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R. P.
Mérida
Sábado, 6 de mayo 2023, 20:59
El Linares le metió un guantazo de bienvenida en la primera jornada de Liga y ante el Linares consiguió el Mérida la salvación matemática a tres jornadas del final. Y sin embargo nadie desperdició un mísero segundo en celebrar este dato, porque el Romano está ... a otra cosa. Concretamente a que el gol azulino en el 62' le ha fastidiado al conjunto emeritense el goal-average entre ambos de cara al playoff. A la espera de los resultados de este domingo, el Mérida está a cuatro puntos del quinto puesto a falta de nueve, y aunque todos ahí dentro son realistas… también son soñadores.
Se ha empeñado el Mérida, juegue mejor o juegue peor, en convertir sus partidos en puro espectáculo. No hay aficionado que acuda al Romano que se aburra con lo que ve, porque lo que ve son partidos de ida y vuelta, con ocasiones, alternativas, incertidumbre, emoción. El del Linares tuvo todo eso y, encima, ganó el Mérida, al que se le va a quedar corta la temporada. Lo normal, ahora, es disfrutar de partidos como el de este sábado, como el de la Cultural Leonesa, como el del Racing de Ferrol, como el del Fuenlabrada. Lo anormal es lo que pasó hace una semana en Algeciras.
Allí, en el Nuevo Mirador, se puso el partido cuesta arriba a los dos minutos de juego y aquí, en el Romano, se lo puso cuesta abajo a los 32 segundos. En lo primero que le pasaba al partido, Nacho González cabeceó un córner a la red y transformó el Romano en una pradera. Pónganse en situación: un día entre semana, a primera hora de la tarde, poniendo La 2 y escuchando esa voz en off tan grave como serena avisando de que el depredador ha atisbado a su presa y se dispone a atacarla… pues lo mismo el Mérida con los espacios. No hubo rato que no dejara de atacarlos, por eso acabó tan desfondado el partido. Porque a eso jugó desde el primer minuto de juego.
Con el 1-0 en contra, el Linares fue creciendo paulatinamente y empezó a merodear con criterio las inmediaciones del área emeritense. Pero cada vez que robaba y salía el Mérida convertía la contra en una ocasión clarísima de gol: a Busi le anularon un tanto por un polémico fuera de juego en el 4', Sandoval finalizó una jugada colectiva preciosa cruzando demasiado el esférico en el 14', Felipe mandó fuera un remate que parecía dentro en el 20', Copete lamió el palo tras un pase de la muerte de Sandoval en el 27' y, al final, en el 34', el Mérida conseguía aumentar la ventaja con un tanto de Chuma.
Ese 2-0 fue una tesis 'cum laude' de lo que mejor sabe hacer este grupo de Juanma Barrero. Robó Meléndez casi en la esquina del banderín de córner del Mérida, avanzó metros y se atrevió con un cambio de juego de 40 metros, Álvaro Ramón cabeceó a la primera para dejársela a Sandoval, que le tiró una pared al espacio perfecta para el lateral izquierdo, que conforme pisaba área la puso al segundo palo para que apareciera Chuma y empujara a placer. Todo en apenas quince segundos. Obra de arte al contragolpe.
Y todo esto ante un Linares que demostró por qué es quinto clasificado: mandando en la posesión, jugando siempre muy cerca del balcón del área, tocando con calidad y criterio, apurando a Palomares en cada centro lateral, exigiendo al máximo a Bonaque y Nacho a la hora de tapar disparos, evitando siempre el saque en corto tan característico de Palomares y Acosta…
De hecho, nada más arrancar la segunda mitad, encajó más al Mérida sobre su área. Y empezó a coleccionar ocasiones importantes de gol para acortar diferencias. Una falta al borde del área en el 46', un gol cantado que no fue de milagro porque Fermín cabeceó incomprensiblemente fuera en el 52', un disparo desde la frontal de Abeledo en el 57' que salió rozando el palo… Y en un minuto, el 64', el partido pudo cambiar definitivamente en una dirección y cambió sin embargo en otra.
Sandoval encaró una contra para desembocar en el mano a mano, le agarraron por detrás al poco de traspasar la línea divisoria y en lugar de pararse para crearle un problema al árbitro (¿amarilla?, ¿roja?), siguió solo contra el mundo. Se la robaron y en esa contra del Linares que el Mérida no pudo parar, Fermín hacía el 2-1 en el 62' tras cabecear en el segundo palo un buen centro de Álex Sancris.
Tocaba remar y sufrir, porque había contragolpeado tanto que el Mérida se había quedado ya sin aire. De ahí los cambios en ataque para darle oxígeno a su equipo. Cada vez que atacaba, creaba peligro. Pero cada vez que defendía, activaba el marcapasos. Y así hasta el final del partido. Porque así las victorias y los finales de campeonato se disfrutan más.
Mérida
Palomares; Felipe Alfonso, Bonaque, Nacho González, Álvaro Ramón (Diego Parras, 77'); Acosta, Meléndez, Busi (Akito, 77'), Sandoval (Erik Ruiz, 88'), Nando Copete (Lolo Pla, 77'); y Chuma (David Larrubia, 64').
2
-
1
Linares
Samu Casado; Javi Duarte, Lolo González (Aitor Gelardo, 74'), José Caro, Campabadal; Rodri (Carrillo, 74'), Fermín, Fran Callejón; Abeledo (Edu Viaña, 87'), Álex Sancris (Samu Corral, 74') y Hugo Díaz (Arnedo, 74').
Goles: 1-0, Min. 1: Nacho González. 2-0, Min. 34: Chuma. 2-1, Min. 62: Fermín.
Árbitro: Fernando Bueno Prieto, del comité madrileño. Amonestó al emeritense Meléndez y al azulino Caro.
Incidencias: Alrededor de 2.723 espectadores en el estadio Romano José Fouto.
Juanma Barrero consiguió el objetivo marcado en julio a tres jornadas para el final. Matemáticamente el Mérida sigue siendo equipo de Primera Federación. Y lo ha hecho gozándolo en las últimas fechas. «Ha sido un partido muy bonito y disputado», coincide el técnico romano. «Hemos tenido acierto en la primera jugada del partido, que significa mucho, así como la semana pasada significó en contra, y eso nos ha llevado a jugar un partido diferente al que teníamos en mente. Hemos hecho una buena primera parte, aunque nos ha faltado tener más control de balón. Pero teníamos controlado el partido desde la defensa y las transiciones. Con un poco de acierto nos hubiésemos ido al descanso con un marcador más abultado. Y a ellos los hemos dejado sin una ocasión clara que contar. Y el Linares es un muy buen equipo, sobre todo en ataque». «Tras el descanso, con el cansancio, hemos hecho muchos cambios, ellos han encontrado su gol, nos han hecho daño con sus centros y por dentro con la amenaza de disparos, nos han hundido abajo y hemos terminado sufriendo. Pero también nosotros teníamos transiciones y oportunidades en cada una de ellas para ampliar el resultado. Pero tras su gol era defender y vivir lejos de nuestra área. Pero hemos estado bien».
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