El Badajoz se despide con la cabeza alta

Día de despedidas y recuerdos de una temporada que acaba con sabor agridulce. Jugadores, cuerpo técnico y directivos celebraron este martes el fin de curso con un partidillo entre ellos en el Nuevo Vivero. Después de la ducha se puso el cierre con una barbacoa a modo de convivencia final. Llegan las vacaciones y antes de que cada cual tome su rumbo el club puso al día de cobro a la plantilla.

El Badajoz emprende a partir de ahora un nuevo proyecto que vuelva a ilusionar a la afición. Pablo Blázquez aseguraba el día de su reelección en una entrevista a este medio que para la próxima campaña el ascenso sería el principal objetivo. «Ya dijimos que si seguíamos aquí se iba a hacer un proyecto ambicioso estemos en la categoría que estemos. Si seguimos en Tercera vamos a hacer un equipo para estar arriba. Nadie puede asegurar ser primeros, pero hay que hacer un equipo con garantías y muchas opciones de ascenso», dijo el presidente hace unos quince días.

El banquillo es la primera incógnita en esta nueva etapa y más después de que José Diego Pastelero sorprenda con sus manifestaciones al reconocer públicamente que no está dispuesto a seguir a cualquier precio. «Va a ser difícil que nos podamos entender. Estos cuatro meses me han servido para darme cuenta de que tienen que cambiar muchas cosas para seguir», sostiene.

La directiva todavía no se ha reunido con el técnico santanero y se desconoce la decisión que vaya a tomar en cuanto a su continuidad, pero llegado el caso Pastelero exigiría mejorar las condiciones de trabajo, sobre todo en los aspectos referidos a entrenamientos y disponibilidad de los jugadores. «Si no me dan garantías absolutas no lo aceptaría», apunta. «Sé de las exigencias que tiene un club como el Badajoz y su repercusión por eso el club tiene que crecer en muchos aspectos y construir un proyecto acorde a esas exigencias y de lo que la afición demanda», añade. El todavía preparador blanquinegro aclara que no ha tenido ningún problema con el club y que su relación con la directiva es excelente. «Todo lo que les he pedido me lo han dado, pero pedí en función de hasta donde me dijeron que podían llegar. Pero son conscientes que el Badajoz debe tener un equipo acorde a los que la afición exige». En ese sentido, su discurso no difiere mucho de las intenciones de los dirigentes de armar un equipo para buscar el ascenso. «Si es un proyecto de garantías y a mí me lo proponen seguro que llegamos a un acuerdo. Puedo intentarlo con más garantías».

Pastelero habla con orgullo de su paso por el Badajoz. «Cuando me llamaron lo consulté con dos o tres amigos y me dijeron que tenía más que perder que ganar. Pero yo no quería perder la oportunidad de entrenar al Badajoz, siempre he querido entrenar al Badajoz y a lo mejor esta ocasión no se presentaba nunca más. Me pudo la ilusión y ahora me alegro de esa decisión porque he conocido a gente que merece la pena y me ha aportado mucho. Estoy encantado con el equipo, los jugadores, la afición y la directiva».