Cuestión de matemáticas, más que de fe para el Don Benito

Sin Tapia, por sanción, José Carlos Prieto introdujo diversas novedades en el once inicial. Regresó tras lesión Lolo Pavón para acompañar a Matheus en el eje de la zaga, pero sorprendió más la ausencia de Osama, que aguardó su momento en el banquillo dejando como referencia ofensiva a Erik Aguado.

El atacante mexicano fue el primero en generar peligro, en el 7, tras una buena combinación entre Dani Salas e Inach, que terminó con el disparo de Erik desviado a córner por la defensa visitante. Antes, la Balona había tenido algún tímido acercamiento que también finalizó con saque de esquina.

Un tanteo inicial que pronto terminó para el cuadro de Javi Moreno que, en el 15, aprovechó una buena llegada por banda derecha y un gran centro que remató Harper con excesiva facilidad en el interior del área para batir a Sebas Gil (0-1).

Se repuso el Don Benito a ese primer golpe y trató de llegar a área rival dando protagonismo, sobre todo, a un Inach en constante rifirrafe con el visitante Fran Moreno. El refuerzo invernal del Don Benito se quejó en varias ocasiones de agarrones por parte del defensa. En el 33, emparejado precisamente con el '17' rival cabeceó en el segundo palo el que pudo ser el gol del empate, pero taponó Moha mandando el balón a córner. Fue la más clara para los rojiblancos en un primer tiempo que dio poco más de sí dejando a un lado las quejas de la grada hacia la actuación arbitral.

Pero fue tras el descanso cuando el Don Benito dejó más dudas de cualquier posibilidad de salvación. Tampoco la entrada de Osama en lugar de Erik Aguado supuso el revulsivo esperado. Además, en el 56, la Balona puso tierra de por medio tras aprovechar el penalti cometido por Emmanuel que vio amarilla tras su empujón por detrás a un jugador visitante. La pena máxima la transformó Harper, que anotaba así el segundo en su cuenta de este domingo (0-2).

A partir de ese segundo gol y pese a que restaba aún media hora de partido, el equipo de Prieto no dio signos de vida y únicamente la entrada de Dabo, jugador cedido por el Mérida, pareció aportar un poco de energía al ataque rojiblanco.

La Balona, con el marcador a favor, supo contemporizar el juego y el Don Benito fue incapaz de inquietar la portería de un Álex Lázaro prácticamente inédito en los segundos 45 minutos. La falta de fe se escenificaba también en la grada, con buena parte de los aficionados dejando el campo antes del pitido final.

Así, el derbi contra el Villanovense en el horizonte este domingo, con ambos agotando sus opciones de permanencia, se antoja ahora ya sí una verdadera final.