El capitán Bonaque abraza a Escardó tras el partido. J. M. Romero
Primera RFEF

Un penalti como punto de inflexión

El Mérida se agarra al gol postrero ante el Granada B para cambiar su ánimo, su dinámica y su «pasión» de cara a la segunda vuelta

R. P.

Mérida

Lunes, 15 de enero 2024, 21:46

Nada más señalar Arberola Rojas el punto de penalti, Escardó se fue a por Chuma. Le dijo «yo», el delantero asintió con la cabeza y Escardó cogió el balón. Durante las protestas, se alejó del tumulto mientras besaba o susurraba al cuero, lo que fuera. ... Sólo se le acercó unos segundos Raúl Beneit, para decirle lo que ya imaginan. Lo que pasó a partir de ahí fue el mejor instante que ha vivido el Mérida en lo que se lleva de temporada.

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«Le quiero dar las gracias a Iñaki (Elejalde) y a Chuma por dejarme tirarlo. El mérito también es de ellos», desveló tras el partido el propio Escardó. «No pienso en nada esos segundos antes del penalti. Me lo tomé como si estuviéramos en un entreno. Los penaltis son parte del juego, se tire en el minuto 20 o en el 95». Pero aunque esas penas máximas sean parte del juego, al Mérida le cuesta. El último penalti que marcó en estas circunstancias fue en abril de 2013: Teo Gracia al Emérita Augusta en el 93'. Entre uno y otro falló tres similares: Espinar ante el Villarrobledo en 2019, Lolo Pla frente al Coria en el 2021 y Bonaque ante el San Fernando el curso pasado.

La acción de Elejalde, el penalti de Arberola Rojas y el gol de Álex Escardó cambió por completo el veredicto de la grada, que hasta ese instante se mostraba entre desesperada y afligida. Porque al equipo, sobre todo con el pasar de los minutos, volvió a atenazarle el miedo. «Nos faltó meterle un poco de pasión», lo definió David Rocha tras el partido. «Se lo dije a los jugadores, que tenían que meterle más pasión al juego para traer a la gente de nuestro lado. Nos ha faltado ese plus de chispa porque nos ha costado robar el balón, no hemos estado activos en la presión tras pérdida. Cada robo que hacíamos estábamos muy lejos de la portería. En ese sentido no me voy contento».

«No ha sido nuestro mejor partido»

Aunque a los puntos el Mérida mereció ganar al Recreativo Granada, todos en el vestuario son conscientes de que el equipo ha jugado partidos mejores. «No ha sido nuestro mejor partido», coincide el autor del gol. «Pero aquí sólo valen los puntos. Para salir de estas situaciones tienes que sufrir como hemos sufrido nosotros. Decir que no sentimos la presión con la que jugamos sería mentir. Sabíamos que era un partido vital y eso es una losa psicológica. Seguro que el triunfo nos dará confianza y encararemos la segunda vuelta muchísimo mejor».

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Porque el equipo fue de más a menos, a pesar de las entradas en la segunda parte de Chuma, Elejalde, Ben Hamed o el propio Escardó. El técnico emeritense lo achacó al miedo y a las dudas provocadas por la situación: «Al ver que se iba acabando el partido y no ganábamos, el miedo nos ha atenazado y nos hemos dejado de atrever de hacer cosas que sí hicimos en la primera parte. Pero los cambios nos han aportado bastante».

- ¿Le preocupa esa falta de «pasión» en la plantilla?

- Sí, en el sentido de que nos falta un poco de carácter en el vestuario. Es un grupo espectacular, que trabaja increíble, pero sí quiero transmitirles que en el fútbol, aparte del juego, necesitamos esa pasión o intensidad que hace que la gente vaya contigo y salga todo más rodado. Eso se tiene o no se tiene, pero intentaremos sacárselo de dentro a los jugadores.

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Con los que sí se fue muy contento el técnico fue con los debutantes, tanto con Javi Martín como con Eliseo Falcón. «A Eliseo le falta aún un par de semanas para ponerse bien, por la inactividad de esta primera vuelta… pero nos ha dado una veteranía y una experiencia que se han notado en el momento en que lo pasábamos mal, en la defensa del área. Y lo de Javi Martín es que ha venido con la mente limpia, no ha estado aquí, y se atreve a hacer cosas, no tiene miedo a fallar, no le importa el equivocarse y eso se ha notado».

Y eso, incluso por encima del fútbol, es lo que necesita un vestuario para remontar una situación como esta en la segunda vuelta: cabezas limpias, confianza, convicción, fe… «Que sí, que estamos al cien por cien. Hemos acabado la primera vuelta anímicamente tocados, pero vamos a afrontar la segunda parte del campeonato con unas ganas tremendas. Porque vamos a sacarlo». Y eso no solo lo cree ahí dentro Escardó.

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