El Badajoz de la transición no arranca

Entre los nuevos propietarios han repetido reiteradas veces que es una temporada de transición. De poner en orden en el club, sanearlo, reconducirlo y el próximo curso intentar objetivos más ambiciosos en lo deportivo. Aunque en ningún momento se ha planteado pensar en pasar apuros clasificatorios y ponerse de meta la permanencia.

Pero el flojo inicio del Badajoz en este campeonato le hace mirar con angustia a los puestos de peligro. De hecho, otra derrota este sábado ante el Racing de Ferrol, que llega invicto al Nuevo Vivero, le dejaría en una situación muy delicada. Este arranque liguero recuerda a los dos peores de la última década en Segunda B. Y ambos fueron en dos temporadas muy señaladas en la historia del club. El primero fue en la 2011-12 que acabó con la liquidación de la SAD. Entonces, con Torres Mestre en el banquillo, el conjunto pacense llegaba a la quinta jornada con solo 3 puntos de 3 empates y caía al puesto de colista. El técnico madrileño cedería su sitio a su segundo Moisés Ortega y el gaditano a su vez a Alberto Monteagudo, que protagonizaría una reacción milagrosa con números de playoffs al ganar cuatro de sus cinco finales para sacarlo de la quema.

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La otra campaña con peor bagaje en el arranque fue la 2017-18, la del retorno a Segunda B tras la refundación del club. Juan Marrero continuaría tomando las riendas tras el histórico ascenso en Calahorra, pero el comienzo en la categoría de bronce no fue el esperado. El Badajoz firmaba números similares al comienzo de su última estancia en la división de bronce con 3 empates y 2 derrotas que le colocaban en el puesto de promoción de descenso con 3 puntos. La directiva presidida por Pablo Blázquez supo tener paciencia y confiar en el trabajo de Marrero y al final dio sus frutos con una permanencia muy sufrida, pero merecida. Llegaba la última jornada dependiendo de sí mismo y gracias al tanto de Ruano frente al Lorca antes del descanso se aseguraba la continuidad en Segunda B sin mirar a otros campos.

Los números de esta temporada son algo mejores. En estas primeras cinco jornadas el equipo blanquinegro solo ha sumado 5 puntos de una victoria y dos empates y acumula cuatro jornadas sin ganar. El Badajoz comenzó de la mejor manera posible, con una victoria en el estreno liguero en el Reino de León gracias a un gol de Francis Ferrón. Después las lesiones han mermado el potencial del equipo y Jové se quedó sin su referencia arriba. Sin fondo de armario más allá de las promesas de la cantera, el equipo no se da por vencido y planta cara en todos los partidos. Pero carece de pegada y contundencia en las dos áreas.