Estruendo goleador en el Nuevo Vivero

En partidos como el de ayer, a uno siempre le queda la duda de quién pone más de su parte para el desenlace final. Si ocurre porque unos estuvieron muy bien, quizá demasiado; o si fue por lo contrario, porque el adversario no compareció. Por lo visto en el Nuevo Vivero, pudo ser una pizca de ambas. El Badajoz lo bordó, especialmente en una primera mitad de ensueño en la que destrozó cualquier esperanza del Fuente de Cantos, arrastrado por un tsunami de fútbol, goles y alternancia en la movilidad de sus futbolistas. Los blanquinegros pusieron el tablero, las piezas y todos los jaques para permanecer en una escalada que le ha aupado, de momento, al segundo puesto.

Por el Badajoz, la defensa habitual más un doble pivote en la medular con Parada y Edu Torres, Adri y Abraham Pozo por los costados o alternando la media punta con Lolo y arriba la referencia de Carreño. Por el cuadro fuentecanteño, las ausencias conocidas de Jaime, Escribano y Antonio Toboso, además de Toy, sentado en el banquillo.

La tarde sonreiría muy pronto a las huestes locales. Chechu divisa una autopista por el carril diestro y entra en tromba, hace caso a los cánones del fútbol y su pase hacia atrás es rentabilizado por Lolo casi a placer con un remate ante el que poco podía hacer Burgui. 1-0 y la lata ya estaba abierta. Apenas cuatro después Carreño casi aprovecha el trabajo en la presión de Adri y Lolo con un disparo dentro del área que cerca estuvo de ampliar la ventaja. El chut fue centrado en exceso y blocado por el meta visitante. Javichu se sumaba a la fiesta en el 9 para poner a prueba al cancerbero con el enésimo acercamiento de los primeros compases.

El Badajoz quería ganar por 'ko'. Y cuanto antes. En el 10 Carreño roza el golazo desde muy lejos provocando la estirada de Burgui y un minuto después era Jesús Muñoz quien protagonizaba el 2-0 al cabecear un saque de esquina a la red. El choque parecía resuelto. El Fuente de Cantos era un juguete en manos de su enemigo, que esta vez añadía acierto a su juego. Así, en el 17 Abraham Pozo se interna en el área a través de un gran amago y su disparo impacta con violencia en el travesaño para que el rechace lo introduzca en el arco rival un Lolo siempre bien ubicado. 3-0 y la superioridad blanquinegra mutaba a avasallamiento. El Badajoz mantenía el hambre intacta pese a la ventaja que ya campaba en el electrónico.

El equipo de Agustín Izquierdo se mostraba castigador. En el 26, magnífica combinación entre Abraham Pozo, Edu Torres y Carreño para que el delantero anotara la cuarta muesca en el cinturón albinegro. 4-0 en menos de media hora, pero no bastaba. Los pacenses transpiraban ambición pese al resultado y la actitud era encomiable. Los de Fael se veían superados en cada metro cuadrado del Nuevo Vivero y si los locales no levantaban el pie del acelerador la goleada podría ser tan histórica como sonrojante. Poco antes de enfilar los vestuarios para el descanso, Pozo puso la guinda al despliegue ofensivo con un golazo de vaselina desde el flanco diestro tras comprobar que Burgui estaba demasiado adelantado, esperando un centro en vez de una genialidad. El poker estaba sellado antes del descanso.

Una marcha menos

Tras la reanudación, lo lógico era pensar que la siesta dominaría a las hostilidades. Y eso que Carreño se empeñó en espantarla con una falta magistralmente botada con la que lograría el 6-0. Su sutil golpeo fue digno de otra categoría. Sin llegar a despedirse por completo del choque, el Badajoz bajó una marcha en intensidad, permitiendo alguna ocasión clara como la de Cristian, cuyo lanzamiento se fue a las nubes. Rondaba el minuto 58 y suponía la primera aproximación seria del Fuente de Cantos. En el 66 Mario Tomé buscaría la escuadra pero encontró a Arenas. Agustín Izquierdo comenzaría a mover el banquillo llamando a Jairo, Álex González y Copete. Lolo se retrasaría al eje del centro del campo mientras Parada se vestiría de central ante la retirada de Kiko (sobrecarga), uno de los sustituidos junto a Adri y Chechu. Cuanta más gente involucrada se encuentre el técnico blanquinegro mejor por los objetivos que vendrán.

El via crucis visitante fue a menos porque el Badajoz bajó una segunda marcha más. Los cambios alteraron un poco el ecosistema ofensivo y el marcador era muy contundente. Una contundencia que no mostró el colegiado Delfa Ramos ante algunas entradas fuentecanteñas que merecieron sanción. Que el marcador esté tan desnivelado no implica que no se deba aplicarse el reglamento. Cuando en el 83 mostró amarilla a Mario Tomé la grada le llamó 'torero'.

Las acometidas locales eran menos peligrosas y era cuestión de dejar pasar el tiempo. Hasta que se echó el telón a un acto que evidencia la mejoría de un Badajoz que cosecha su quinta victoria consecutiva y pide paso. Con la derrota del Jerez en Coria 1-0, su primera misión será defender la segunda plaza.