El Mérida celebra un punto

Al Mérida no le vale casi de nada un empate… y sin embargo agradece el punto como un manjar. Así está el equipo, que juega como un flan: temblando de inicio a fin. Encima los astros se alinean contra él, esta vez en forma de Muñoz Piedra, que volvió a montar su show habitual en el Romano. Hace tres temporadas con aquel gol anulado a Dani García ante el Extremadura y esta vez dejando al Mérida con nueve tras las expulsiones de Luis Acosta y Dabo, ambas muy discutidas. También se podría quejar amargamente el Recreativo por un posible penalti de Raúl Prada en el tramo final del partido.

Colegiado aparte, los emeritenses necesitan psicoanalizarse profundamente, porque de esta forma ni puede jugar ni se puede salvar. La falta de confianza se le nota hasta en los controles, hasta en las coberturas, hasta en las miradas. Más allá de si necesitaría más fútbol o más contundencia, lo que necesita es tranquilizarse y saber que, si no lo hace, no tiene nada que hacer. Hasta futbolistas que fueron los mejores el curso pasado, como Acosta o Bonaque, sufren el estrés con el que están jugando.

Al menos Ruano consiguió su primer punto en el banquillo del Romano. Sin Felipe Alfonso y con Dabo en el lateral, con Busi y Beneit por dentro en detrimento de Ben Hamed y Sandoval y Padilla en sus respectivas bandas, el equipo no se pareció en nada al de hace siete días. Era muy difícil volver a hacerlo tan mal. Así que, con sus problemas de confianza, fue creciendo lentamente en el partido. En la primera parte, aún notándose en el alambre, alejó al Recre de Palomares lo máximo que pudo y fue prosperando con balón en la zona de tres cuartos.

No obstante, los primeros 45 minutos fueron un ejercicio nulo entre un equipo que no puede lastrado por la evidente falta de confianza y otro que, en vez de ir a provocar el error del rival, lo esperó. Y de ahí que, salvo disparos lejanos y desviados, ninguno de los dos cocinara una ocasión clara de gol que llevarse a la boca. En la segunda parte el Recreativo sí que le atacó a su rival y de ahí que generara las ocasiones más claras del choque. Entre Palomares y la fortuna consiguieron dejar la puerta a cero por primera vez desde la tercera jornada de Liga.

Los onubenses, siempre mejor colocados en todas las zonas del campo, acabaron el partido con dos más, por las expulsiones de Dabo a falta de un cuarto de hora y de Luis Acosta en el tiempo de añadido, y fallando las dos ocasiones más claras del partido. Así que no le quedó otra al equipo de Ruano que celebrar un punto que, clasificatoria y anímicamente, le vale de muy poco.

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