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Aunque las relaciones entre ambos clubes estaban siendo muy cordiales en los últimos tiempos, la resolución aprobada por la Federación Española de Fútbol respecto al final de la competición no profesional ha propiciado un duelo en las redes sociales y medios de comunicación entre las cúpulas de Badajoz y Mérida. Si en la antigua Roma era la arena del Coliseo donde se citaban los gladiadores, en la nueva modernidad son las redes y medios donde saldar cuentas, incluso sin mencionarse el uno al otro, todo muy impersonal.
La incontinencia verbal o el exceso de sinceridad del propietario blanquinegro, Joaquín Parra, le condujo a multitud de periodistas, entre ellos este diario, a los que calificó como un regalo federativo en forma de salvación la resolución de la liga sin descensos. «Si a otros les regalan la salvación, yo quiero un ascenso», protestó varias ocasiones en radio, televisión y prensa. Nunca mencionó directamente al Mérida, pero la histórica rivalidad entre ambos invita a pensar en su alusión.
Parra no ha parado de trabajar en este confinamiento para preparar el deseado regreso de su primer equipo, como tampoco de hacer declaraciones incómodas, por ejemplo para el Cartagena, cuando atisbó la posibilidad de algún positivo por COVID-19 que diera por finalizada la fase de ascenso en beneficio de los primeros. El empresario andaluz encabezó también desde el Nuevo Vivero una propuesta de remodelación para profesionalizar la Segunda B que fue atendida en parte por la federación española con la creación de la nueva Pro en dos temporadas.
Pero volviendo al Mérida, la entidad romana optó por una ley del silencio que afectaba a todos sus estamentos. Ni una sola comunicación hasta que no se hiciera oficial desde la comisión delegada de la FEF la hoja de ruta del final de liga. Casi se podría decir que la tenía guardada, ya que al día siguiente de la oficialidad, en una entrevista con HOY, el presidente emeritense Paco Puertas contestaba que «si a nosotros nos han regalado un ascenso, a otros les han regalado un playoff, porque treinta puntos también dan para salir de los cuatro primeros». Puertas criticaba además la solicitud de la mencionada nueva categoría, por insolidaria.
Como un resorte contestó el Badajoz, esta vez por boca de su director general Álvaro Trigo y en su Twitter. «Leer cómo unos acusan a otros de aprovechar la coyuntura actual para buscar sus intereses, puede ser hasta normal. Lo grave es que algunos reconozcan que han promovido iniciativas que buscaban solo sus intereses y tachen de aprovechados a los que buscaban otros intereses. Después de 9 meses de trabajo y 23 jornadas en puestos de playoff, los regalos caídos del cielo no hay que dejarlos escapar», ironizaba el directivo.
A la espera de que se calmen las aguas, Badajoz y Mérida miran al futuro, más a corto plazo en el primer caso. Los albinegros ya están entrenando de forma individual a la espera de que se dé el pistoletazo de salida al playoff exprés. Mientras, los romanos comenzarán en breve a preparar la próxima temporada, que será crucial porque abrirá la puerta a una competición profesional para aquellos que hagan los deberes.
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