Kike Royo vale unas semifinales

Kike Royo lo volvió a hacer. Como ocurriera en aquel legendario penalti ante el UCAM Murcia que abría las puertas del playoff el curso pasado, ayer reeditó y perfeccionó su hazaña con dos paradas decisivas en la tanda desde el punto fatídico (5-6). Su proeza permitió al Badajoz eliminar al Bilbao Athletic y sellar su pase para las semifinales de las eliminatorias de ascenso a Segunda. Los pacenses supieron reaccionar a las adversidades y Pablo Vázquez igualó el tanto inicial de Luengo que ponía cuesta arriba el encuentro. Los de Munitis demostraron que saben sufrir, ya que jugaron desde el minuto 65 con un hombre menos por la expulsión de Iván Casado.

Nada más sacar de centro, el Badajoz se acercó con peligro a la portería de Ezkieta. Parecía un inicio prometedor, pero fue un hecho aislado dentro del dominio inicial del Bilbao Athletic. El filial del cuadro bilbaíno se repuso a un inicio enérgico pero fugaz del cuadro pacense y empezó a dominar el choque sin demasiados sobresaltos.

Cerca de cumplirse el primer cuarto de hora, el equipo dirigido por Joseba Etxeberria encadenó tres disparos que complicaron la vida a Kike Royo. El primero de ellos, obra de Morcillo, demasiado lejano, llegó manso a las manos del portero del Badajoz, pero en los dos siguientes sí hubo verdadero peligro. El meta riojano salvó un disparo seco y potente de Sancet justo antes de que Zarraga también avisara con un potente chut que se marchó cerca del palo de la meta de la escuadra blanquinegra.

Dentro de ese primer tramo de amplio dominio vasco, el Badajoz tuvo una ocasión propiciada por un error en la entrega del Bilbao Athletic, que a punto estuvo de aprovechar un rapidísimo Adilson. La gran respuesta de Luengo sería el preámbulo de su otro momento estelar ya que, un par de minutos más tarde, pondría el primer tanto del partido, rematando con la espuela y desde el suelo un buen centro con diestra de Zarraga.

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Paradójicamente, el gol del equipo bilbaíno sirvió de acicate al Badajoz, que dio un paso al frente e hizo suyo el timón de la contienda a base de buenas llegadas. Primero avisó Aquino con un testarazo blandito por encima del travesaño. Llegado el minuto 25, el guardameta Ezkieta tuvo que hacer acto de presencia para despejar con los pies un disparo seco y duro de Guzmán. Apenas dos minutos después, un centro extraordinario de César Morgado con la zurda fue cabeceado por Pablo Vázquez para empatar el partido.

Tras la pausa para la hidratación, el equipo blanquinegro siguió dominando y siendo mejor que el filial del Athletic aunque con menos claridad en sus llegadas. Gran parte del peligro originado por el Badajoz estuvo en las botas de Guzmán y Adilson. Sin embargo, un disparo al larguero de Morcillo espoleó al conjunto de Lezama, mejor en los últimos minutos del primer acto.

La segunda parte, mucho más plana y contenida. Los primeros minutos fueron, de nuevo, para el Bilbao Athletic, que avisó por mediación de Artola con un disparo que se marchó fuera. Un buen contragolpe del Badajoz, finalizado con un tiro lejano de Álex Corredera, fue de lo poco destacable en ataque. La más clara de los visitantes llegó poco después del aviso de Álex Corredera con un buen chut con diestra de Artola ante el que tuvo que actuar un excelso Kike Royo.

Superada la hora de partido, el central Iván Casado vio, quizás de forma rigurosa, la segunda amarilla tras una inocente falta cerca del centro del campo. Con uno menos, el Badajoz se cerró, centrando sus opciones de ataque en el contragolpe. De hecho, pese a estar en inferioridad, el equipo de Munitis tuvo la mejor de la segunda parte en las botas de Gorka Santamaría. El remate final del ariete vasco, tras una gran cabalgada de Chris Ramos a la contra, se topó con una buena intervención de Ezkieta.

Sin embargo, una cesión, también algo rigurosa, le dio la réplica al Bilbao Athletic. Vencedor la acarició y Morcillo, máximo anotador de su equipo, estrelló el esférico en la madera. Más allá de esa ocasión y de la superioridad numérica, el cuadro vasco no pudo superar a un aguerrido Badajoz, que aguantó para forzar la prórroga.

La primera parte del tiempo extra fue un calco de los últimos minutos del tiempo reglamentario, con dominio estéril del Bilbao Athletic, incapaz de superar o sorprender a la magnífica zaga del Badajoz. Tal fue el buen desempeño de los pupilos de Munitis en defensa que la ocasión más reseñable de los 15 primeros minutos extra fue suya, un gran disparo de Gorka Santamaría a la media vuelta enviado a córner por Ezkieta. En los 15 últimos minutos del encuentro, el equipo de Munitis resistió sin muchos inconvenientes ante un Bilbao Athletic inoperante de cara a puerta para llegar vivo a la lotería de los penaltis. La tanda de penaltis, que tuvo 14 lanzamientos, coronó a un heroico Badajoz gracias al definitivo gol de Maestre. Antes, Kike Royo paró dos penaltis, tres si se cuenta el que debió repetir Guruzeta.

El Badajoz sigue soñando y entrará mañana lunes en el bombo de la segunda ronda del playoff.