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Los jugadores celebran el gol de Cinta. J. V. Arnelas
Segunda RFEF

Carlos Cinta devuelve a la vida al Badajoz

El delantero emeritense da la primera victoria al equipo blanquinegro en un duelo exigente marcado por el calor y se gana a su afición

Javi Pérez

Badajoz

Domingo, 1 de octubre 2023, 14:22

El Badajoz defendió como un tesoro el gol de Carlos Cinta nada más arrancar el encuentro. Al contrario que en anteriores citas en el Nuevo Vivero, el equipo blanquinegro se puso por delante a los cuatro minutos y a partir de ahí sudó lo suyo ... para conservarlo. Supo sufrir lo indecible en un alarde de resistencia y corazón al límite de desfribilar, además condimentado por las altas temperaturas. Los pacenses lograban su primera victoria en su partido más práctico, eficaz y en una demostración defensiva a prueba de centros laterales. Carlos Cinta da vida a un Badajoz que abandona el puesto de colista.

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David Tenorio salió a por el partido desde el momento de dar las alineaciones. Fijó el clásico 4-4-2 con Müller y Carlos Cinta en la punta de ataque. No le quedaba otra que tirar con toda su artillería en busca de esa victoria que tanto se le resistía. En la recámara aguardaban Aketxe y Castri en su primera convocatoria. El Badajoz salió con todo a por todas. Y poco hubo que esperar para comprobar que dio resultado. A los cuatro minutos Carlos Cinta se reconcilió con el Nuevo Vivero para poner al Badajoz por delante en el marcador por primera vez en toda la temporada. El delantero emeritense ofreció un derroche de fuerza para rebañar un balón entre el trivote de centrales, encarar al portero en carrera y ejecutar por bajo pegado al palo como saben hacer los auténticos ‘killers’. La grada lo celebró con entusiasmo y dando su bendición a su nuevo cazagoles.

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El Badajoz se sintió liberado y dispuso de sus mejores momentos de la temporada. Asumió el control del juego y circulaba la pelota de uno a otro lado con bastante comodidad. Miguel Núñez canalizaba las acciones desde atrás y Petcoff le daba continuidad en el segundo flanco. El equipo pacense se gustaba, pero no terminaba de encontrar buenas posiciones de disparo. Todo su dominio se diluía al asomarse al área visitante.

El San Fernando trataba de recomponerse. Dio un paso adelante y poco a poco metió al Badajoz en su campo. Cada vez le costaba más salir con claridad a los blanquinegros y el cuadro canario no se lo pensaba cuando se acercaba a la frontal con lanzamientos lejanos. El Badajoz se había olvidado no solo de rematar, sino de pisar el área. Salvo el intento de Adri Carrasco pasada la media hora muy escorado tras combinar con Cinta y que desvió el portero Fermín a córner no se contabilizó ninguna otra entre los tres palos.

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El efervescente arranque blanquinegro se había desvanecido. Se sentía atrapado por la tímida intimidación del equipo canario. Sufrían los pacenses con las faltas laterales, siempre con la sensación de poder llevarse algún susto. Jugaba con fuego y lo mejor que podía pasar era que se llegase al descanso y refrescar ideas. El Badajoz necesitaba volver al guion inicial.

Los blanquinegros salieron tras la reanudación con los mismos miedos con los que entregó el primer acto. El San Fernando mantenía la presión alta y volvía a encerrar al equipo pacense en su campo. No conseguía la manera de despegarse de esa asfixia a la que estaba siendo sometido. El sofocante calor tampoco ayudaba con un físico menos rodado que su rival. Con el equipo metido atrás y dos puntas como islotes, rápidamente Tenorio movió ficha para cambiar el dibujo. Triple cambio de una tacada. Fuera Müller, Moisés García y Jurgi Oteo y dentro Chacartegui, Sandro Toscano y Castri, en su estreno con la camiseta del Badajoz. Reestructuraba el técnico blanquinegro el esquema en busca de frenar el asedio canario y cargar de cañones el centro del campo. Se defendía con uñas y dientes y el reloj corría muy despacio. El partido se le estaba haciendo muy largo al Badajoz con más de media hora todavía por delante. Y en el 65, Adrián cortaba la respiración de todo el Nuevo Vivero al lanzarle una vaselina ante la salida de Miguel Narváez que se estrelló en el larguero. Después el rechace tampoco lo pudo aprovechar Ojeda al salir desviado.

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El Badajoz estaba vivo de milagro. Noqueado, buscaba un golpe de efecto para coger aire. Y ese respiro llegó con la pausa de hidratación. Piña y conjura entre titulares y suplentes en el césped. Había que conservar el preciado tesoro de los tres puntos como fuera y Tenorio jugó su última baza al retirar al goleador Carlos Cinta, que se llevó la ovación de toda la grada, y metió más músculo en la zona ancha con Toni Jou. Chacartegui se animó al ataque, pero su disparo desde lejos se marchó rozando el poste. Fue el único acercamiento al meta Fermín en toda la segunda mitad.

Badajoz 1- San Fernando 0

  • Badajoz Miguel Narváez; Fran Grima, Borja López, Moisés García (Chacartegui, min. 61), Carlos Cordero; Jurgi Oteo (Castri, min. 61), Miguel Núñez, Petcoff, Adri Carrasco (Kandoussi, min. 67); Müller (Sandro Toscano, min. 61) y Carlos Cinta (Toni Jou, min. 73).

  • UD San Fernando Fermín; Omar, Brian, Stephane; Pipa (Farias, min. 72), Kiliam (Gawan, min. 60), Taythami (Juan, min. 46), Felipe (Saúl, min. 46); Ojeda (Echedey, min. 83), Rivalta y Adrián.

  • Gol: 1-0: Carlos Cinta, min. 4.

  • Árbitro: Carralero Calvo (madrileño). Amonestó en el Badajoz a Miguel Núñez (45+3) y en el San Fernando a Omar (22).

  • Campo: 5.141 espectadores en el Nuevo Vivero. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exblanquinegro Antonio López Canuto. Dos personas tuvieron que ser atendidas en la grada por la Cruz Roja por desvanecimiento. Los jugadores saltaron al césped con unas camisetas de apoyo a los lesionados Gurdiel y Olmedo. El club dedicó la acción solidaria de cada partido a la asociación Arca de Noé Apatyrs, centro de rehabilitación y de ayuda al toxicómano y su reinserción social. El senador Guillermo Fernández Vara, en el palco junto al presidente del Badajoz Luis Díaz-Ambrona.

Le iba a tocar sufrir lo suyo a un Badajoz tembloroso ante la necesidad de defender el tanto de Cinta. Lo tenía muy cerca, pero el cronómetro parecía no ir todo lo rápido que desearía el Nuevo Vivero. Todavía quedaba un mundo. Agazapado y asustado por la incertidumbre del marcador en los minutos finales, el Badajoz se sacudía como podía las embestidas canarias.

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Así, los siete minutos de descuento cayeron como una pesada losa en el estadio. La gente ya no tenía uñas que morderse. Angustia infinita. Sufrir hasta la última gota de sudor. Pero el Badajoz sacó su orgullo y garra para retener sus primeros tres puntos gracias a un gol de Carlos Cinta que recibe el perdón definitivo del Nuevo Vivero y se gana a la afición blanquinegra.

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