Marco A. Rodríguez
Viernes, 13 de marzo 2015, 07:45
Si cada encuentro que disputa el joven plantel del Deportivo Pacense es una larga y empinada cuesta, el de este domingo puede catalogarse de auténtico infierno. El más difícil todavía del colista se disputa en el Romano, feudo del sólido líder. Dos mundos bien distintos y el mayor presupuesto de la categoría contra el menor. Experiencia y calidad ante juventud y bisoñez, aunque al final el fútbol es un juego y cualquier cosa puede suceder. Incluso lo más insospechado.
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Y lo más insospechado sería que los deportivistas sacaran algún punto del coliseo emeritense. Los de Alcázar vienen de un inesperado pinchazo en Santa Amalia y sienten ya el aliento de un Extremadura dispuesto a pelearle su primer puesto. Dato importante y que es tenido en cuenta en el club pacense, donde se temen que puedan pagar los platos rotos del empate ante el Iberitos. «Puede que ellos salgan con cierta rabia, es verdad, pero siguen siendo tres puntos. Es verdad que puede no venirnos bien que hayan pinchado, pero deben saber que no se lo pondremos fácil. Queremos sacar algo positivo de Mérida y tenemos el mal recuerdo de la primera vuelta, que fue uno de los peores partidos que hemos hecho. Jugamos niños contra hombres, sufrimos con la expulsión, pero no queremos que se repita algo así. No vamos de paseo. Queremos dar otra sensación aunque sabemos que será uno de nuestros partidos más duros», apunta el entrenador Juan Antonio Macarro.
Otra liga
En la memoria de sus futbolistas estarán los ocho goles con los que el Mérida les sometió en la jornada 14 (0-8) en las instalaciones de El Vivero. Se trata de la peor goleada sufrida por el Deportivo. Un Deportivo renovado por el mercado invernal pero que sigue conservando algunas de sus carencias, pese a que incorporaciones como Javi Pérez o Sito han ayudado un poco. Se antoja insuficiente ante un Mérida que quiere asegurarse los tres puntos y esperar a lo que sea capaz de hacer el sorprendente Azuaga (sexto en la tabla) en su visita al Francisco de la Hera. «Está claro que ellos son de otra liga. Es una lucha entre David y Goliat. Ellos aspiran a terminar primeros la liga y a ascender y tienen jugadores fantásticos que podrían estar en categorías superiores», sigue el preparador.
Los pacenses comparecen justo después de desperdiciar una buena oportunidad el pasado domingo en su propio campo ante el Atlético Pueblonuevo, y más tras gozar de superioridad numérica la media hora final. De haberle ganado (1-1) habría salido del 'farolillo rojo' e incluso del descenso dados los resultados de la última jornada en la zona conflictiva. «Lo tuvimos en la mano, pero no fuimos capaces de ganar por pequeños detalles y sobre todo por nuestra falta de acierto. En lo que es el juego estuvimos bien. Una pena porque teníamos a tiro la decimosexta posición», concluye Macarro.
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