Cidoncha da las riendas a De Paula

Cidoncha pone en valor al Badajoz. El nuevo mánager general del club emprende su proyecto con marcado sello blanquinegro y con vocación de servicio a la ciudad. Asume sus nuevas funciones con plenos poderes para reconstruir toda la estructura de la entidad y en la toma de decisiones de la parcela deportiva, una labor encaminada a profesionalizar el club.

Para José María Cidoncha (Badajoz, 1970) será su tercera etapa en el Badajoz, aunque con una responsabilidad muy distinta a su época de futbolista y donde no tiene cabida José Diego Pastelero. «Vengo a un proyecto nuevo y el club ya le ha comunicado que no va a continuar. A Pastelero le conozco y está muy valorado aquí, pero creo que debe haber un cambio en muchos aspectos y uno de los cambios importantes es el del entrenador, que haya un impacto. Igual que ha sido mi llegada aquí tiene que venir un entrenador que tenga ilusión, hambre por hacer cosas y sobre todo que transmita esa ilusión que tenemos todos». En ese sentido, el mánager general dio algunas pinceladas de las características que tendrá el nuevo inquilino del banquillo del Nuevo Vivero y que se dará a conocer antes del jueves. «Buscamos un perfil de entrenador que genere ilusión. Sé de la exigencia de la afición y que no le gusta ganar de cualquier forma. Quiero un entrenador valiente, atrevido y que tenga muy presente la cantera». En esa línea y aunque el club aún no lo ha hecho oficial, su apuesta para el banquillo pasaría por Óscar De Paula, exjugador blanquinegro, internacional Sub 21 y máximo responsable del fútbol base del Badajoz en su última etapa en Segunda B justo antes de que la Sociedad Anónima Deportiva fuera liquidada.

De Paula (Durango, 1975) es actualmente el director de la Escuela de Entrenadores de la FExF y dirige las selecciones regionales alevín y cadete. El exfutbolista de origen oliventino, además, fue el jugador más joven en debutar con el Badajoz en Segunda con 17 años en 1993, la primera temporada de las dos en las que coincidió con Cidoncha en el vestuario blanquinegro.

El presidente Pablo Blázquez presentó a Cidoncha como la persona idónea para el cargo de mánager general para el que se requería tres requisitos principalmente. «Uno de ellos es que tuviera dedicación exclusiva a ese puesto, la segunda es que fuera una figura formada en este ámbito bien como entrenador o gestor deportivo y la tercera es que hubiera pasado por la casa y por tanto conociera el Badajoz, la ciudad y la afición. Cidoncha cumple los tres y para nosotros la elección ha sido fácil porque lo que buscamos para este puesto José María lo traía en su proyecto». Cidoncha reconoce que con su regreso al Badajoz «cumplo uno de mis sueños y es una satisfacción que se hayan acordado de mí. Voy a intentar llevar a este equipo y la ciudad donde se merecen». El excapitán cuenta en esta parcela con la experiencia como director deportivo del Alavés donde recaló de la mano de Javi Pereira tras su retirada en el Linares en 2009. «No tengo una varita mágica, pero vengo con ganas, ilusión y para crecer junto con el club. La idea es crear una estructura sólida de presente que perdure en el futuro».

La vuelta de este histórico supone el primer paso para recuperar las señas de identidad del Badajoz. «Es un club con 110 años de historia y los jugadores tienen que saber perfectamente dónde vienen. La transmisión se hace más fácil con gente que ha vivido lo que es el Badajoz», expone. En ese sentido, aporta algunas claves en la confección de la plantilla. «Quiero extremeñizar el equipo. Hay muchos jugadores de Badajoz en otros clubes. Quiero recuperar los valores de los años 90». En cuanto a los objetivos admite el salto a Segunda B. «Sólo lo voy a decir una vez. El objetivo es mejorar lo de esta temporada y evidentemente buscar el ascenso, pero como un reto, no como una obligación». Y también se marca como apuesta ampliar la masa social. «Soy una persona optimista y ambiciosa. Me he propuesto llegar a los 3.500 ó 4.000 abonados».