El líder apaga el efecto 'hervidero'

Aterrizaje forzoso. El Badajoz claudicó en el inexpugnable Nuevo Vivero. Lo hizo ante el líder, que sale más reforzado de un campo donde en la era Mehdi Nafti solo había ganado la UD Logroñés en el playoff de ascenso. El San Fernando supo esperar su momento y asestar un duro golpe a un Badajoz al que pone los pies en la tierra. No estuvo fino el equipo blanquinegro en un partido que tenía controlado, pero en el que le faltó mordiente. En la sexta jornada llegó la primera derrota de la temporada.

Las ausencias a última hora del pichichi Gorka Santamaría y Jairo Morillas por lesión dejaban la apuesta de Nafti con Dani Segovia en punta para plantar cara al líder, flanqueado por la electricidad de Adilson y Héber Pena y con el talento de Álex Corredera de enganche. El Badajoz empezó queriendo tomar el mando del encuentro y apretó arriba para hacérselo ver al San Fernando. Avisó de sus intenciones con Adilson metiendo mecha por banda y asistiendo sobre Álex Corredera que salía rozando el poste. El San Fernando no parecía asustarse y se mantenía paciente, confiado en su estilo. Sabe manejarse y sacar rendimiento a la estrategia y así llegaron sus tres primeras ocasiones en las botas de Hugo Rodríguez y Perdomo. Pero entre medias ya se había adelantado el Badajoz por obra de un Héber Pena en estado de gracia. Aunque gran parte del mérito fue de Sergi Maestre, que volvía a sacar su escoba y también la mopa para robar un balón en la zona de tres cuartos y dar brillo dentro del área sobre Dani Segovia y éste a su vez asistir sobre Héber Pena para marcar ajustado al palo izquierdo de Rubén Gálvez. Una triangulación rápida y una ejecución perfecta.

Después llegaría el momento de Kike Royo. Primero para sacar sus puños en una falta peligrosa de Hugo Rodríguez y seguidamente para sacar una prodigiosa mano abajo con Ferrón encima.

El San Fernando merodeaba el gol y lo encontraría en un centro perfecto de Perdomo al segundo palo que Pedro Ríos cabeceó ganándole la posición a Candelas sobre la misma escuadra. Imparable.

El equipo de García Sanjuán respiraba aliviado.

El partido recuperaba la tensión de los momentos de tanteo iniciales. Álex Corredera tenía que bajar para que su equipo pudiera carburar. Caballero buscaba las bandas, aunque el Badajoz no terminaba de cuajar las jugadas. Dos apariciones fugaces de Toni Abad pusieron en aprietos a los isleños. Pero Francis Ferrón metió el miedo en el cuerpo a su amigo Kike Royo al enganchar con el pie en el palo corto un centro de Pumar que se fue rozando el poste. El encuentro se movía por sacudidas en las dos áreas.

Los blanquinegros seguían intentándolo y el Nuevo Vivero reclamaba un penalti por una posible mano al filo del descanso.

La segunda mitad arrancó con las advertencias de Hugo Rodríguez, omnipresente en toda la ofensiva gaditana, desde la frontal. El Badajoz sufría. Demasiados espacios entre sus líneas y esa fractura acabaría por hacerle añicos. Antes de recibir el mazazo Caballero había probado suerte desde lejos sin premio dos veces seguidas. El San Fernando, en cambio, no perdonó en la suya y Perdomo llevaría a la red un gran centro de Hugo Rodríguez.

Tocaba tambores de guerra en busca de la remontada ante el líder. Un nuevo desafío para este Badajoz. Tumbado sobre la lona como estaban los pacenses, el San Fernando pudo noquearle de no ser por el enésimo milagro de Kike Royo con un paradón de nuevo a Hugo Rodríguez. Quién si no.

El equipo de Nafti conseguía reaccionar otra vez con Caballero como protagonista en el ataque con un disparo que fue rechazado por la defensa y en el rebote Dani Segovia remataba a bocajarro desviando con el pecho Gálvez. El Badajoz siguió intentándolo por la derecha. Adilson se había metido por dentro y todo el ataque blanquinegro caía por el flanco diestro. Toni Abad era el único que conseguía conectar arriba y tras una buena jugada colectiva un centro suyo encontraba a Dani Segovia pero la pelota acabaría en córner. Nafti sacó a Julio Gracia y Chris Ramos para dar más frescura a su ataque. Chris Ramos dejó muestras de su potente físico en una arrancada por fuerza para deshacerse de sus marcadores, agarrón incluido, y enfilar hacia la portería, aunque el balón se le fue muy largo y lo recogía sin problemas Gálvez.

Ya a la desesperada el Badajoz colgaba centros al área en busca de la envergadura de Segovia y Chris Ramos. Sin Gorka ni Jairo Morillas, Guzmán era la última bala que le quedaba a Nafti en el banquillo. Pero los pacenses se topaban una y otra vez con el muro isleño. Se ahogaba en sus acercamientos. El Badajoz parecía volar en este arranque liguero y esta derrota le hace bajar de su particular nube. Primer revés para el conjunto blanquinegro, pero el camino es muy largo.