Imagen de archivo de Ruano celebrando un gol. HOY
SEGUNDA B

Ruano apaga los transistores

El Badajoz asegura la permanencia con su victoria y el Nuevo Vivero vibra con el fin de fiesta

Javi Pérez

Badajoz

Domingo, 13 de mayo 2018

Ruano tenía que ser. No podía ser otro. El de Usagre se ha especializado en goles importantes y el 13 de mayo de 2018 sumó otra muesca para su cinturón de gestas. El Badajoz se aseguró la permanencia por la vía directa de la victoria sin estar pendiente de otros campos ni calculadoras en una tarde de domingo que echaban humo en el grupo IV. Con mucho sufrimiento, eso sí. Más de lo esperado ante un Lorca Deportiva que llegaba descendido y tras bajarse del autobús con más de siete horas de viaje. Ruano apagó los transistores justo después del descanso. Templó los nervios dentro y fuera del campo y llevó la calma. José Ángel pudo redondear el fin de fiesta blanquinegro a falta de cinco minutos con exquisita parábola a la misma escuadra que Alberto Hortal sacó con la punta de los dedos a córner. El Nuevo Vivero era una fiesta y lo celebró como si de un ascenso se tratara. Sólo Juan Marrero y su vestuario sabe lo dura que ha sido esta temporada y el verdadero valor que tiene esta permanencia.

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Ambiente espectacular de las grandes ocasiones en el Nuevo Vivero. La afición había metido el primero gol, ya sólo faltaba que el equipo lo hiciera reflejar en el marcador. Los blanquinegros salieron a morder desde el pitido inicial. Tanto Marrero como Álex Herrera habían comentado durante la semana que se tenía que notar la necesidad. Y al Badajoz le hacían falta los tres puntos. Le iba la vida en ello para no estar pendiente de transistores. Nadie quería. Sólo ver ganar a su equipo y disfrutar de la fiesta. Al Lorca le quedaba el orgullo de irse a Tercera muriendo de pie. En apenas diez minutos, el equipo pacense ya había dispuesto hasta de tres ocasiones para poner la permanencia a buen recaudo. Primero Javi Rey, después Guzmán y seguidamente Juanma cabecea lamiendo el poste un centro de José Ángel. La presión blanquinegra sobre la salida visitante era asfixiante y constante. Pero los de Mario Simón salían airosos de ese primer cortafuegos y esperaban para librar la batalla en el centro del campo en busca de alguna contra.

CD BADAJOZ

Fernando; Chechu, Manu Torres, Jesús Muñoz, Rafa Navarro; Ruano, Javi Rey, José Ángel, Guzmán (Joaqui Flores, min. 57); Juanma García (Sergio Martín, min. 90) y Álex Rubio (Eloy Jiménez, min. 57).

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LORCA DEPORTIVA

Alberto Hortal; Luismi, Lulu, Urzáiz, Adrián Argacha (Lincoln, min. 80); Cristeto, Bonaque, David Álvarez (Miguel Guirao, min. 75), Britos; Miguelito y Carrasco (Juan Arcas, min. 32).

  • GOL 1-0: Ruano, min. 46.

  • ÁRBITRO Román Román (castellano-leonés). Amonestó en el Badajoz a y en Lorca a David Álvarez (44), Cristeto (67), Bonaque (72).

  • INCIDENCIAS Unos 10.000 espectadores en el Nuevo Vivero. El alcalde Francisco Javier Fragoso en el palco junto al presidente del Badajoz Pablo Blázquez, acompañados por Sancho Bejarano, vicepresidente de la FExF; y José Antonio Cidoncha, responsable del comité extremeño de árbitros. En el Fondo Sur los chavales del fútbol base blanquinegro y en el descanso saltaron al césped para llevarse el reconocimiento del público.

Casi a la media hora Britos encogió al Nuevo Vivero con un disparo que salió rozando el poste en una jugada que el público recriminó una falta no señalada sobre José Ángel que seguía en el césped. A continuación, Carrasco volvió a llevar el susto a la grada tras revolverse en la frontal y en buena posición de tiro libre de marca se le marchó alto. El Badajoz suspiraba aliviado. Tras ese esfuerzo, el delantero lorquino, que volvía a la titularidad tras su lesión en marzo, tuvo que retirarse. Se encontraba bloqueado hasta que un robo de balón de Ruano en la zona de tres cuartos despertó al Nuevo Vivero y a su equipo de su letargo. El de Usagre enfiló hasta la media luna que le permitió plácidamente encañonar a Hortal pero el portero visitante despejó de puños. Poco después, Jesús Muñoz cabecearía tímidamente un saque de esquina a las manos del guardameta lorquino. Al descanso se llegaría con las esperanzas puestas de nuevo en las botas de Ruano en una falta que recordaba a la inolvidable de Calahorra. Pero esta vez el ídolo blanquinegro lanzó muy alto.

Fue el preludio de lo que estaba por venir. Nada más reanudarse el encuentro, Ruano, quién si no, peleó un balón dentro del área hasta quedárselo y pegarle con todo su corazón blanquinegro sobre la meta rival. El Nuevo Vivero estallaba de júbilo. El de Usagre templaba los nervios y llevaba la tranquilidad al césped, banquillo y grada.

El Lorca, moribundo y pendiente de su sacrificio desde hace varias jornadas, podría parecer verse en el momento de bajar los brazos y entregarse tras su encomiable resistencia. Pero nada de eso. Siguió a lo suyo, buscándole las cosquillas al Badajoz. Y casi le complica la vida tal y como estaban los marcadores en otros estadios en un córner que sacó bajo palos José Ángel. Ni la paliza del viaje el mismo día de partido ni la falta de motivación hizo arrodillarse a un Lorca que quería morir con las botas puestas.

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El Badajoz lo intentaba por medio de la batuta de José Ángel. Javi Rey mientras tanto se encargaba de dar la pausa necesaria al partido. El Badajoz jugaba con viento a favor. En plena éxtasis blanquinegra, los blanquinegros regalaron una de las mejores jugadas al primer toque en la que intervinieron José Ángel, Ruano, Juanma, Álex Rubio y Chechu conectando a base de paredes que acabó en un pase al punto de penalti que no encontró rematador.

El reloj corría muy lento para los pacenses y Marrero tiró de banquillo para refrescar a su equipo. Joaqui Flores y Eloy Jiménez dieron descanso a unos exhaustos Guzmán y Álex Rubio. El Badajoz tenía la salvación entre las manos y no la quería dejar escapar. Y a punto estuvo poner rúbrica a la permanencia con un segundo gol que habría sido antológico. José Ángel cogió el compás y trazó un arco casi perfecto sobre la portería del Lorca que no fue gol por la magnífica manopla que sacó el portero en la misma escuadra. El Nuevo Vivero botaba, disfrutaba y no paraba de cantar a su equipo. El Badajoz sigue siendo de bronce un año más. El Nuevo Vivero nunca falla.

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