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Sábado, 30 de mayo 2015, 20:32
A la primera, porque siempre es mejor no esperar, el Mérida ha regresado a Segunda B, una categoría prohibida para el club romano desde la temporada 2008/09. De hecho, se trataba de otra entidad por aquel entonces, comandada desde el banquillo por Milojevic y desde los despachos por Fouto hijo. Ahora, bajo la denominación de Mérida AD, el conjunto capitalino regresa al bronce después de una espectacular temporada. Ya ha olvidado el golpe del pasado curso ante el Langreo. Esta vez el infortunio no se repitió y en San Lorenzo, el feudo del Laredo, los de Ángel Alcázar certificaron que son un equipo de superior categoría. Un gol de Joaqui Flores cerca del descanso (m.37) casi puso la puntilla a una eliminatoria cuyo marcador permanecía inalterado en sus primeros 127 minutos. Antes de ese instante hubo poco reseñable, con apenas un par de cabezazos sin suerte de Toni.
Pero tocó sufrir. El tanto emeritense alteró el plan de los locales, que, obligados por el resultado, adelantaron líneas e introdujeron en el campo a Dani y Vinatea. En el minuto 2 tras la reanudación su mayor riesgo obtuvo premio y logra el empate por mediación de Bubu. El 1-1 seguía favorable al Mérida por el valor doble de su gol, pero uno más del Laredo le impedía el ascenso directo conminándole a una segunda ronda que nadie en Mérida quería. Con las tablas en el electrónico el choque pasó por una etapa de desconcierto y muchas interrupciones. Todo estaba abierto y el cuadro cántabro volvía a asustar la meta extremeña mediante Bubu, su futbolista más incisivo. El arquero Manu tenía trabajo ante las acometidas cántabras. En el Mérida, Alcázar quitaba al amonestado Amaro dando entrada a Carrasco.
Los locales seguían buscando con insistencia la victoria y los visitantes aguardaban alguna jugada aislada o alguna contra para sentenciar. Casi lo hace Mansilla en un saque de esquina pero su testarazo se marchó fuera. Los extremeños continuaban defendiendo su mínima renta y el paso del tiempo ponía contra las cuerdas a su rival. Pese a los evidentes nervios,la fiesta romana crecía en las gradas de San Lorenzo. Más de 700 gargantas dando el último aliento a un Mérida que acabó cerrando el ascenso. Y en plena fiesta y sufrimiento, con un añadido interminable, legarái la sentencia de Dani Alonso para el 1-2 y finiquitar cualquier duda. Seis años después, el Mérida retorna a Segunda B.
El Deportivo Pacense, en Tercera
Si había algún club pendiente de lo que ocurriera este domingo en la visita del Mérida a Laredo, era el Deportivo Pacense. El equipo de Badajoz no pudo certificar su salvación en la última jornada ante el Don Benito y cayó al descenso arrastrado por la angustiosa salida de Segunda B del Arroyo, aunque pendiente de cualquier ascenso de alguno de los cuatro extremeños de Tercera con eliminatoria en curso hacia la categoría de bronce. No hubo que esperar demasiado y el Mérida regaló al Deportivo ese empujoncito por el que los de Macarro permanecerán en Tercera durante su segundo año de existencia.
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