El Badajoz ante su reválida para cerrar el curso

El Badajoz se pone deberes para el final de curso. Los blanquinegros tienen tres asignaturas pendientes antes de iniciar la prueba de acceso a un ciclo superior. San José, Díter Zafra y Pueblonuevo examinan al equipo de Agustín Izquierdo con el propósito de mejorar la evaluación en esos primeros parciales.

El Badajoz llega justo al tramo del campeonato en el que sus notas empezaron a bajar. Fue el inicio del fin de Óscar de Paula al frente del Badajoz. A la derrota frente al San José en Almendralejo le siguieron cinco empates que provocaron la llegada de Izquierdo al Nuevo Vivero. El Badajoz se enfrenta así a su particular reválida para sacar el curso con el mejor expediente posible de cara a la fase de ascenso.

En estos tres partidos, además, al nuevo técnico blanquinegro se le presenta otro reto como es igualar a su antecesor en sus primeros 16 partidos en el banquillo pacense. El Badajoz de Óscar de Paula sumó 41 puntos en 16 jornadas, situándose a tres del Extremadura, empatado con el Jerez y con siete de ventaja sobre el Arroyo. Con Agustín Izquierdo, el equipo blanquinegro ha logrado 32 puntos en 13 encuentros (De Paula hizo 35), por lo que necesitaría ganar los tres que quedan para alcanzar los 41 puntos con los que arrancó el anterior técnico. El conjunto pacense se encuentra a cinco puntos del líder, igualado con el Jerez y tres por encima del Arroyo. Pero si la comparativa se hace ante los mismos rivales, con De Paula el Badajoz sacó 34 puntos desde su visita a Azuaga hasta la de Pueblonuevo. Con Izquierdo lleva 32 y tiene 9 por delante para mejorar esos registros.

La afición empezó a soñar con su equipo campeón y ese efecto parece evaporarse después de este domingo, aunque Agustín Izquierdo no da por perdido el título. Pero si antes del 0-0 en Calamonte el Badajoz necesitaba dos pinchazos del Extremadura (dos empates les habrían valido) porque en caso de igualar a puntos la diferencia de goles cae en favor azulgrana (+79 por +58), ahora sus opciones se ven reducidas a que el líder no gane ninguno de sus tres partidos o gane uno y pierda los otros dos, siempre y cuando, claro está, los blanquinegros hagan pleno de 9 puntos. Una derrota y un empate de los azulgranas tampoco sería suficiente, salvo que los de Izquierdo neutralicen los 21 goles de diferencia.