El cielo y el infierno en 90 minutos

Hasta el 65', todo el Mérida era una fiesta. Lo explicamos. El inicio del choque fortaleció la idea del equipo de Sergi Guilló: presión alta, transiciones rápidas y obligación de finalizar jugadas en campo contrario. Así llegó en el 2' un disparo de Doncel desde la frontal, una internada y posterior lanzamiento de Climent en el 5' que no acertó a empalar Eslava en el rechace y el gol de cabeza en el córner consiguiente del propio Eslava tras rematar limpio en el primer palo.

El gol alimentó la confianza de los emeritenses, que por momento repitieron las inmejorables sensaciones de hace justo un año también en la primera parte ante el Linares. Pero enfrente había un señor equipo como el Recreativo, que paulatinamente se fue haciendo con el balón y encajando al Mérida en su campo. Los de Guilló empezaron a sufrir porque ni tenían el balón, ni armaban contras, ni robaban alto. No fue hasta después de la pausa de hidratación cuando el conjunto emeritense recuperó su plan y acabó la primera parte pareciéndose al equipo que arrancó el partido, pero ya sin tantas ocasiones claras.

La segunda parte fue una continuación mejorada: el Mérida salió aún mejor y metió menos goles de los que mereció, y eso que metió dos y mató el partido. Con la presión alta y un ritmo fuerte, Juanjo disparó al larguero en el 48'; luego llegó el segundo tanto de Javi Eslava, que batió en el mano a mano a Rubén Gálvez tras otra gran jugada del equipo liderada por Beltrán y Juanjo en el 52'; en la siguiente jugada cayó el tercero tras otro exquisito ataque comandado por Beltrán y Felipe Alfonso, que centró al larguero y el rechace lo empujó con la cabeza el propio Liberto; y poco después, un centro desde la izquierda acabó en la cabeza de Eslava y Rubén Gálvez evitando el hat-trick del catalán.

El 3-0 y los cambios durmieron el partido, como si los dos equipos decidieran parar, uno por compasión y el otro para no recibir un daño mayor. Pero en esa nebulosa de cloroformo, el Mérida se durmió demasiado. En el 80 cometió un error defensivo propio de la confianza y el recién incorporado David Soto metió a su equipo en el partido. Y en los dos últimos minutos, otra vez en dos errores defensivos incomprensibles, Davinchi hizo el 3-2 y Alejandro Gálvez en el 3-3 en la penúltima jugada del partido.