Javi Pérez
Lunes, 18 de enero 2016, 08:12
Lo del Badajoz ya es de diván y de terapia profunda. No se explica cómo este equipo que hizo ilusionar a su afición en el primer tercio de la temporada haya caído en desgracia. Tampoco se entiende su falta de puntería cuando hasta hace poco era de los más goleadores del país. Y es que no le sale nada. No hizo un mal partido y ocasiones dispuso como para haber sentenciado en la primera parte, pero cuando la pelota no quiere entrar y enfrente está un rival, aunque al filo del descenso, pero muy serio y sabiendo lo que se hace como el Olivenza ayer, pues se encuentra con otro pinchazo que deja al Badajoz y al Nuevo Vivero al borde de un ataque de nervios. La de esta última jornada es otra oportunidad perdida tras la derrota del Extremadura y que coloca al Jerez como líder de la Tercera. De Paula insiste en luchar por el campeonato, pero los azulgranas concederán pocos regalos como el de Valdivia. De momento, el Badajoz ha perdido la tercera plaza en favor del Calamonte y la cuarta peligra con el Arroyo apretando a un punto.
Publicidad
Pero al Badajoz ya no le valen las excusas. Ni el rival, ni el terreno de juego. Tanto tiempo esperando el nuevo césped y desde que se colocara la nueva alfombra el Badajoz sólo ha ganado al Calamonte. Sorprendía de inicio De Paula al colocar una defensa de tres con Javichu, Germán y el canterano Mañas, metiendo músculo en la medular con Parada, Marfil y Rober y dejar arriba a la velocidad y visión de juego de Adri, Abraham y Lolo y la inspiración del 'killer' Carreño. Bajo el dibujo de ese 3-3-3-1 se percibía que el Badajoz quería algo más que una victoria de por sí ansiada y buscaba el modo de compensar al Nuevo Vivero por sus últimos devaneos. Pero claro, esa apuesta también conlleva sus riesgos y el Olivenza trató de hacerse con el balón para lanzarse arriba aprovechando los espacios. Así, no tardó Marfil en retrasar su posición y el Badajoz volver al esquema tradicional.
El Extremadura había vuelto a tropezar por la mañana y no era plan de dejar escapar otra oportunidad. El Olivenza obligó al Badajoz a recular en su planteamiento. Aunque los blanquinegros dispusieron de ocasiones para encontrar el sosiego que necesita. Abraham Pozo lo intentó desde todos los frentes y se mostró como el jugador más incisivo. Lolo, que se estrenaba en el Nuevo Vivero, también buscó con determinación la portería de Ciga sin suerte. La más clara un balón que agarró en medio del campo, avanzó y desde la frontal armó un fuerte disparo que se marchó ligeramente desviado. Luego probaría Carreño con un remate zafándose de su marcador a media vuelta en el área pequeña que salió rozando el poste. Casi sin respiro para el equipo de Generelo, Abraham Pozo pondría un centro preciso desde 20 metros sobre Rober que cabeceó con toda la intención y que se fue fuera por poco. Eran los mejores minutos del Badajoz, pero no conseguía romper el muro oliventino. El equipo de Generelo causaba una gran impresión. Y es que el histórico técnico pacense sabe cómo exprimir una plantilla aunque sea cogida con pinzas. Se ha sentado en banquillos de plata y ahora anda metido en otros retos profesionales más humildes. Ayer, en la grada porque estaba sancionado y no podía hacer uso de su invento del 'Genemóvil' reservado para el equipo local, Generelo sonreía con la entrega de sus pupilos y suspiraba porque en la segunda parte no acusara el bajón físico en todo un Nuevo Vivero. Pero de momento, el Olivenza había conseguido poner nervioso al Badajoz. A medida que pasaban los minutos crecía la desesperación y la impotencia en los blanquiengros.
El público se empezaba a poner algo nervioso y el gol que traería la calma al equipo no llegaba. El tremendo zurdazo del oliventino Álex Romero al larguero al filo del descanso acabó con la paciencia del Nuevo Vivero y ya de camino a vestuarios se escucharon los primeros pitos al equipo. Descontento general.
El Badajoz estaba obligado a dar un paso al frente y despejar cualquier tipo de dudas. De Paula volvió al 3-3-3-1 tras la reanudación. Pero los blanquinegros continuaban atascados arriba. Abraham Pozo lo seguía probando en una gran jugada que fabricaron entre Parada y Lolo, pero de nuevo le pegó desviado. El de Pueblonuevo casi lo consigue en un balón que le rebotó en la pierna y que se marchó fuera por poco. El Badajoz se animó y empezó a bombardear la portería de Ciga. De Paula se la tenía que jugar y prescindió de Javichu para dar más mordiente arriba dando entrada a otro canterano, Pitu. Antes había quitado a Adri buscando la refrescante rapidez de Álex González. Se sucedían las oportunidades, pero no era el día del Badajoz.
Publicidad
Los últimos 20 minutos fueron de un asedio constante. Rober insistía desde fuera del área con un zapatazo que despejó como pudo Ciga de puños a córner. De ese saque de esquina surgió otra oportunidad de gol en un espléndido cabezazo de Germán Rojas que de nuevo impidió el portero oliventino. Después sería Álex González a bocajarro. Y un minuto más tarde, Parada aparecería para brindar un soberbio cabezazo en una falta ensayada magníficamente botada por Abraham. Pero la pelota no quería entrar, por muy claras que fueran las ocasiones. Como la de Carreño, que recibía de Abraham Pozo solo en boca de gol y remató incomprensiblemente alto. El delantero sevillano volvería a tener otro balón de oro, pero ayer su punto de mira lo tenía varios centímetros desajustado. Alarmante es su nula puntería, pues hasta hace poco metía todo lo que tocaba. Con el Badajoz totalmente volcado, Generelo quiso tentar su suerte en busca de algún contragolpe y dio entrada a Sergio Gallego por un cansado Chicote. En una de esas, el Olivenza cogió la espalda a los pacenses y en un 3 para 2 Álex Romero se precipitaría y dispararía desde lejos y mal.
El Badajoz acabó desquiciado y víctima de la precipitación. Prueba de ello fue la expulsión con el tiempo cumplido de Germán, el capitán y jugador más experimentado de la plantilla.
El equipo blanquinegro se vació y lo intentó por tierra, mar y aire, pero quedó condenado por su falta de definición. Por eso el Nuevo Vivero dio su último voto de confianza, pero ya no perdona ni una más. Le espera una semana complicada al Badajoz, que por si no tuviera bastante este miércoles tiene que solventar la tremenda papeleta del partido con el Mérida.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.