El Badajoz, a remontar su final

Dos horas antes de la final de Milán, Agustín Izquierdo está tranquilo en su casa, pero no lleva ni la bufanda rojiblanca del Atlético ni la blanca del Real Madrid. El técnico del CD Badajoz sólo porta la de su club, que este domingo disputa su propia final con la vuelta de la eliminatoria por el ascenso a Segunda B ante el Choco. Preguntado sobre con quién va -en Milán-, contesta que él es madridista pero simpatizante del club del Manzanares y la identidad emanada de Simeone. Que si no ganan los suyos no ve con malos ojos que lo haga el vecino, pero que de todas formas lo único que ocupa su mente es el blanco y el negro y el decisivo choque de esta tarde. Que el fútbol paralizara ayer Madrid y buena parte de Europa no significa que no pueda hacerlo hoy con Badajoz. El máximo representante del deporte pacense tiene hoy (Nuevo Vivero, 19.00 horas) la cita más importante del año.

Se espera el mejor ambiente de la temporada en un encuentro en el que el Badajoz debe sacar lo mejor de sí mismo para remontar el adverso 2-1 de Redondela. El tanto de penalti de Carreño lo suaviza pero aún así los locales tienen la doble misión de salir a por la victoria sin descuidar la retaguardia. «Nos jugamos mucho. No estamos impacientes pero sí con mucha ilusión y ganas de que llegue ya el partido. Hemos tenido una semana muy tranquila y sin contratiempos. Queremos hacer las cosas bien. Es una final y hay que ganarla como sea», apunta el técnico blanquiengro.

En el autobús de regreso a casa, Izquierdo visionó el partido y hubo detalles que no le gustaron y que espera corregir. «Lo estuve viendo y creo que no lo hicimos tan mal. Tuvimos bastantes ocasiones pero nos faltó acierto. Lo que no me gustó nada fueron algunos fallos de concentración individuales. Eso no se debe repetir porque cualquier fallo te deja fuera».

Todos convocados

La lista blanquinegra para el partido es amplia. Están convocados los 19 y sólo se cae un David Parada al que entrenador y compañeros echarán de menos mientras se recupera de su contusión hepática. Su trabajo en la medular, como asegura el preparador, es «imprescindible. Tenemos futbolistas que pueden hacer algo similar, pero justo como él no lo tenemos, pueden hacer otras cosas con otras características. Me da pena como entrenador pero también en lo personal porque estaba muy ilusionado con la fase de ascenso. Esta gente trabaja diez meses para llegar bien aquí, que es donde se lo juegan todo», añade Izquierdo en señal de respeto por su mediocentro.

En el Choco, el técnico Marcos Montes tiene disponible a toda la plantilla y avisa al rival de que no lo pondrá fácil. «Estamos tranquilos y tengo la sensación de que vamos a hacer un buen partido. Ya veremos cómo acaba, pero tengo el convencimiento de que daremos la cara», señalaba al Faro de Vigo.

No estará Parada, pero sí el Nuevo Vivero. El escenario da un giro radical respecto al choque en tierras gallegas, con un campo de césped artificial de menores dimensiones que no benefiaba al Badajoz. «El contexto cambia totalmente. Es otra superficie, es nuestra afición y estadio. Tenemos que hacer que todo eso juegue en favor nuestro y no creo que la presión del ambiente nos perjudique porque tengo jugadores experimentados. No debemos hacer cosas diferentes. Tenemos que hacer lo que hemos estado haciendo bien».

Izquierdo siente orgullo y se retrotrae a tiempos pasados cuando entra en algún establecimiento de la ciudad y ve la bandera blanquinegra. «Pienso en partidos antiguos y fases de ascenso de este club. Es mi gente, mi ciudad. Estoy muy agradecido por el apoyo que recibimos y me gusta que el Badajoz vaya calando en la gente. Me alegra, aunque también siento una gran responsabilidad». La responsabilidad de no defraudar a más de 7.000 aficionados que se dejarán la garganta por su equipo.