigo por redes y estoy pendiente. Cuando estuve allí conseguimos ascender a Tercera pero todo ha cambiado mucho. Me alegro un montón de que las cosas vayan tan bien, los nuevos que han entrado han logrado que la ciudad esté volcada con el equipo y ojalá este año sea el del ascenso después del intento ante el Barça B. Es muy bonito que el estadio esté lleno, aunque ahora no se pueda por la pandemia».

En una entrevista con este diario en 2019 expresó que le gustaría retirarse algún día en el Badajoz, ese destino donde se le conocía como 'Rooney' por su parecido con el astro británico si bien ahora deberían llamarle Giggs. Lo mantiene, pero ahora con un escenario diferente pues en su localidad natal se suspira incluso con la Primera División. «Ojalá me lo encuentre en Primera. Es el equipo de mi ciudad, donde comencé a sentirme futbolista y el que llevo dentro», apostilla.

Una vez alcanzada la cima, su próximo reto es mantenerse en ella. Y más ahora que ya está acostumbrado a las incomodidades del duro protocolo anticovid. «Todo jugador sueña con permanecer muchos años en la mejor liga del mundo». Con goles como el del sábado, eso está hecho.