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Transcurren los días y el desgaste pasa factura en el seno del Badajoz. Así lo atestiguan los rostros, espejos fidedignos de un estado de ánimo viralizado en el vestuario del que Óscar Cano no es ajeno, pese a sus abnegados intentos de mantener a flote a su tropa. Basta con observar someramente las pistas que deslizan su lenguaje gestual y todo el entramado no verbal para decodificar señales inequívocas que se respaldan en su discurso más explícito. «Uno ya no sabe qué creer». La radiografía es transparente: Cejas arqueadas, rictus grave y hombros encorvados y plomizos sobre los que recae el peso de una responsabilidad cronificada durante más de medio año. El carrete del optimismo y la resiliencia se agota: «La esperanza la cogemos con alfileres, llevamos siete meses de promesas y de situaciones que cambian de un momento a otro», comentaba en la rueda de prensa previa al choque de este domingo ante el Racing de Ferrol (12.00 horas, Footters).
Desesperación, desasosiego y desazón son aromas que impregnan el ambiente, mezclados con el camuflaje del ambientador que aporta una retórica de la arenga que el preparador granadino maneja con destreza. «Para mí ya ha merecido la pena el año, más allá de que vamos a seguir luchando por acabar de la mejor manera posible. El ejemplo está siendo maravilloso». Nunca escatima en consignas de aliento, aunque el repertorio parezca viciado o erosionado por un contexto tozudo que se empeña en arrebatarle motivos. Pero la pesadumbre sale a la superficie con una frecuencia lógica e inevitable: «no tenemos ninguna noticia de nadie, no sabemos quién es la actual propiedad; hay rumores de todo tipo, e intentamos aislarnos, pero es que nos compete, es algo que atenta contra nuestra profesión».
La intrahistoria de esta semana está cargada de vericuetos que han socavado aún más la paciencia y la resistencia de un grupo netamente desgastado. El sorpresivo anuncio de Daniel Tafur de su retirada de las negociaciones para entrar en el club volvió a precipitar los acontecimientos, generando aún más tensión e incertidumbre, que han incidido, una vez más, en la preparación deportiva. «De los tres días de entrenamientos, el que menos se ha retrasado ha sido hoy, media hora, el miércoles fueron dos horas y media. Cuando salen al campo la predisposición es absoluta, porque su integridad está a prueba de bombas, pero el resto del tiempo de lo que se habla es de una serie de necesidades que siguen sin cubrirse. No hay más cambios. Nos aburre hablar de esto, pero es algo que nos afecta a todos directamente».
Uno de esos encuentros fue con representantes de la AFE, en hilo directo con la plantilla blanquinegra para conocer de primera mano la evolución de la situación. «Lo que me trasladan es que van a estar cerca de ellos, como no puede ser de otra manera, y que quieren asistir a cada una de las reuniones que se hagan referentes a la necesidad de normalidad del día a día del club», se refirió sobre el sindicato de futbolistas Óscar Cano.
En cuanto al cierre del mercado, comentó con cierta ironía que para el conjunto pacense ha sido de «desfichajes», por la salida de Sergio Benito y Barri, que desde hace varias jornadas habían desaparecido de los onces. «Uno de ellos, incluso, a nivel de salud no lo estaba pasando bien, tenía dificultad para concentrarse. No podíamos alinearlos, porque al campo tienen que salir quienes estén emocionalmente preparados». En cuanto a ausencias, Isi Gómez ha entrenado con el grupo pero con molestias en la clavícula, y Joan Truyols arrastra problemas en el tobillo, aunque todo apunta a que estará disponible. Quien seguro se pierde el choque es Zelu, sancionado por acumulación de amarillas. El técnico andaluz advirtió de que podían darse dos bajas de última hora de cara a la convocatoria, aunque no especificó la identidad ni el motivo.
Enmarcando toda la secuencia en su contexto, no quiso poner paños calientes: «si hay una persona que no cumple con los objetivos que se marcaron es Óscar Cano». Pero desveló algunas de las tesituras por las que ha atravesado el equipo en las últimas semanas y que ejemplifican el ruido pertinaz y estridente que rodea a la parcela deportiva. «Salimos de un hotel para jugar un partido importante y en la hora de la siesta algunos jugadores me dicen que tienen propuestas y querían saber si los íbamos a dejar salir. ¿Cómo afrontas una competición así?». Desveló además que una de las piezas indiscutibles decidió a última hora renunciar a una suculenta oferta de superior categoría para quedarse a pelear con sus compañeros. «Esos son los que quiero yo, no nos hacen falta fichajes para afrontar esto».
Fue el único momento en el que mutó el semblante de Óscar Cano, imponiéndose el orgullo sobre la angustia e iluminando sus palabras con una gama cromática distinta a las tonalidades grisáceas. La referencia a la afición multiplicó ese fulgor y los elogios monopolizaron su sermón. «Nos quedamos sin palabras, sin adjetivos para definir lo que hace la gente. Tiene un valor tremendo porque parte de un sentimiento y de valores como la solidaridad y de una empatía absoluta».
Buena muestra de ello es la colecta de dinero que finalizó el pasado jueves con 12.410 euros aportados por la hinchada blanquinegra, que se destinará a cubrir varios gastos inmediatos de los que el club informará en breve. En cuanto a las entradas vendidas de manera anticipada, este viernes se habían contabilizado una cifra superior a las 800.
La masa social del Badajoz tendrá una cita en los aledaños del Nuevo Vivero en una jornada de convivencia este domingo que dará comienzo a las 10.00 horas con café y migas, continuará con el partido a las 12.00 y, al finalizar, sobre las 14.00, será el turno de una paella solidaria amenizada con un DJ.
La Jueza de Competición de la Federación Extremeña de Fútbol acordó este viernes el aplazamiento del encuentro que iba a medir el sábado, a las 17.00 horas, al filial del Badajoz contra el Llerenense en el estadio Fernando Robina, correspondiente a la jornada 19 de Tercera RFEF. El conjunto pacense notificó al ente territorial que varios de sus futbolistas habían dado positivo en las pruebas de detección de la covid-19 y se decidió buscar una nueva fecha. Finalmente el encuentro se ha fijado para el miércoles 16 de febrero, a partir de las 21.00 horas.
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