Álex Corredera salva un 'match ball'

Corazón. Empuje. Alivio. Por ese orden. El Badajoz no tenía otra salida que la victoria y la consiguió con fe, sufrimiento y constancia. Álex Corredera salvó un 'match ball' y acabó con un Marbella que llegaba invicto. Victoria de prestigio de los blanquinegros para dar un voto de confianza a su proyecto y salvar la cabeza de Mehdi Nafti. La necesitaba como el comer.

Nafti consciente de lo mucho que se jugaba y del potencial ofensivo de su rival quiso proteger su puerta y cargar de munición arriba. Apostó por tres centrales (Pablo Vázquez, Iván Casado y César Morgado) y dejó los dos carriles a Toni Abad y Héber Pena para surtir de balones a los dos puntas Jairo Morillas y Gorka Santamaría. Finalmente Sergi Maestre no se recuperó y Caballero asumía la batuta del juego con Álex Corredera y Guzmán de enganches. Decía el técnico blanquinegro que estaba intentando buscar soluciones a los problemas de su equipo y optó por cambiar de dibujo. Algo no funcionaba y había que probar algo nuevo. Y es que en los últimos partidos al Badajoz siempre le marcaban y arriba le costaba hacer gol. Con esa puesta en escena el equipo pacense ofreció más que su rival. Tomó el control del juego y apretaba arriba la salida del Marbella.

Tras un inicio de tanteo el Badajoz dio el primer aviso con un excelente cabezazo de César Morgado en un centro de falta de Álex Corredera que Wilfred impidió que se colara dentro sacando una mano prodigiosa. El Badajoz asumía riesgos en la presión y el árbitro castigó en exceso las rupturas blanquinegras. Al cuarto de hora ya tenía a sus dos carrileros con amarillas con lo que eso conlleva para sujetar todo el partido las cabalgadas de Samu y Mustafá.

El Badajoz se siente más cómodo con espacios y se notó en esos primeros quince minutos de buen juego y carga sobre el área rival. A partir de ahí los blanquinegros se guardaron un poco. Achuchó lo suyo el Marbella en el ecuador de la primera parte y con su empuje hizo sufrir al cuadro de Nafti. Los azulinos pusieron en aprietos a los pacenses en sus mejores minutos siempre a balón parado. César Morgado sacó bajo palos la más clara tras un despeje de Kike Royo en un saque de falta y en el córner siguiente el portero blanquinegro tiró de sus reflejos felinos en un paradón a bocajarro. Después de esos cinco minutos de agobio vuelta a empezar para el Badajoz, que tímidamente recuperaba su dominio. El Marbella seguía a lo suyo y con buena circulación de la pelota se plantaba sin problemas en los dominios de Kike Royo. Los visitantes la tocaban con criterio y golpeaban con decisión arriba. Mustafá dispuso de otra ocasión en un remate de cabeza que Kike Royo sacó a una mano por encima del larguero.

La ofensiva blanquinegra se volvió intermitente y su mayor peligro llegó a balón parado provocado por los caracoleos de Guzmán en la media luna. Pero ni Álex Corredera que se encontró con un soberbio Wilfred ni Jairo Morillas que la lanzó alta tuvieron fortuna.

Nafti apretó las tuercas al descanso y el Badajoz salió lanzado en busca de romper el molde marbellí. Y Álex Corredera dio con la fórmula tras un robo de balón con un disparo con algo de fortuna al golpear en un contrario que pilló por sorpresa a Wilfred.

El equipo de Nafti gritó aliviado. Se liberó y quiso ir a por más. Tuvo el segundo en la cabeza de Gorka Santamaría en un centro perfecto de Toni Abad. Guzmán lo intentó en otra falta sobre la media luna que se le marchó por encima del larguero.

El Badajoz tenía al Marbella noqueado, pero todavía quedaba por delante toda la segunda mitad. Tumbado sobre la lona seguía dando coletazos en su lucha por ponerse en pie, pero a merced de un Badajoz corajudo y con el corazón a mil pulsaciones.

Al Marbella no le quedó más remedio que abrirse y eso lo aprovechó el Badajoz para poner en acción a sus jugadores más rápidos. Guzmán lideró una contra abriendo sobre Héber Pena que entraba como una exhalación por la izquierda, el extremo se paró, levantó la cabeza, recortó y la puso atrás a Jairo Morillas en el punto de penalti cuyo remate desviaría a córner la defensa visitante.

David Cubillo trató de reaccionar con varios cambios y Nafti buscó la velocidad de Carlos Portero y Adilson para descoser del todo las costuras ya entreabiertas del Marbella.

La línea de tres blanquiengra se mostraba muy segura atrás ante las avanzadillas azulonas. Y cuando recuperaba rápidamente montaba el contragolpe con Adilson, Héber y Carlos Portero preparados con el turbo en marcha. Carlos Portero protagonizó una de sus filigranas con cacha incluida, asistía a Héber pero su disparo se fue desviado. El Badajoz quería finiquitar el encuentro, pero no podía.

La más clara para haber sentenciado y que agitó al Nuevo Vivero fue una salida fulgurante de Álex Corredera con todo el campo por delante y con el portero adelantando y que fue empujado descaradamente por Añón siendo el último hombre. El colegiado Busquets Ferrer solo sacó amarilla lo que provocó el enfado monumental y la pañolada de la grada.

En plena escaramuza blanquinegra, Gorka Santamaría irrumpió dentro del área pequeña para estrellar el balón al palo. El tremendo golpe seco resonó en todo el Nuevo Vivero deseoso de ese segundo gol de la tranquilidad. Nafti trató de guardar su valioso tesoro dando sus primeros minutos a Traoré por un ovacionado Álex Corredera.

Los cuatro minutos de descuento se clavaron como un puñal de hielo en todo el graderío. Interminable. Una gran jugada de Mustafá encogió el corazón del Nuevo Vivero, pero el disparo de Añón sobre la frontal se le fue alto.

El Badajoz se defendía con uñas y dientes. El tiempo corría y con el ansiado pitido final salvó una situación comprometida. Nafti respira algo aliviado tras una semana convulsa. El equipo pacense necesita de una semana de tranquilidad para creer en su proyecto y ganar en confianza el vestuario.