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Momento del encuentro entre el Badajoz y el Majadahonda. J. V. ARNELAS
Primera RFEF

El Badajoz vuelve a atascarse en el Nuevo Vivero

El equipo blanquinegro no encuentra el premio a su mayor insistencia ante un rival aguerrido y se queda insatisfecho por un punto que frena su escalada

Javi Pérez

Badajoz

Domingo, 5 de febrero 2023

El Rayo Majadahonda deja en punto en blanco al Badajoz. No pudo el equipo blanquinegro doblegar a un rocoso rival y volvió a atascarse en el Nuevo Vivero. Un empate que sabe a poco para lo ofrecido por los pacenses y que pese al punto ... frena su escalada ascendente. Se jugaban mucho los dos equipos en situaciones parecidas sobre la fina línea que decide si mirar hacia arriba o hacia abajo. Los de Salmerón pudieron irse al descanso por delante con un Adilson imparable, pero que no fue suficiente para afinar su pegada. El Badajoz prolonga a seis su racha de partidos sin perder, aunque deja cierta sensación de paso atrás.

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El Badajoz comenzó descargando sobre Adilson, muy activo e incisivo para romper en velocidad y desarmar a la zaga rayista con mucha facilidad. A los tres minutos ya se había metido hasta la cocina, pero su centro al segundo palo desde el fondo pegado a la portería no llegó Calderón por centímetros. Poco después sería Zelu por el flanco diestro quien la puso dentro sin que Gorka Santamaría alcanzara a rematar. El juego alegre de los blanquinegros hacía daño al Rayo Majadahonda. Encontraba los huecos para perforar y salir rápido hacia el área rival. Le costaba al cuadro madrileño sujetar los movimientos de Gorka, Zelu y sobre todo de Adilson. La fuerte presión pacense arriba también provocaba errores en la salida visitante. Así, un robo de Adilson dejaba a Gorka Santamaría en buena posición de disparo que atrapó abajo sin problemas Lucho. De nuevo el tridente ofensivo del Badajoz mantenía su intensidad alta para taponar una elaboración limpia en la subida del balón. Adilson intimidaba, Gorka robaba y cedía sobre Zelu cuyo remate dentro del área golpeó entre las piernas de la zaga contraria.

CD BADAJOZ, 0-RAYO MAJADAHONDA, 0

  • CD Badajoz: Kike Royo; Juanmi García, Josete, Mariano Gómez; Calderón (José Mas, min. 74), Mancuso (Raúl Palma, min. 46), Jannick Buyla, Cordero; Zelu (David Soto, min. 61), Adilson y Gorka Santamaría (Francis Ferrón, min. 61).

  • Majadahonda: Lucho; Aldalur, Ofoli Quaye, Dani Pinillos, Iván Rodríguez (Rahim, min. 46); Mario, Sergio Llamas (David Rodríguez, min. 84), Mario, Néstor Albiach, Íñigo Alayeto (Nando, min. 64); Javi Ros (Josu Ozkoidi, min. 74) y Román Zozulia (Jeisson, min. 64).

  • Árbitro: Manrique Antequera (andaluz). Amonestó en el Badajoz a Mancuso (21) y en el Rayo Majadahonda a Aldalur (24), Ofoli Quaye (71) y Sergio Llamas (76).

  • Incidencias: Unos 4.000 espectadores en el Civitas Nuevo Vivero. En el palco, el presidente Luis Díaz-Ambrona junto a los directores deportivos Pato Arana y Guzmán Casaseca.

Atrás, el equipo blanquinegro se mostraba muy seguro y anticipándose a los intentos de llegada de Zozulia y los exblanquinegros Íñigo Alayeto y Javi Ros. Josete se estrenaba como líder del eje de tres centrales que tan bien funciona en la libreta de Salmerón. Juanmi García, Mariano Gómez y el ilicitano emergían como la muralla china imposible de sortear, Sin fisuras. Aunque la tarea de defender era cosa de todos. Porque si arriba trataban de dinamitar a la contra a la hora de replegarse todos aportaban solidarios en las ayudas. Todos mordían y perseguían como perros de presa al que llevara la pelota. Calderón y Cordero estaban atentos a las coberturas y en ataque desdoblaban para abrir espacios a los rayos blanquinegros. Mancuso tiraba el ancla facilitando una navegación tranquila en la parte de atrás. Y Jannick Buyla abarcaba todo lo que podía y más.

Y es que ambos conjuntos plantearon un juego muy táctico con muchos guerreros concentrados en la zona ancha donde se libran las batallas. Un centro del campo minado de todoterrenos para imponer el dominio del balón. El primer pulso lo ganó en principio el Badajoz, más decidido a ir a por el partido y bien cosidas sus costuras. El Rayo Majadahonda no sabía cómo deshilachar la madeja ante las líneas tan juntas del Badajoz Kike Royo apenas tuvo que intervenir para un saque de puerta en toda la primera mitad.

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El segundo acto continuó con el mismo guion y el mismo dibujo a pesar de que cada técnico había introducido un cambio al descanso. La entrada de Raúl Palma por Mancuso y la de Rahim por Iván Rodríguez no variaron las piezas del tablero. Pero el Badajoz no llegaba con tanta claridad y sensación de miedo como en los primeros minutos de la partida. Un centro chut de Calderón que se marchó por encima del larguero en el 60 fue la primera aproximación a las inmediaciones de la portería de Lucho. Y eso que Adilson se empeñaba una y otra vez en meter revoluciones al encuentro. Es sin duda el jugador más desequilibrante y en forma del equipo. Capaz de atizar con el desatascador y hacer saltar todo por los aires. Lo intentó por todos los medios y su explosividad solo podía ser frenada a base de faltas. El luso estaba animado y suelto, pero no terminaba de agarrar esa arrancanda con la que prender la mecha,

El equilibrio no se rompía y la igualdad seguía imperando. Incluso hasta la hora de dar refresco al equipo se repetían. Si Salmerón daba entrada a Francis Ferrón y David Soto por Gorka y Zelu, Alfredo Santaelena hacia lo propio apenas tres minutos después con Nando y Jeisson en lugar de Alayeto y Zozulia. Diez más tarde volverían a coincidir con la tableta de cambios con José Mas y Ozkoidi por Calderón y Javi Ros.

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El reloj corría más en contra del Badajoz que del Rayo Majadahonda. Había propuesto más y lo había querido más. La tuvo Raúl Palma en un tres para dos y el portero que escupió el poste. En un acto de fe de Palma, robó el balón en la intimidación, se la entragó a Ferrón en la media luna, que asistió para Adilson, el luso recibió trastabillado y se la devolvió al algecireño, que siguió abriendo sobre Raúl Palma dentro del área y su disparo golpeó en el palo. En ese para ti y para mí que puso al borde del infarto al Nuevo Vivero parecía evaporarse las esperanzas blanquinegras.

Ese corsé táctico en los banquillos se rompió con un último cambio de Santaelena a seis para el final que dejaba ya a las claras las pretensiones de uno y otro equipo. Mientras el Badajoz seguía a lo suyo. Adilson continuaba desbordando y David Soto intentando encontrar esa llave maestra para abrir el cofre del tesoro de los tres puntos.

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El tiempo se agotó y el Badajoz sentía que perdía una oportunidad en su intento de mirar hacia arriba.

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