El Mérida sube varios peldaños

Porque la idea de Rai, a la espera de que el equipo coja el ritmo de competición y el físico adecuado, es atractiva: construir la jugada limpia desde atrás para trasladar al rival a un lado y cogerle los espacios por el otro. A veces sale, y es una maravilla ver cómo llega a zonas de gol el equipo, y a veces lo intenta.

También ayudó el Recreativo, un grupo completamente nuevo tras el ascenso al que le costó mucho el partido: compitió defensivamente, pero le faltaron ideas arriba. A excepción de los últimos minutos, José Andrés primero y Dani Vicente después apenas participaron. El canterano, por cierto, cada vez que intervino, seguro y bien.

El Mérida exhibió su mejor cara en la primera media hora, con Felipe Alfonso y Llácer por bandas, Bonaque y Elo por dentro, Acosta e Ismael en la medular, Beneit y Sandoval en los extremos, Escardó enganchando y Caio Peralta arriba. Va a ser difícil olvidar a Álvaro Ramón, pero Llácer lo va a intentar porque tiene un potencial enorme.

La primera gran jugada de gol nació de su atrevimiento y recorrido: no llegó de milagro Caio Peralta al segundo palo en el 9' tras un soberbio centro raso. Luego llegaron los remates claros en sendos saques de esquina de Elo y Bonaque que no entraron por poco. Y Escardó, que entró menos en juego porque jugó más lejos del inicio de la jugada, tuvo las restantes. Pero tras la pausa de hidratación, el amistoso bajó el pistón.

Tras el descanso entraron Bourdal por Elo, Ben Hamed por Acosta y Chuma por Caio, y aunque a un nivel más discreto, el equipo de Rai continuó siendo superior. El Mérida siguió progresando bien, pero le faltaba acertar en los últimos metros. Y cuando aparecieron las ventanas de cambio, empezaron a aparecer los goles. El primero de Chuma en el 70': Beneit le buscó al espacio, el delantero sevillano controló y encaró el mano a mano y, tras estrellarse en el palo, la metió a la segunda casi sin ángulo. Chuma, por cierto, será el encargado de las faltas esta temporada: no tira una mal.

Y en el tramo final, con muchos chavales en el campo y el Recreativo jugando más en campo contrario que en todos los minutos anteriores, llegaron las mejores ocasiones emeritenses (Ben Hamed lanzó al larguero) y el golazo, por la escuadra y con su pierna mala, del juvenil Marcos Fernández en el 87'.