El Mérida sufre un injusto castigo

A partir de ahí, el equipo de Juanma dejó de robar cuando presionaba arriba, el Sanse se hizo con el balón y el control del partido en la medular y los cambios mejoraron más a los madrileños que a los romanos. Y aún así, el gol llegó en una jugada aislada, como el primero en Linarejos o el primero del Algeciras hace una semana. Ese centro chut de Raúl Hernández en el 91' entró por la escuadra del segundo palo como bien pudo haberse ido al centro comercial del fondo. Y el Mérida se vino de Madrid con cara de tonto, porque como mínimo mereció puntuar y, como máximo, tal vez hasta ganar.

Salvo al principio y al final, el Mérida fue mejor que el Sanse. Tanto con balón como generando peligro en área rival. Arrancó sufriendo porque, ante la baja final de Felipe Alfonso, Juanma situó en el lateral derecho a Viñuela y los madrileños cargaron con saña por ahí. Centros laterales, saques de esquina, dos contra uno… pero aún sufriendo, la zaga emeritense evitó cualquier remate claro. Entonces el cuerpo técnico de Juanma obligó a Viñuela a que actuase como un extremo para crearle dudas a su par, y a raíz de ahí el Mérida se hizo con el partido.

Respiró, se soltó y empezó a pisar área contraria. Erik taconeó en una melé dentro del área en el 22', el propio Erik no llegó por un taco en el segundo palo a un buen centro de Meléndez en el 27', Cinta cabeceó solo pero forzado en el segundo palo en el 34', Viñuela lanzó alto algo escorado pero desde dentro del área en el 43'… Y en el arranque de la segunda parte, aunque pasaba bien poco, el Mérida seguía bien plantado y ganándole a los puntos al conjunto madrileño.

Durante unos diez minutos, los que fueron del 59' al 69', el fútbol fue muy injusto con el Mérida. Colgados de Larrubia y Meléndez, los de Juanma miraron al gol muy de cerca. La ocasión más clara la tuvo Nando Copete, que lanzó alto de volea un perfecto pase del mediocentro sevillano en el 59'. Todo lo que pasaba sucedía en campo del Sanse porque el Mérida presionaba y robaba bien arriba y controlaba todo alrededor del centro del campo.

Pero entonces, en una falta casi frontal y sin peligro, Fomeyem metió la cabeza entre las costillas de Montoya y le fastidió el partido al Mérida. Tuvo que debutar Juanpa, los cambios de Ayllón hicieron crecer a su equipo más que los de Juanma y cuando ambos firmaban el empate, Raúl Hernández se sacó un centro chut que se envenenó y destrozó el ánimo de un Mérida que acabó el choque entre cabreado y estupefacto.