«Este fútbol es muy diferente, muy frío»

El parón por el confinamiento pilló a Rober Correa (Badajoz, 20-09-92) en plena rampa de despegue. Solventadas sus lesiones de tobillo, entra en los planes de Mendilibar para un Eibar que regresó a la temporada nada menos que ante el Real Madrid. El lateral diestro conversa con HOY sobre lo raro que le parece este nuevo fútbol carente de público y tal vez con exceso de sobreprotección del negocio.

–Vaya forma de retomar la Liga, ante el Real Madrid...

–La verdad es que sí, y encima sin amistosos para prepararnos. Sabíamos que sería un partido muy complicado y que sacar los tres puntos contra ellos o algo positivo es muy difícil, pero el equipo dio la cara y estuvimos muy cerca del 3-2 y remontarles y con eso nos quedamos. Se encontraron con un gol rápido y se nos complicó. En la primera parte sí estuvieron bien, pero en la segunda, si metemos la que tuvo Pedro León, les ponemos en aprietos.

–¿Se relajaron demasiado los de Zidane tras el descanso?

–Yo creo que al principio pensaron que estaba ganado, pero luego intentaron reaccionar y no les dejamos. Además, perdieron a Sergio Ramos, que les da mucho. También Carvajal. Lo notaron mucho.

–Y después de los blancos, la visita del Athletic. Una pena no aguantar ese 2-1.

–Una lástima porque los tres puntos nos hubieran dado la vida, más que a nivel clasificatorio, a nivel mental porque el equipo lo necesita. Pero nos quedamos tranquilos por cómo hemos competido estas dos jornadas. Si competimos así, no habrá ningún problema para conseguir la permanencia.

–No os podéis descuidar, la zona peligrosa está cerca.

–Claro. Las sensaciones son buenas, pero estamos ahí metidos y hay que sacar una victoria cuanto antes.

–Quería que alguien desde dentro me contara cómo es este nuevo fútbol postcovid, en qué ha cambiado, cómo han sido estas dos primeras jornadas.

–Las sensaciones son muy diferentes. Llegas muy frío. Es todo muy protocolario, estás más atento al principio a hacer las cosas que te dicen o incluso estás más preocupado por que te tomen la temperatura, los guantes, las mascarillas, todo eso. Este fútbol es muy frío, no tiene nada que ver. Tú entras en un campo y desde el calentamiento la gente ya está achuchando, animando a los suyos, o insultándote, que también los hay. Es diferente, pero es lo que hay y hay que adaptarse. Esperemos que sea por poco tiempo, solo este último tramo de la temporada y que no haya rebrotes, porque entonces la próxima temporada será todo así. Es que no tiene nada que ver jugar sin público, la diferencia te aseguro que es brutal, tanto para lo bueno como para lo malo, porque tampoco gusta que te piten o el runrún típico si estás achuchado pegando balonazos. De inicio, parecen amistosos.

–Debe asustar más jugar en el Bernabéu ante el Madrid que en un Alfredo Di Stéfano vacío. ¿Eso os beneficiaba, no?

–Por mucho que se comente, nosotros nos decíamos antes del partido que contra esta gente tienes las mismas posibilidades. Es que son muy buenos. Tienen las ideas claras y cuando juegas contra ellos te das cuenta de que son superdotados de este deporte. Son rápidos, fuertes, inteligentes, no fallan un pase o un control y parece que es fácil, pero luego te llega el balón y compruebas que no es tan fácil.

–En la primera parte tienes a un tal Hazard y un tal Benzma o Rodrigo por tu flanco diestro y en la segunda, como premio, te meten a Vinícius...

–Madre mía. Cuando me sacaron al otro pensé...¡ahora, con el calor que hace, me voy a hartar a correr al espacio con el 'bicho' este!.

–Y no os sentís un poco bichos raros con tanta mascarilla, guantes, seguridad, sin poder tocar a nadie, etc.

–Sí es raro. Porque en los entrenos estás con los compañeros, las risas, y llega el partido y el banquillo está a varios metros, no puedes hablar con ellos, es un poco contradicción. Se te olvidan las cosas, como ponerte la mascarilla y enseguida te lo recuerdan, pero es el fútbol que toca ahora.

–En lo individual, ¿cómo te han recibido en el Eibar?

–Bien, muy bien. Es un gran vestuario. Al principio tuve muchas lesiones de tobillo, pero justo antes del confinamiento ya estaba estabilizado y jugué contra la Real Sociedad y después estos dos partidos seguidos, en los que he estado muy fuerte y muy contento. Es mi momento. Quiero aprovechar la oportunidad dse la Primera División y de momento el mister está confiando en mi, aunque será complicado jugar todos estos partidos porque hay riesgo y sería casi inhumano. Disfrutar de este momento me da la vida.

–Con el parón y ahora el atracón de partidos, supongo que el miedo a las lesiones será máximo.

–Sí. Los médicos y fisios son muy precavidos. Cualquier tipo de molestia significa que no hay que arriesgar porque una rotura te deja fuera hasta el final. Hemos recibido una charla de un preparador físico de la NBA, el de Ibaka, porque allí juegan casi cada dos días y en el club están cuidando mucho todo eso.

–Llegas al Eibar con la consigna de hacer olvidar a Peña, un peso pesado de ese vestuario. No será fácil.

–Para nada. Vinimos Álvaro Tejero y yo para suplir ese hueco. Él tuvo un papel increíble. Cuando llegas intentas adaptarte cuanto antes. Al principio quieres demostrar lo máximo y después ya estás más tranquilo porque te han firmado para sustituirle.

–Firmas por tres años, lo que implica una buena ocasión para consolidarte en Primera.

–Exacto. Hasta junio de 2022. Me quedan otros dos y yo quiero demostrar que puedo ser un futbolista válido para la Primera División. Es mi reto, espero conseguirlo y que el mister confíe en mi.

–¿Cómo es Mendilibar? Es todo un clásico de nuestros banquillos, aunque estará mosca con la expulsión ante el Athletic.

–(Risas). Bueno, se le pasa rápido. Es un buen tío, se puede hablar con él. Tiene mucho temperamento en los partidos pero en los entrenamientos gasta bromas y es abierto. Aquí dicen que es un 'paisano'.

–Y poco después de que termines la competición, será turno de tu Badajoz.

–¡Hombre claro¡ Lo hablo mucho con César (Morgado, con quien coincidió en el juvenil) que tenemos mucha amistad y me cambié la camiseta con él en la Copa. Ojalá asciendan porque es muy bueno para el club y la ciudad. Tener un equipo en Segunda es muy bonito. En el Badajoz están haciendo las cosas muy bien con Joaquín Parra y pueden conseguirlo. Y si no se logra tampoco hay que echarse las manos a la cabeza porque el playoff es muy difícil. Mira el Cartagena, con el dinero que ha metido estos años. Hay que agradecerlo y seguir creciendo de la mano de este hombre.

–¿Qué recuerdo te dejó la Copa del Rey y el partido en el Nuevo Vivero ante el Badajoz?

–Pues muy bonito. Acabé un poco jodido por el resultado porque nos eliminasteis (se ríe), pero con mucha ilusión. Y para mi padre más todavía, al ver a su hijo con un Primera División allí.

–Tú que ya tienes experiencia en este nuevo fútbol, ¿qué aconsejarías a los blanquinegros, quese jugarán la vida en una final tras cuatro meses sin partidos?

–Sobre todo, que se cuiden y dosifiquen mucho. Te das cuenta de que el que se haya cuidado un poco más marca una pequeña diferencia. Y también que entren al partido muy metidos, porque se les va a hacer muy raro por la sensación de amistoso que te decía antes. Y eso te puede matar.