![El Badajoz necesita echar el cerrojo para proteger su fortaleza](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202210/21/media/cortadas/Mariano-R4KVpfq6x7n6720LUATQY1I-1248x770@Hoy.jpg)
![El Badajoz necesita echar el cerrojo para proteger su fortaleza](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202210/21/media/cortadas/Mariano-R4KVpfq6x7n6720LUATQY1I-1248x770@Hoy.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Van ocho jornadas y el Badajoz ya ha recibido más de la tercera parte de los tantos que encajó el curso pasado en 38 encuentros (30). Un patinazo es asumible y no implica síntomas preocupantes, pero la endeblez de los pacenses ha pasado de ser ... puntual a un mal endémico que ha generado una profusa hemorragia de puntos.
No solo retratan su fragilidad las desconexiones y los fallos groseros, sino un aura que rodea ya a la retaguardia que desprende un aroma a peligro en cada aproximación rival. Toca reflexión, contrición y enmienda. Y no hay tiempo que perder. «Son trece goles en contra, somos el tercer equipo más goleado, ese es un dato muy malo para nosotros que no nos permite conseguir victorias y tenemos que ser más fuertes». Así se manifestaba al respecto el técnico blanquinegro, José María Salmerón, este viernes en su comparecencia de prensa previa al duelo de este domingo (Cívitas Nuevo Vivero, 12.00 horas) ante el Linense.
Noticia Relacionada
El Badajoz trata de fortalecer sus pies de barro pese a que el inicio en cuanto a solidez y fiabilidad fue esperanzador. El juego no destacaba por sus quilates, pero se mostraba bien armado, difícil de percutir y sin concesiones reseñables. Líneas juntas, repliegue rápido como un acordeón y salidas vertiginosas y verticales explotando la velocidad de sus puntales, especialmente por las bandas. Se exponía poco y jugaba lejos de su portería. Pero el equipo extremeño empezó a descoserse. Ante la Cultural Leonesa mantuvo la portería a cero, la primera y única vez que lo ha logrado esta temporada, pero pronto apareció la primera grieta. Isaac Jové avisó en el duelo frente al San Fernando, en el que Ilyas estableció el empate cuatro minutos después de que Zelu adelantara a los suyos. La bella factura del tanto eclipsó la lectura más profunda, que la zaga estuvo contemplativa y lenta a la hora de reaccionar a la segunda jugada en un rechace de un córner. Luego el atacante del bloque andaluz la clavó en la escuadra, pero tuvo tiempo y libertad para perfilarse.
Ante el Rayo Majadahonda, la fisura en el escudo blanquinegro fue mucho más evidente. Cesión kamikaze atrás que deja vendido a Cordero, incapaz de revertir el destrozo, y David Rodríguez aprovechaba el fallo mayúsculo para marcar. El segundo de los madrileños, obra de Ofoli Quaye, también fue fruto de un mal balance defensivo que le permitió rematar en el primer palo sin oposición.
Ante el Algeciras, más de lo mismo. Mariano mide mal en el salto, Cordero no acierta a despejar, el balón toca en el palo con Acuña pidiendo fuera de juego en vez de evitar el disparo definitivo. Más de tres toques de los andaluces en el área pequeña antes del 0-1. Rocambolesco.
El Castilla también puso en evidencia las deficiencias atrás de los pacenses. Un fallo en la salida de Kike Royo tras un centro lateral habilitó a Dotor en el primero, en el segundo los blancos pillaron desguarnecida a la zaga rival y Arribas anotó en un mano a mano y en el tercero tuvieron todas las facilidades para triangular y establecer el doblete del delantero merengue.
Una sensación parecida desprendió el 0-3 ante el Racing de Ferrol. Cordero cabeceaba a su propia portería un centro en el intento de anticiparse, Acuña cometía penalti a un Héber Pena escorado que suponía el 0-2 y ya con el Badajoz volcado los visitantes aprovecharon para sentenciar.
En el último partido en casa no supuso una rémora en cuanto a puntos, pero otro desajuste dio vida a un Ceuta que perdía 2-0. Pito empalaba desde el punto de penalti sin oposición. Y el pasado sábado en Fuenlabrada, el Badajoz repitió pecados. Balón bombeado al interior del área, Cordero salta blando y permite la asistencia a Diego, que chuta a placer. «El primer gol nos define porque perdemos tres veces la marca en la misma jugada. Eso no puede pasar en un equipo de Primera RFEF porque terminas perdiendo», analizaba Salmerón. En la segunda parte, Fer Ruiz se colaba entre los dos centrales para mandar su testarazo a la red. Un extenso rosario de pecados que han conducido a una dura penitencia que precisa una rotunda redención. «Es por todo un poco, falta de concentración, de intensidad en momentos determinados, de contundencia individual y colectivamente. Las ayudas deben ser más fuertes», argumenta sobre las causas el preparador almeriense.
Las expulsiones son otra asignatura pendiente que está penalizando las opciones de triunfo de los pacenses, por la inferioridad que genera en el choque en cuestión y el lastre que supone perder a un efectivo en una plantilla tan corta. «Son cuatro expulsados en ocho partidos, eso no puede ocurrir. A veces son situaciones incontrolables, pero si tenemos una amarilla hay que llevar más cuidado». El último ha sido Acuña, que se pierde el próximo partido, al igual que Raúl Palma, que este viernes ya entrenó con el grupo en una sesión de baja carga, pero al que se le espera para la semana siguiente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.