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Cristo celebra el gol del empate del Mérida anoche en el Romano

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Cristo celebra el gol del empate del Mérida anoche en el Romano Brígido
SEGUNDA B

Empate a todo ritmo en el Romano

Mérida y Don Benito firman tablas en una segunda parte de locura en la que cualquiera pudo anotarse la victoria

javi lairado

Domingo, 25 de agosto 2019

Mérida y Don Benito arrancaban una nueva temporada con la resaca aún en el cuerpo tras celebrar un curso que les fue histórico. Los locales lograron volver a la categoría de bronce apenas doce meses después de un batacazo que hizo temblar a cualquiera. Los visitantes, consiguieron una permanencia que no habían saboreado nunca. Pero como el fútbol tiene muchas cosas, pero nunca memoria, desde ayer deben labrarse un nuevo camino que lleve a ambos a respirar tranquilos a finales de mayo.

Como es tónica habitual en los choques que abren los campeonatos, el respeto mutuo marcó los primeros minutos. Eso sí, los romanos se hicieron de la primera batalla por el balón e incluso rondó el gol en un balón que llegó a los dominios de Sebas Gil, que se confió antes de patearlo dando tiempo a que Pino, siempre intenso en la presión, metiera el pie. La pelota salió cerca del poste. Respondió el Don Benito pronto. Cayó David Agudo a banda y desde allí ordenó el ataque de su equipo, que cambió de izquierda a derecha, donde llegó Abraham Pozo, que perdió el duelo final con Salvi.

Mérida

Javi Sánchez; Cubo, Gómez, Chino, Salvi; Curro; Cristo, Mena (Miguel Ángel Espinar, 82'), Poley (Dani Espinar, 57'), Villa (Melchor, 76'); Pino.

1

-

1

Don Benito

Sebas Gil; Trinidad, Chele, Quico, Gómez; Manu Miquel, Gonzalo (Kofi, 89'); Abraham Pozo (Manu Ramírez, 76'), Artiles; Dani López (Hendrio, 65'), David Agudo.

  • goles 0-1, m.23: Dani López. 1-1, m.68: Cristo.

  • Árbitro: Santos Pargaña. Mostró cartulina amarilla a Poley, Cristo, Javi Chino, Cubo y Miguel Ángel Espinar, del Mérida; y a Quico y Manu Miquel, del Don Benito.

  • Incidencias: Estadio Romano, alrededor de 4.000 espectadores, según datos ofrecidos por el club.

Fue el delantero de Lobón el que ubicó al Don Benito y le dio a su equipo un lugar donde descansar y desde el que dirigir sus ataques. Eso le dio alas y Pozo encontró un balón suelto en la frontal y estrelló su zurdazo contra el poste derecho de la portería de Sánchez. Rondaban el gol los visitantes y lo encontraron pronto. En una falta lateral sacada por Artiles, Dani López se adelantó a los defensas y a la media salida de Sánchez para adelantar al Don Benito. Los locales estaban en la lona. Habían perdido balón e ideas y se encontraban lejos de poder hacer daño. La pausa para la hidratación acudió en su ayuda. En la primera jugada tras la misma, un balón al espacio para la carrera de Pino acabó en córner, y éste, en un disparo de Poley desde la frontal, bien atajado por Sebas Gil. Lo intentó al instante Abraham Pozo con un chut lejanísimo al que Sánchez tuvo que sacar los puños. Necesitaba reaccionar el Mérida y dicha reacción solo se atisbó en un buen centro de Villa que Quico arrebató a Pino de la misma cabeza. Llegó el descanso.

Trató de insuflar velocidad al balón el Mérida tras volver de vestuarios. Pudo empatar incluso antes casi de empezar, en un lanzamiento de esquina de Poley que cabeceó Cubo alto. Abraham Pozo, un terrible dolor de cabeza para la defensa local, rozó el segundo. Lo tuvo tan cerca que respiró el Romano. Ganó su duelo ante Salvi y se plantó ante Sánchez, que se mostró seguro en el uno contra uno para acabar desbaratando la ocasión.

El Mérida se vio fuera del partido y sí que subió una marcha más. El Don Benito se mostraba cómodo porque lograba ventajas en cada transición. Asumía el riesgo sabiendo que en cualquier contra podía cerrar el choque. Varios lanzamientos de esquina consecutivos lograron enchufar también al público. Cuando parecía que su efecto comenzaba a disiparse, apareció Cristo para, de la nada, dejar su sello en el partido. Y cuando el de Pueblonuevo aparece, es para que la grada cante gol. Encontró un balón luchado (uno más) por Pino, para armar un disparo de primeras con la izquierda ante el que nada pudo hacer Sebas Gil. Volver a empezar.

En este minipartido final, cualquiera podía llevarse los tres puntos, pero el Mérida parecía anímicamente por delante. Melchor disparó flojo a las manos de Gil, pero es que los visitantes, atacando por la derecha, hacían daño. Llegó la reina de las ocasiones. Pino y Cristo contra Gil. El primero le cedió amablemente el gol al segundo pero éste… lo estrelló en el poste. Shock.

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