La familia blanquinegra y uno más con la perrita Mati

El vestuario del Badajoz es una piña y en esa unión reside la clave de la tremenda escalada del equipo pacense hacia el playoff en esta segunda vuelta. El Badajoz tiene imán y esa capacidad de atracción llega hasta las mascotas. El otro día aparecía un perro por las oficinas del Nuevo Vivero. Según relata el club, había subido sola, no tenía collar ni ningún tipo de identificación, por lo que parecía abandonada. Angelito la bajó a la zona de vestuarios confiado en que alguien vendría a reclamarla. Pero nadie apareció y la plantilla dio calor y cariño al cachorro adoptándola como mascota. Le pusieron Mati. Eneko Zabaleta la llevó al veterinario y la acogió en su hogar. Ahora es una más de su casa y de la familia blanquinegra. «Dicen que tienes mucha suerte de que te hayamos acogido. Pero para suerte, la nuestra. Bienvenido a la familia», colgó el jugador en las redes sociales junto con una foto en la que se le veía paseando a la perrita.

El Badajoz dio a conocer la anécdota comprometido como siempre con las causas sociales y en este caso para concienciar sobre el abandono animal.