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Jesús Clemente celebra su gol con el Badajoz ante el Extremadura en un Nuevo Vivero vacío por las restricciones sanitarias. PAKOPÍ
La evaluación final de Jesús Clemente
PRIMERA RFEF

La evaluación final de Jesús Clemente

En plenos exámenes universitarios, el jugador del Badajoz pasa de pelear por el ascenso a Segunda a ayudar al filial a dar el salto a Tercera

J. P.

BADAJOZ

Martes, 1 de junio 2021, 22:13

La temporada no se ha acabado para Jesús Clemente. El jugador pacense es el refuerzo de lujo para el Badajoz B en su intento de llevarlo a Tercera. Ya jugó el viernes ante el Oliva y el domingo tiene la final por el ascenso directo frente al Guadiana en el Vicente Sanz de Don Benito. En una semana ha pasado de acariciar el cielo de la Segunda en un playoff para olvidar a bajarse a la tierra de la Primera Extremeña en otra fase para cerrar el curso con buen sabor de boca.

Jesús Clemente afronta en este mes de junio su particular evaluación final. Y nunca mejor dicho porque esta semana saca las horas de donde no las hay para entrenar y preparar los exámenes del tercer curso de Ciencias del Deporte. «Voy a intentar sacar el mayor número de asignaturas posible», señala. Por ese motivo, Jesús Clemente se ha trasladado esta semana a Cáceres y no puede ejercitarse a las órdenes de Miguel Espejo junto a sus compañeros del filial. «Estoy entrenando solo en Cáceres. Me pasaron un planing y voy a intentar llegar bien al fin de semana», explica. Tampoco se puede incorporar a los entrenamientos con su exequipo, el Diocesano, que sigue en competición con el sueño de hacer historia. «Ellos se juegan el partido más importante del año el sábado y tampoco pueden correr riesgos por el tema del covid», precisa.

Durante el año le ha resultado difícil compaginar estudios con el Badajoz. «No podía ir a las clases y aunque los profesores subían los temas es complicado. Los exámenes de enero me coincidían con los entrenamientos y no me cambiaban los exámenes», lamenta. Ahora tiene todos sus sentidos en sus obligaciones universitarias y se organiza para en las horas de descanso salir a entrenar. «Me viene bien para despejarme un poco de los exámenes», comenta.

Sin tiempo para digerir la decepción del Amorebieta, a Jesús Clemente le encomendaron otra misión. «Me pidieron si podía bajar a ayudar al filial y como tengo ficha con el segundo equipo accedí sin problemas. Quiero ayudar al club lo máximo posible y además sigo entrenando, así puedo mantener la forma más tiempo de cara a la pretemporada», apunta. El joven futbolista pacense de nuevo se enfrentaba a otro playoff con el recuerdo fresco de un varapalo que aún sigue martilleando sus cabezas. «Todavía ni te lo crees. Lo teníamos todo de cara y la verdad es que nadie esperaba perder en casa después que en toda la temporada no habíamos perdido un partido. Te juegas toda la temporada a un partido y puede pasar. Pero son cosas del fútbol, hay que mirar hacia adelante y prepararnos para la siguiente intentarlo de nuevo», asume. Y es que reconoce que está costando pasar página. «Ha sido un golpe bastante duro. Toda la gente que conoces al verte te lo comenta y se te revuelve todo, no puedes evitar pensarlo, pero ya no se puede cambiar nada». De ahí que busque despedir el curso con una alegría. «A ver si por lo menos consigo un ascenso».

Jesús Clemente solo se ha perdido 4 partidos de los 26 –uno por lesión–, ha marcado 4 goles y se ha consolidado como uno de los jugadores importantes del Badajoz, pero asumió el encargo dando todo un ejemplo de humildad y profesionalidad. «Es un cambio grande, pero el año pasado jugaba en Tercera y para el club es importante ascender al filial para tenerlo en una liga más competitiva», sostiene. En el Badajoz B le han recibido con los brazos abiertos. «Estoy jugando más por dentro, de mediocentro como en años anteriores en el Diocesano. El rol es diferente, de mover al equipo y organizar el juego». Miguel Espejo le dijo que diera rienda suelta a su calidad y marcó formando un tridente mágico junto a Fran Santos y Juanito Monroy. «El míster me pidió que diese ritmo al partido, que fuese yo mismo, con libertad para moverme e incorporarme al ataque. Además marqué». Tras formarse en el Flecha y dar el salto del juvenil del Diocesano a Tercera y un año después directamente a Segunda B con el Badajoz, Jesús Clemente se estrenaba en Primera Extremeña, aunque quita importancia a la categoría. «A los que nos gusta el fútbol poder jugar es una gozada y me divertí bastante», remarca. El domingo espera el Guadiana y la Tercera en juego. «Vamos con todo a Don Benito para ganar y certificar el ascenso lo antes posible. No podemos desaprovechar oportunidades que luego nos acordamos», avisa en referencia al patinazo sin retorno del Amorebieta.

A sus 20 años, Jesús Clemente se ha convertido en la gran revelación de Segunda B. «No me esperaba tener tanta importancia al principio, pero luego al estar jugando me sentí cómodo. Me ha ayudado a crecer y ha sido un aprendizaje enorme». Su gran temporada ha llamado la atención de varios clubes de los grandes, aunque el jugador pacense tiene claro que quiere volar alto con el Badajoz. «Hay interés, pero mi intención es quedarme. He vivido una temporada que no voy a olvidar nunca. Quiero quitarme esa espinita de intentar ascender con el equipo de mi ciudad. Me veo jugando el año que viene en el Badajoz».

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