Javi Pérez
Martes, 23 de mayo 2017, 08:22
El Badajoz no pudo con su maleficio en tierras gallegas, pero se trajo un buen resultado para la vuelta. El equipo de Juan Marrero tiene motivos para ser optimista. El empate dejó un sabor agridulce porque los pacenses vieron la victoria cerca al adelantarse por dos veces en el marcador. «Con este resultado prefiero jugar el partido de vuelta en el Nuevo Vivero», admitía Marrero al finalizar el encuentro.
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En el feudo pacense el equipo tendrá el calor de una afición que estuvo muy presente en el estadio As Eiroas. Marrero valoró el esfuerzo de ese centenar de seguidores que se desplazaron a Carballo. «Felicitar a los jugadores por el partido y también a nuestra afición. Es tremendo que haya venido tanta gente desde tan lejos», agradeció.
Los goles de Parada y Gabri pueden valer su peso en oro. El Bergantiños supo responder a la pegada pacense. Los gallegos marcaron dos goles, algo que con Marrero no se había producido en liga. El Badajoz sólo había recibido dos goles en las diez jornadas del técnico en el banquillo pacense (Don Benito 1-1 y Valdivia 3-1). En todo el campeonato extremeño únicamente tres equipos habían conseguido hacerle más de un gol a los blanquinegros: Azuaga (2-2), Cacereño (2-0 y 1-3) y Díter (2-5). El 2-2 dejaba algo contrariado al preparador del cuadro pacense. «Cualquiera lo hubiera firmado. Pero con el 1-2 necesitaba con los tres cambios algo más porque sé que me lo pueden dar y eso me come. Aunque dentro de unas horas el resultado será bueno», exponía Marrero.
Galicia sigue siendo tierra prohibida para los blanquinegros en fases de ascenso. Compostela (3-1 en 1991 a Segunda), Pontevedra (0-0 en 2004 a Segunda) y Choco (2-1 en 2016 a Segunda B) son los antecedentes del Badajoz, que ahora añade a esa lista negra el 2-2 de Bergantiños. Además, no sólo no ganó en sus visitas gallegas, sino que tampoco culminó su viaje con el objetivo de subir de categoría.
El conjunto pacense busca que al tercer intento de ascenso sea el definitivo tras empezar perdiendo los dos anteriores frente al Murcia Imperial (1-3) y Choco (2-1). El primer paso está dado al romper con el empate la tendencia de perder el primer partido. Pero Marrero no se fía. «Es un rival con la moral alta y en una dinámica positiva. Si flaqueamos lo vamos a pagar». El ejemplo más claro lo tiene el Badajoz en el propio partido de ida donde el Bergantiños demostró que a pesar de ser golpeado por dos veces contra la lona no se da por vencido y se agarra a un empate que le permite prolongar su racha a 21 partidos sin perder. El técnico blanquinegro es consciente que el punto fuerte de su rival puede hacer mucho daño a su equipo si no ponen todos los sentidos en la eliminatoria. «A balón parado son preligrosísimos». Aunque en el coliseo pacense el juego directo no tendrá tanto protagonismo. «Quedan 96 minutos en el Nuevo Vivero, un campo distinto, más grande y de césped natural. También hará más calor y el esfuerzo será el triple».
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Marrero sostenía que el marcador de la ida no condicionará la vuelta. «Vamos a salir igual. Lo único que señala este resultado es que dos de los tres posibles te valen siempre que ellos no hagan tres goles y nosotros también». Aunque, incidía en que el equipo no iba a especular. «Si sales a empatar perderás».
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