Un triunfo tan grato como sufrido

Los azulgranas ganaron jugando más de una hora con uno menos, marcaron tres goles que refuerzan anímicamente al equipo y demostraron que los problemas extradeportivos del club los dejan fuera del terreno de juego.

El encuentro comenzó con una ocasión tan rocambolesca como clara para el Extremadura. Pastrana se plantó solo ante Champagne acompañado de Rubén Mesa y Villacañas en el primer minuto de juego, pero eligió el disparo a puerta. El cuero chocó en el poste y en la espalda del portero del Rayo Majadahonda antes de recalar en las botas de Rubén Mesa, que remató sin cancerbero bajo palos. El chut del delantero lo sacó la defensa, pero el rechace le cayó a Villacañas, que también disparó a gol con la defensa vencida. El gol se cantaba ya en el Francisco de la Hera cuando Champagne metió una mano prodigiosa para parar el tercer disparo a puerta y dejar su portería a cero. Ver para creer. El Extremadura no conseguía marcar en la mejor ocasión de toda la temporada.

Los azulgranas mandaron en la primera mitad. El partido se jugaba más en la parte del terreno de juego del Rayo Majadahonda, aunque Nereo Champagne no sufría en exceso, quitando esa primera triple ocasión. El cuadro visitante tenía serios problemas para encontrar la vía para hacerle daño a un Extremadura que tan solo tuvo que frenar un par de acercamientos rivales a la meta de Casto.

El Extremadura, que estuvo muy bien durante los primeros 25 minutos, frenó su ímpetu con el paso de los minutos pero, cosa del fútbol, fue cuando llegó el gol. Kike Márquez recibió un centro de Varela desde la izquierda antes de dejarle, con la cabeza, el tanto en bandeja a un Rubén Mesa que controló, marcó y ahuyentó de golpe sus problemas para hacer gol.

El Rayo Majadahonda, que ya de por sí no estaba bien, acusó el primer tanto y se despistó en un saque de esquina solo cinco minutos después de que Rubén Mesa abriese el marcador. Elías Pérez aprovechó la caraja visitante para rematar dos veces en el área pequeña antes de hacer el segundo de la tarde para los azulgranas en el Francisco de la Hera.

Todo era perfecto para el Extremadura, pero se torció con la expulsión de Rubén Mesa. El delantero vio la primera por ir a la grada en la celebración del gol y la segunda tras un encontronazo con Casado que el árbitro resolvió con una amarilla para cada uno. Aún quedaban más de 50 minutos para el final y al Extremadura le iba a tocar sufrir.

Abel Gómez, técnico del Rayo Majadahonda, introdujo cambios en el descanso para sacar el equipo más ofensivo posible y su equipo se fue a buscar la meta de Casto, pero de nuevo no encontraba el camino. Lo malo para los visitantes es que se encontraron con un equipo enfrente que no escatimaba esfuerzos, en el que cada jugador corría para ayudar a su compañero y que no tenía apenas fisuras.

Y por si fuera poco el Extremadura salía con mucho convencimiento hacia la portería rival cada vez que recuperaba el esférico. Y así llegó el tercero para los de Manuel. Kike Márquez atrajó hasta a tres rivales a la banda izquierda, levantó la cabeza, vio a Sergio Gil totalmente solo y le sirvió un balón para que el aragonés batiese a Champagne.

Pero el rival no bajó los brazos y recortó distancias minutos después por medio de Héctor Hernández en un despiste defensivo tras una gran parada de Casto. Y solo dos minutos después otro error local permitió que Héctor Hernández marcase su segundo tanto a placer. Todo lo que había construido el Extremadura en 75 minutos se había desmoronado solo en dos.

Pero el Extremadura aguantó, pese a que el Rayo Majadahonda tuvo un par de ocasiones para empatar. Los azulgranas sumaron su segunda victoria consecutiva en casa y abandonaron los puestos de descenso.