El Badajoz se pone en modo líder

Público no, público sí. Y este domingo la afición demostró que estará ahí arropando a su equipo truene o nieve. El Badajoz le correspondió con un partido serio, en el que siempre se sintió cómodo y dejó la impronta de su candidatura a todo. El equipo blanquinegro ya es líder gracias a los goles de Jesús Clemente y Dani Aquino y la derrota del hasta ahora intratable Melilla en el Romano de Mérida. La receta del doctor Estévez continúa dando sus resultados y el equipo pacense mantiene el pulso por llegar al playoff con el mayor número de puntos posibles. Finalmente no se jugó a puerta cerrada, pero el Badajoz sí selló la suya por tercer partido consecutivo con Saldaña de nuevo bajo palos. El Badajoz bailó bajo la lluvia para ponerse al frente de la tabla antes del parón.

Adilson le puso una marcha más al partido y con sus acelerones mantuvo contenido al Villarrubia atrás. Bastante entretenimiento tenía para parar los golpes pacenses como para aventurarse a salir de su territorio. El Badajoz jugaba a otra velocidad. Con toque, precisión, robo y salida fulgurante en busca del área rival. Calidad tiene de sobra y jugadores en su puesto para ejucutar el plan. Otegui es todo un espectáculo para provocar esos contragolpes sacando su escoba en la zona ancha y agitar las bandas o a Álex Corredera dispuestos a iniciar la acción. En ese punto, los pacenses imponían un ritmo trepidante en tres cuartos. Gorka Santamaría no se ahorra ni un esfuerzo y realizó un trabajo descomunal en la primera línea de presión. De eso se aprovechaban Adilson y Corredera para encender la mecha y enfilar a portería. En una de esas recuperaciones, el balón Gorka recibía en la media luna y al primer toque metió espectacular asistencia sobre Jesús Clemente viendo que le desbordaba por su lado y no falló en su duelo con Irutagüena. El joven jugador pacense es el descubrimiento de la pretemporada que con el campeonato en curso ya es toda una realidad. En las cuatro jornadas ha sido titular y ante el Villarrubia obtuvo el premio merecido a su constancia.

El Badajoz ya había hecho lo más difícil que era romper la muralla amarilla. Tenía el partido donde quería para meterle chispa y propulsar a sus velocistas.

El Villarrubia sentía la asfixia. El Badajoz no le dejaba carburar ni pensar. Le tenía sometido con una autoridad incontestable. Sergi Maestre quedaba como el vigía en la retaguardia y desde su posición avistaba tierra para marcar la jugada y que sus compañeros llegaran a buen puerto.

Adilson seguía siendo una pesadilla para la zaga visitante con sus apariciones entre líneas y arrancadas. Siempre que cogía el balón sorprendía y hasta su lucha a destajo le llevó a robar más de un balón y fabricarse alguna ocasión que despejó el portero.

El Badajoz se anticipaba a todas y eso facilitaba las rápidas transiciones. Pero con el gran aguacero que cayó durante el último tramo de la primera mitad parecía que los pacenses se encogieran un poco y apenas inquietaron el área visitante.

El técnico Javier Sánchez movió ficha y sacó a Humet, sin apenas participación desde su islote arriba, y a Carlos Javier, ya con una amarilla. Los extremos afilados blanquinegros, unido a unos laterales incisivos como Dani Fernández y Tomás obligaban a extremar las precauciones atrás.

Fernando Estévez esperó al cuarto de hora para refrescar a su equipo. Retiró a Gorka y Álex Corredera que se habían vaciado y dio entrada a Dani Aquino y David Concha para seguir exprimiendo al máximo a su rival. La apuesta le resultó a los cinco minutos cuando el delantero murciano remachó pegado al segundo palo un saque de esquina muy cerrado para hacer el tranquilizador 2-0.

El Villarrubia no frenó en su ímpetu y se mostró más decidido en el último tramo. Pero de poco le sirvió porque el Badajoz no le permitió ninguna alegría. Bien plantado y seguro atrás, César Morgado y Pablo Vázquez solventaron sin problemas el poco trabajo que tuvieron.

Jesús Clemente pudo ampliar la ventaja al ver adelantado al portero en un despeje fuera del área pero se le marchó alto.

Ambos técnicos completaron el carrusel de cambios en las tres ventanas y el Badajoz aprovechó para probar una versión diferente en su ataque con Guzmán, Aquino, Alayeto y David Concha. Lo intentaron sin excesivo peligro. Cuando el reloj ya marcaba el 90, en una rápida contra David Concha tuvo un mano a mano con el portero que le sacó en la misma línea.

El Badajoz se marcha al descanso del campeonato como líder y su afición entusiasmada.