El Badajoz se abandona en el descuento

El Badajoz tuvo su primera victoria en casa en la mano, pero en un final de locos, con una tangana entre jugadores incluida,se dejó escapar dos puntos que tenía amarrados como un tesoro. El equipo blanquinegro puso fin a su sequía realizadora en el Nuevo Vivero, pero se encontró con dos golpes inesperados de El Ejido en un penalti muy discutido y una última jugada en la prolongación con seis minutos añadidos que puso en silencio a la grada y la irritación.

Francis Ferrón se había convertido en el gran protagonista. Volvió a marcar y a elevar las ilusiones blanquinegras para asomarse al grupo de cabeza. Pero no pudo ser. El cazador también sale de caza en casa. Con tres piezas en su zurrón en los dos cotos fuera de Badajoz ya tocaba abrir la veda en el Nuevo Vivero. El gol es sinónimo de Francis Ferrón. El de Algeciras se cobraba su cuarta pieza para inaugurar el casillero de goles en casa después de dos partidos de sequía. José Higón pondría el segundo minutos antes de que El Ejido recortara distancias en el rechace de un penalti que detuvo Kike Royo. El Badajoz tenía por delante quince minutos para defender su triunfo y sufrir las acometidas almerienses.

El Badajoz comenzó con el mismo guion de anteriores partidos. Quiso el balón y lo manejó al ritmo que imponía Damián Petcoff. El argentino guiaba a los blanquinegros a poner cerco a la portería de Aulestia. A El Ejido le costaba salir de su campo, pero cuando lo conseguía se plantaba con cierto peligro por las bandas sin llegar a molestar a Kike Royo. Jesús Rubio lo intentaba pero se encontraba con la buena colocación de Mario Gómez. Eneko Zabaleta tenía banda ancha por la izquierda y daba licencia a Guzmán para crear de las suyas arriba. En una de sus arrancadas conectó con Francis Ferrón que resolvía con ese golpeo en la diagonal que le caracteriza rozando la escuadra.Tenía ganas el algecireño de estrenarse en el Nuevo Vivero. El Ejido respondería con un disparo lejano de Fermín que atajó sin complicaciones Kike Royo.

Los de Patxi Salinas seguían ensanchando el campo y dando profundidad a su juego para hacer daño a El Ejido. Pero el equipo almeriense mantenía sus líneas muy juntas y se mantenía bien ordenado sin dejar un a la improvisación. El fin de la sequía del Nuevo Vivero se intuía por el empuje pacense. Tenía que llegar por goteo. Y Damián Petcoff se encargó de regar la cosecha. El argentino sacó un córner directo que no fue gol olímpico porque Aulestia despejó de puños en la misma línea. De ahí floreció el tanto blanquinegro con el centro de David Martín que recogió el infalible Francis Ferrón para inaugurar el marcador local del estadio pacense.

El Badajoz se dio un respiro y permitió que El Ejido penetrara sus líneas, aunque sin excesivos agobios. Por arriba la película continuaba con los mismos protagonistas con Guzmán y Ferrón encontrándose y dibujando triangulaciones que hacían vibrar al público. Los dos se asociaron para que Ferrón repitiera casi sin ángulo su golpeo favorito que salía rozando otra vez la cruceta. Al filo del descanso el goleador blanquinegro se fabricó una jugada personal en apenas un metro cuadrado para ver la entrada de David Martín que a su vez asistía sobre Guzmán que se plantaba solo ante Aulestia y le sacó una mano prodigiosa.

El segundo tiempo arrancó con aviso serio de El Ejido. Velasco tuvo en sus botas la ocasión más clara de su equipo tras dejarle Alfonso cara a cara con Kike Royo y el guardameta blanquinegro evitar un gol cantado con los pies. Inmediatamente reaccionó con furia el Badajoz con un centro de Higón que cabeceó Ferrón con fuerza desviado. Alfonso empezó a ver hueco por su carril zurdo y los pacenses sufrían. El '11' almeriense habilitó sobre Jesús Rubio y el placentino armó un potente disparo que obtuvo la respuesta de Kike Royo con un paradón.

Alberto González metió más munición con la entrada de Carralero por un exhausto Alfonso y Salinas hizo debutar a Kamal tras pasarse toda la pretemporada inédito por una lesión en busca de ganarse el centro del campo. Higón trazaba desde la derecha centros que invitaban a una mayor ambición blanquinegra. El extremo culminaría una contra que remacharía en el otro flanco a la red.

Pero cuando todo parecía que sería el partido más idílico del Badajoz llegaría el penalti que llevaría el suspense al Nuevo Vivero. Corral caía en el área y el colegiado melillense tardó en señalar la pena máxima. Carralero se enfrentaba desde los once metros a Kike Royo y a pesar de que el portero blanquinegro le adivinó la intención y detuvo el penalti el rechace le volvería a caer al lanzador celeste que le pegaría mal, pero Pino muy atento no perdonaría para recortar distancias.

Tocaba sufrir al Badajoz. Salinas recompuso su sistema a una defensa de cinco con la entrada de Cristian Pérez por Higón. Los tres puntos no se podían escapar del Nuevo Vivero. La tensión se palpaba en los dos equipos. Prueba de ello fue la tangana que se formó entre los jugadores en un saque de banda con Fermín y Sergio Jiménez, desde el banquillo, amonestados y el segundo entrenador del Badajoz expulsado.

El tiempo se le hacía eterno a los pacenses. Los nervios se palpaban a pie de césped y en la grada. Guzmán tuvo la sentencia en un mano a mano que salvó de forma espectacular Aulestia. Y en el siguiente arreón de El Ejido ya en el 96 Samu Corral enmudecía el Nuevo Vivero con el empate que llena de rabia a los blanquinegros que ya se veían en el grupo de cabeza.