El banquillo blanquinegro pide paso

Todos suman. La máxima para cualquier entrenador se cumple con creces en el equipo blanquinegro. Fernando Estévez dispone de alternativas de garantías en su vestuario. El Badajoz tiene soluciones en su banquillo. Más bien en su plantilla porque con el nivel parejo de los futbolistas cuesta diferenciar entre titulares y suplentes. En este primer tramo de la competición, el técnico blanquinegro ha partido con una base de seis o siete fijos en el once y una rotación en otros puestos, principalmente en la parcela ofensiva. La defensa, unida a los indispensables Sergi Maestre y Álex Corredera como referencias, son intocables, aunque Aitor Pascual pide paso tirando la puerta abajo tras su golazo de falta directa ante el Socuéllamos. «Hay gente que está trabajando, viene apretando y tiene su oportunidad», comentaba Estévez en alusión sobre todo al empuje del joven lateral ferrolano.

Aitor Pascual se expuso en el escaparate y se lució. Ya jugó todo el partido completo la semana anterior ante el Melilla por la sanción de Dani Fernández al tener que cumplir ciclo de cinco amarillas. «Pascu podía haber salido con mala actitud porque después de haber sido titular y completar un gran partido ha entrado Dani Fernández. Cualquiera de los dos podía haber jugado y no me hubiese equivocado», admitía el técnico granadino.

Cedenilla también reclama un sitio, aunque no ha disfrutado de tantas oportunidades y su aportación se limita a dos partidos en los que apenas llega a 16 minutos casi testimoniales entre Talavera de la Reina y Melilla. Estévez siempre se acuerda en sus comparecencias posteriores a los partidos especialmente de los dos laterales y tiene buenas palabras hacia ellos por su actitud, compromiso y trabajo diario. «Es una 'putada' que Cedenilla no pueda tener minutos porque ha completado una semana espectacular», lamentaba en su última intervención pública tras la goleada del domingo. En los extremos, David Concha, Guzmán, Alayeto y Jesús Clemente se han repartido las titularidades con la inclusión de Otegui por el centro dando mayor presencia ofensiva a Álex Corredera en esa variante.

El exquisito fondo de armario del equipo pacense se traduce en puntos. Ocho de los 21 goles blanquinegros llevan el sello de jugadores que salieron desde el banquillo. Dani Aquino es su máximo exponente con 3 tantos. El delantero murciano aprovechó sus minutos y marcó ante Don Benito, Villarrubia y Socuéllamos. Esa secuencia productiva de los primeros partidos le valió para ganarse la titularidad y aumentar su cuenta particular en sus dos siguientes compromisos ya de inicio frente a Villarrobledo y Talavera. Es el pichichi del equipo blanquinegro con 5 goles y del grupo 5 junto a Megías (Socuéllamos), Rubén (Rayo Majadahonda) y Hugo Duro (Castilla). Aquino ha compartido la punta de ataque en dos ocasiones con Gorka Santamaría (Villanovense y Mérida), mientras que con Ernest Forgas solo ha coincidido una vez en el once (Talavera). En esa nómina de goleadores revulsivos también aparecen Gorka (Villarrobledo), Forgas (Villarrobledo), Guzmán (Talavera), Jesús Clemente (Socuéllamos) y Aitor Pascual (Socuéllamos). «Es muy fácil que los cambios eleven el nivel porque los que salen quieren aprovechar su oportunidad y ese hambre tenemos que seguir fomentándolo», exponía Estévez.

La irrupción de Aitor Pascual amenaza con romper el molde perfecto de una defensa que se muestra impecable. Dani se retiró con molestias en el descanso y el de Ferrol recogía en parte la recompensa por su gran actuación la jornada anterior. «Pascu tiene esa actitud de saber que va a estar preparado y me lo pone muy fácil. Dani podía haber seguido jugando, pero hemos decidido que no por precaución y porque tengo la solvencia de que Pascu está con ganas y de demostrar que vale. Eso lo premiamos día a día», explicaba el técnico.