![Golo ahora sí calienta banquillo](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/pre2017/multimedia/noticias/201502/13/media/dep-golo.jpg)
![Golo ahora sí calienta banquillo](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/pre2017/multimedia/noticias/201502/13/media/dep-golo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Javi Pérez
Viernes, 13 de febrero 2015, 08:39
Durante su trayectoria como jugador pocas veces probó el banquillo. Pero ahora va a calentar y mucho el asiento. Golo aceptó el nuevo reto que le propuso José Diego Pastelero de ser su segundo en el CD Badajoz. Una faceta que asumió con ciertos recelos porque todavía no había decidido retirarse y tenía la esperanza de acabar la temporada saltando de nuevo al césped. «No me lo esperaba, pensaba que igual podría seguir jugando, pero después de la llamada de Pastelero tuve claro que era el momento de colgar las botas». Y ese cambio de registro surgió de repente y precipitó su adiós a los terrenos de juego. «De un día para otro me llamó Pastelero para decirme que tenía posibilidades de entrenar al Badajoz y me preguntó si quería ir de segundo. Al principio me descolocó un poco, me cogió así de sopetón y me sentí fuera de lugar. Me lo pensé un poco y decidí dar este paso», cuenta Golo.
De esta forma, Óscar Santor Martínez, 'Golo' (Vitoria, 1978) se despidió como futbolista el 18 de mayo de 2014 con un doblete al Frexnense y en el hospital. Faltaba un cuarto de hora, cayó mal y se le salió el codo. Cierra así en el Badajoz el círculo que le trajo hace más de 15 años a Extremadura para quedarse y formar una familia con Ainhoa Bárcena y su hijo Asier de 6 años. «Terminé el año lesionado y me recuperé bien. Ofertas no me han faltado de algunos equipos de Tercera y de Regional Preferente, pero dada mi situación personal lo fui retrasando un poco porque no lo podía compaginar con los entrenamientos. No quería involucrarme en un proyecto si no podía entrenar y no podía comprometerme si tenía que faltar a algunos entrenamientos, no me parecía bien», explica Golo.
El ahora técnico ayudante de Pastelero en el Badajoz aprovechó ese periodo de inactividad para sacarse el título de entrenador. «Estoy haciendo el curso de técnico deportivo de nivel 1 en Pebetero. Era una oportunidad de emprender una nueva etapa en el mundo del fútbol. Puedo aprender mucho con Pastelero y ver las cosas desde otra perspectiva diferente a la de jugador». El destino le ha puesto en el banquillo blanquinegro sin haberse planteado si quiera por dónde encauzaría su futuro. Aunque tras su lesión ya pudo vivir una experiencia parecida porque Víctor López le reclamó a su lado para hacerle partícipe de alguna manera de la fase de ascenso a Tercera. Premonitorio. «Tenía opciones de seguir jugando, pero primero me tenía que probar y si llegaba el final de mi carrera prepararme para seguir en este mundo. No esperaba una llamada tan rápida de un entrenador». Golo se muestra ilusionado ante su nueva aventura. «Aunque tuve mis dudas de incorporarme ahora a un cuerpo técnico, ahora creo que he tomado la decisión acertada. Estoy aprendiendo mucho. En estos primeros días ya he podido vivir situaciones buenas y malas».
El ya exfutbolista luce una espléndida hoja de servicios que le ha llevado a defender las camisetas de Éibar, CD Badajoz, Terrassa, Toledo, Ourense, Mérida UD, Cerro de Reyes, Jerez, Extremadura UD, Don Benito y de vuelta al club blanquinegro. Un largo y brillante recorrido por el fútbol español, casi siempre protagonista sobre el césped. Ahora le tocará sentarse en ese banquillo que pocas veces visitó. «Se pasa mucho peor sentado en el banquillo de entrenador que como jugador. Se ven otro tipo de situaciones y detalles y con más nervios».
Situación especial
Su nuevo rol provoca una situación especial en la relación con la plantilla. «Es un cambio difícil. La mayoría de jugadores del equipo han sido compañeros en diferentes equipos. El cambio de chip me costó asimilarlo, pero día a día me fui adaptando a la nueva situación y ellos también. Cuando tienes que dirigirte a los jugadores tratas de ser lo más natural posible. Saben mantener las distancias. Pastelero me ayuda bastante en ese sentido y tengo manga ancha para que yo aporte mis conocimientos de tantos años en el fútbol, transmita mis ideas y me apoya».
Para Golo entrenar al Badajoz sería un sueño, pero que ve todavía lejano. «Una meta es esa, pero me quedan muchos años para tener el título de entrenador a nivel nacional. Estoy haciendo mis primeros pinitos de entrenador. Me gusta ver entrenar a mi hijo, que está empezando a jugar al fútbol y es una labor difícil. Me interesa y hay que prepararse bien. Antes hay que conseguir el nivel 3 y luego ya se verá». Prefiere ir paso a paso. «Con empezar desde abajo, aprendiendo y sumando años de experiencia, con eso estoy satisfecho».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.